GUADALAJARA, Jal. (apro).- Después de pasarla mal en su debut panamericano -frente a Ecuador-, la selección mexicana de futbol varonil siguió su ruta cuesta abajo y apenas fue capaz de rescatar un apurado empate (1-1) frente a Trinidad y Tobago, que cumple la función de emergente tras la declinación de Guatemala por problemas internos. Para colmo, el equipo tricolor que dirige Luis Fernando Tena, debió remar a contracorriente desde muy temprano del juego, a los 12 minutos, cuando el delantero trinitario Jamal Gay sorprendió al guardameta local ante la complacencia de la defensa tricolor. Antes, el impredecible Oribe Peralta estrelló su remate en el travesaño del seleccionado visitante en el estadio Omnilife. Jugaron tan mal, que la selección mexicana abandonó la cancha entre silbidos y abucheos después de enfrentar a un adversario que ni siquiera estaba invitado. Pero Oribe, que desaprovechó tres oportunidades - tres remates al poste-, atinó en una, que significó el tanto de la igualada (minuto 30), recibió un servicio de Aquino y de media vuelta definió con un zurdazo al rincón de la portería trinitaria. En adelante, la misma historia: México fue un manojo de nervios, ofreció a intervalos pasajes importantes, incluso estuvo más cerca de la victoria, pero todo fue en vano, en parte por las atajadas del guardameta Marshal y en otros por los yerros de los delanteros nacionales. Ahora México, que sigue sin mostrar una idea clara de conjunto, enfrentará a Uruguay el próximo domingo por el pase a la siguiente ronda. México suma 4 puntos en su grupo, contra 3 de Uruguay, 1 de Trinidad y Tobago y 0 de Ecuador. La jornada también deparó otra sorpresa: la potencia Brasil tampoco fue capaz de vencer al débil representativo cubano, y al final repartieron puntos (0-0).