MÉXICO, D.F., 31 de mayo (apro).- La crisis por la que atraviesa el taekwondo mexicano se recrudeció luego de que un grupo de atletas de ese deportes denunciaron una serie de irregularidades que privan en la Selección nacional.
En un correo electrónico enviado el pasado 30 de mayo al director de la Comisión Nacional para la Cultura Física y el Deporte (Conade), Bernardo de la Garza, los quejosos, que se autodenominaron como “miedosos denunciadores” acusaron al técnico nacional José Luis Onofre de “oportunista” y de fomentar los “compadrazgos”.
Asimismo, denunciaron que Onofre menospreció el trabajo técnico cubano Pedro Gato, quien es, subrayaron, el verdadero artífice de las medallas de oro olímpicas que obtuvieron María del Rosario Espinoza y Guillermo Pérez en las olimpiadas Beijing.
De igual forma, refirieron que Onofre es incapaz de armar un plan de entrenamiento, y lo acusaron de los malos resultados obtenidos en el pasado Mundial de la especialidad, realizado en Corea del Sur, en el que México no obtuvo ni una medalla.
La campeona olímpica María del Rosario Espinoza confirmó la ruptura cuando anunció que José Luis Onofre ya no sería más su entrenador, y anunció que trabajaría con el cubano Pedro Gato.
Este martes, el entrenador nacional desestimó los señalamientos; llamó cobardes a quienes enviaron la carta y señaló que, de ser necesario, dejaría la Selección nacional.
“Lo único que puedo decir es que cuando alguien así presenta algo no es gente de bien, es de gente cobarde que no puede dar la cara. Creo que no tengo que demostrar nada a nadie porque todos estuvieron presentes durante el proceso olímpico pasado y saben de mi trabajo. Si hay necesidad en algún momento de dejar a la Selección Nacional, con todo gusto.
“Yo sí quiero al taekwondo y mi currículum está ahí. Esta decisión la tomaría primero con mi familia personal y después con mi otra familia (los seleccionados)”, indicó Onofre.
En tanto, los taekwondoínes Erick Osornio y Janete Alegría, quienes entrenan en el Comité Olímpico Mexicano (COM) con Onofre, dijeron que no saben nada acerca de la misiva y afirmaron que están satisfechos con el desempeño del entrenador nacional.
“Nosotros ya hicimos unas peticiones que se aceptaron para tener entrenamientos de calidad y ahora estamos a un mes del preolímpico; y yo estoy contento y satisfecho, y veo en él la mejor disposición de ayudarnos”, aseguró Osornio.
“Nosotros seguimos trabajando y sería su decisión, y muy respetable (si renuncia). Lo que puedo decir es que a mí, él me abrió las puertas y me siento a gusto trabajando aquí con él”, dijo, por su parte, Janete Alegría.
Sin embargo, quienes enviaron la carta adelantaron: “A cualquiera de nosotros que nos pregunten si somos de los que formulamos la denuncia, obviamente lo negaremos.”
“Gritamos en silencio por miedo a represalias de nuestra federación. No queremos seguir con esta farsa, no queremos ser parte de una historia donde el taekwondo de México se pierde por gente falsa como los que nos están manejando, por eso enviamos esta carta abierta para que se nos escuche, a usted presidente (sic) de CONADE (sic). No dejemos que por la idiotez de algunos cuantos se pierda lo que se tardó muchos años en construir”, añadieron.
En la denuncia que hicieron “con la esperanza de ser escuchados” los inconformes también dijeron que Onofre y el presidente de la Federación Mexicana de Taekwondo, Juan Manuel López Delgado, acordaron desplazar a Pedro Gato y a la entrenadora Marlene Ramírez --quien ya está fuera de la Selección Nacional--, y que la permanencia como el máximo responsable de este deporte en México la obtuvo porque en su calidad de presidente de la Asociación del Instituto Politécnico Nacional le dio su voto a López Delgado.
“Los comicios celebrados en marzo del 2009 para elegir al presidente de la federación son un punto clave. La votación se decide por uno, Onofre tiene el voto del IPN, ya que es el presidente de dicha asociación, el candidato para este puesto, Juan Manuel López Delgado ofrece un trato: a cambio del voto con que contaba Onofre se le daría a éste continuidad como entrenador nacional y tendría la libertad de escoger a su gente y actuar a su conveniencia”, revelaron los inconformes.
“Quien estaba sentado en la silla de entrenador al momento de que María y Guillermo obtuvieron sus medallas fue el profesor Onofre, aunque él sabía perfectamente que no era su derecho, hizo suyas esas medallas y se sintió el mejor del mundo. Jamás le dio un poco de mérito al trabajo tan bueno que había hecho el profesor Gato. Estamos seguros que no sabe elaborar un plan de entrenamiento, y lo que es peor, no sabe interpretarlo, no tiene la menor idea de cómo llevarlo a cabo; no sabe de estrategias, de tácticas”.