MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- República Dominicana derrotó 3-0 a Puerto Rico y se coronó por primera vez campeón del Clásico Mundial de Beisbol, en un encuentro disputado en el AT&T Park de San Francisco. La novena caribeña dirigida por Tony Peña terminó invicta el torneo gracias a su sólido cuerpo de pitchers en el que destaca el relevista Fernando Rodney, quien se apuntó siete salvamentos en los ocho partidos que disputó su equipo. República Dominicana, que venía de vencer a Holanda en un juego durísimo, tomó la ventaja ante Puerto Rico desde la primera entrada cuando con doblete de Edwin Encarnación anotaron José Reyes y Robinson Canó. En el quinto episodio, Erick Aybar también pegó un doble para que Alejandro de Aza timbrara la tercera carrera del encuentro. El segunda base Robinson Canó fue designado Jugador Más Valioso del Clásico Mundial de Beisbol con .469 de promedio de bateo, dos home runs, seis carreras producidas, además de que con excepción de este partido en todos los demás encuentros conectó al menos un hit. El lanzador dominicano Samuel Deduno se apuntó el triunfo lanzando una joya de pitcheo con cinco entradas trabajadas en las que aceptó sólo dos hits, regaló tres bases por bola y ponchó a cinco enemigos, mientras que su rival de montículo, Giancarlo Alvarado, cargó con la derrota con apenas una entrada lanzada en la que aceptó dos carreras limpias. A los boricuas también les faltó bateo oportuno, pues dejaron ocho hombres en las bases. Para coronarse campeón de la tercera edición del Clásico Mundial de Béisbol –en 2006 y 2009 Japón fue el equipo ganador– derrotó en tres ocasiones a Puerto Rico: en primera (4-2) y segunda ronda (2-0), así como en la final que se jugó la noche de este martes.