MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Críticas y conmoción generó entre los aficionados al rugby la agresión que este sábado protagonizó Ben Flower, jugador de los Wigan Warriors, cuando propinó un fuerte puñetazo a Lance Hohaia, del St. Helens, en los primeros minutos de un partido realizado en el estadio Old Trafford, en Inglaterra, ante más de 70 mil espectadores. El incidente ocurrió en plena Super League Grand Final, por lo que el impacto mediático fue muy amplio, ante la gran expectativa que despertó el encuentro especialmente en Inglaterra. Flower, un voluminoso deportista de 26 años, un puñetazo a Lance Hohaia tras un lance del juego. Este último cayó al suelo tras perder el conocimiento, pero el jugador galés insistió y se arrodilló para volverlo a golpear en el rostro. Hohaia, un neozelandés de 31 años, fue sorprendido por la reacción de Flower, tras la cual quedó completamente noqueado. El agresor recibió la tarjeta roja y fue expulsado del partido que apenas tenía dos minutos de haber iniciado. Finalmente el St. Helens se alzó con el título tras derrotar a los Warriors por 14-6. Flower se disculpó posteriormente: “Lo siento por lo que pasó anoche. No hay defensa de mis acciones. Fue algo que sucedió en el calor del momento en la que nuestras emociones y la adrenalina corría alta. Al instante me arrepentí y estoy devastado por golpear a alguien así”, afirmó. El incidente generó reacciones de indignación en el mundo del deporte y las redes sociales, que piden un castigo para el agresor. Flower podría ser merecedor de una dura sanción que podría dejarlo sin volver a jugar un partido de rugbi profesional en su vida.