Rayados y Tigres, plagados de jugadores naturalizados

viernes, 18 de abril de 2014 · 13:36
MONTERREY, N.L. (apro).- Los clubes Tigres y Rayados se “contagiaron” de la fiebre mundial de naturalizaciones, un fenómeno que parece ya una tendencia irrefrenable en el futbol mexicano. El conjunto de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) tiene actualmente en nómina a siete no nacidos en México. Y pueden ser hasta nueve, si se considera a cuatro extranjeros que militan en sus filas. El brasileño Juninho está por completar los trámites que ya inició este año. El argentino Emanuel Villa, activo del club, pero no registrado en este torneo, ya es ciudadano mexicano. Los argentinos Lucas Lobos y Damián Álvarez, así como el estadunidense José Francisco Gringo Torres presumen dos patrias. Rayados también tiene su propio plantel plagado de paisanos de reciente cuño. Actualmente tiene en su primer equipo a ocho jugadores no nacidos en México, entre quienes destacan los argentinos José María Basanta y Neri Cardoso, quienes prestan servicios bajo doble nacionalidad, al igual que el carioca Lucas Silva. Desafortunadamente, a ninguno de los dos equipos de la entidad les ha ayudado mucho la vorágine migratoria. Hasta la fecha 15, Tigres marcha en el sitio 12 y Monterrey en el 16. El año pasado Tigres llegó a alinear como mexicanos a cinco jugadores no nacidos en el país, junto a otra cuota de extranjeros. El volante Álvarez y el creativo Lobos jugaron en el Apertura 2013 como mexicanos. Emanuel Villa también se hizo mexicano al finalizar el torneo, razón por la que ya no fue necesario que el equipo se esforzara por definir su condición migratoria. A Villa le ocurrió en diciembre un hecho insólito, que lo dejó en un limbo futbolístico. Durante el pasado torneo fue agobiado por las lesiones, y antes de iniciar el actual convocó a una conferencia de prensa para decir que no estaba listo para jugar. En una extraña exhibición de pánico escénico, dijo que estaba bien físicamente, pero que no podía concentrarse en el juego. No sabía qué le pasaba, pero se declaraba incompetente para aportar a Tigres. De esta manera el club no lo registró, aunque lo mantiene bajo contrato. El zaguero central Anselmo Venderchovsky Junior, Juninho, de origen carioca, inició este año sus trámites para hacerse ciudadano mexicano. Tiene dos hijos nacidos en Monterrey y ya renovó su contrato con los felinos por tres años más, por lo que es muy probable que se retire con la casaca de bengala. Todavía ocupa puesto de extranjero. Pero ya aclaró que, cuando cambie el estatus, no buscará un puesto en el seleccionado nacional, como lo han hecho muchos otros. Completan la nómina de no nacidos en el país el colombiano Darío Burbano; el brasileño Danilo Danilinho Verón, y los argentinos Guido Pizarro y Emanuel Tanque Herrera. Este último llegó en reemplazo de Villa, y el Gringo Torres Mezzell nació en Estados Unidos pero juega como mexicano. Jonathan Bonstein, mediocampista estadunidense con doble nacionalidad, también integraba la plantilla auriazul, pero para esta temporada fue cedido en préstamo al Atlante. Rayados, por su parte, tiene otros tantos jugadores que no vieron la luz en estas tierras, pero que ya cumplieron con sus trámites ante autoridades mexicanas. El argentino Neri Cardozo llegó a La Pandilla procedente de Jaguares de Chiapas. En sus inicios brilló con la selección albiceleste, con la que ganó la Copa del mundo Sub20, que se jugó en Holanda en 2005. A nivel de clubes lo ha ganado todo en el continente: la Libertadores, Campeones de Concacaf, así como la Copa y la recopa Sudamericana. Pero fue con Rayados con quien Cardozo obtuvo la nacionalidad mexicana. José María Basanta destacó desde su llegada al equipo de rayas como recio defensa central. Desde su arribo en el 2008 ha sido pilar para los cinco títulos obtenidos por el conjunto regio: dos de liga y tres Concachampions. Al obtener la ciudadanía, los medios preguntaron al zaguero si deseaba jugar con el seleccionado mexicano, sin embargo, él no entró en la polémica y decidió guardar silencio. En 2013 optó por la albiceleste, con la que disputó bajo la dirección técnica de Alejandro Sabella la eliminatoria para el Mundial de Brasil. Lucas Silva Oliveira se hizo mexicano en septiembre pasado jugando para Monterrey, aunque ya tenía diez años en el país. Entre Brasil y México ha militado en 12 equipos. Tuvo su momento de esplendor con Toluca en sus dos últimos años. Por ello, ya firmado con Rayados, hubo rumores de su llamado a la selección nacional, convocado por el efímero técnico Víctor Manuel Vucetich, que lo tuvo a su disposición algunos juegos en La Pandilla antes de ser despedido. Silva levantó la mano en diciembre, cuando el combinado azteca apenas se reponía de su peor momento en la historia reciente, pero fue ignorado. Completa el rol de extranjeros en el equipo rayado un collage de sudamericanos: Humberto Chupete Suazo, de Chile; Marlon de Jesús, de Ecuador; Víctor Ramos, de Brasil; César Chelito Delgado, de Argentina, y Wilson Morelo, de Colombia. La Federación Mexicana de Futbol anunció que para el torneo Apertura 2014 ya no será necesario el requisito de temporadas previas para alinear como nacional. Podrá hacerlo, sin restricciones, cualquiera que tramite un pasaporte mexicano. Actualmente en el futbol mexicano se permite la contratación de hasta cinco extranjeros por equipo, sin límite de nacionalizados. De acuerdo con el portal Starmedia Lationoamérica, el Clausura 2014 cuenta con 23 naturalizados de los cuales, por su origen, 15 son argentinos, tres colombianos, tres brasileños, un paraguayo y un uruguayo. La “maldición” A Damián y Lobos les ha caído la “maldición” de naturalizados en la Selección nacional. Es frecuente que los futbolistas extranjeros de calidad, que ordenan su documentación para convertirse en paisanos, sean convocados a las filas del seleccionado mexicano pero, luego de enfundarse la verde, se “apagan” en la liga. Le ocurrió en los dos mundiales de 2006 y 2010 al pampero Guillermo Franco, quien después de haber sido un referente con Rayados se fue a jugar a España, Inglaterra y Argentina. Fue con Ricardo Lavolpe a la justa de Alemania y luego con Javier Aguirre a la de Sudáfrica y pasó desapercibido. Más tarde tuvo un breve regreso al futbol mexicano, con Pachuca, y no pasó nada con él. Emigró al Chicago Fire, de la liga estadunidense, y este año optó por retirarse. Situación similar ocurrió con otros convocados, entre ellos los también argentinos Lucas Ayala y Matías Vuoso, que acudieron a llamados de Sven Goran Erickson, en el proceso previo a Sudáfrica. Ninguno brilló en la selección y, por el contrario, se apagaron en sus equipos. Actualmente Vuoso naufraga con el Atlas, y Ayala anda en la liga de ascenso con Correcaminos de la UAT. El argentino Christian Giménez obtuvo su carta de naturalización en 2013, y ese mismo año fue llamado por Chepo de la Torre para tener acción en el hexagonal rumbo a Brasil, pero no fue la solución. En Cruz Azul El Chaco ha sido un jugador funcional a la ofensiva, pero no ha recuperado el nivel con el que brilló con Pachuca, su anterior club. Con Tigres, Damián Álvarez y Lucas Lobos fueron piezas clave para obtener el título de Liga en el Apertura 2011, luego de que la copa se les escabullera por 28 años. Los dos estaban en plan grande. Sin embargo, Tigres no ha recuperado el protagonismo que desplegó en esa campaña, aunque los dos ofensivos llamaron la atención de los seleccionadores. El Enano Álvarez acudió a los llamados de Chepo de la Torre y tuvo participación discreta en juegos de preparación, pero luego el técnico fue relevado por Víctor Manuel Vucetich y Miguel Herrera, y el mediocampista fue borrado del seleccionado sin haber participado en un solo juego oficial. Lobos Mack, varias veces nominado mejor volante creativo del futbol nacional, adquirió la condición de mexicano el año pasado, justo cuando el equipo nacional estaba a punto de naufragar por los malos resultados en el hexagonal hacia 2014. Es por ello que el técnico Alejandro Sabella le echó el ojo para la escuadra argentina, e incluso declaró que evaluaba convocarlo, pero el crack se decidió por México. En los partidos definitorios de la Selección mexicana, Vucetich lo convocó dos veces, pero no lo empleó en ninguna ocasión. Desilusionado, el mediocampista felino rechazó posteriores invitaciones de El Piojo Herrera, quien ya era técnico azteca. Contribuyeron a su negativa el hecho de que uno de sus gemelos, recién nacidos, enfrentaba serios problemas de salud. El jugador dijo públicamente que necesitaba estar cerca de su familia para atender las necesidades de su pequeño. Pero ahora que Carlos Vela renunció a la Selección, Lobos volvió a levantar la mano para ser considerado en el equipo de Miguel Herrera. De cualquier manera, después de las convocatorias, Damián Álvarez y Lucas Lobos, han acusado evidentes bajas de juego en Tigres. Sus posibilidades de regreso son nulas. Otro jugador no nacido en México, que alinea como nacional en el equipo de la UANL, es El Gringo Torres, nacido en Longview, Texas. El contención declinó la invitación de la estadunidense Sub23 que participaría en las olimpiadas de Beijing 2008, pues esperaba ser llamado por México, sin embargo, se cansó de aguardar y finalmente se enroló con el equipo de las barras y las estrellas, al que representó en la justa mundialista africana.

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