MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- Argentina, que llegó a Brasil 2014 con altísimas expectativas, terminó sufriendo con Bosnia y Herzegovina y sacó un triunfo apurado 2-1. El primero de los dos goles de los albicelestes fue obra del zaguero Sead Kolasinac, a quien le rebotó en la pierna el balón que metió Lionel Messi en un servicio a segundo palo. Se jugaba el minuto 3 y la suerte puso al frente a los argentinos. Bosnia y Herzegovina participó esta noche por primera vez en una Copa del Mundo. No pudo tener un mejor escenario: el estadio Maracaná de Río de Janeiro lució pletórico de aficionados argentinos y uno que otro europeo que cruzó el Atlántico para aplaudir los esfuerzos de los bosnios, quienes jamás dejaron de correr. A pesar de sus dificultades técnicas, los bosnios se acercaron al arco de Sergio Romero, pero el experimentado portero no sufrió en los primeros 45 minutos. La llegada más clara la tuvo Lulic, pero no concretó. Al 65, una genialidad de Messi, con el sello del Barcelona, culminó con el segundo tanto de los sudamericanos. Messi, mágico en sus recortes, avanzó arrastrando el balón como si lo tuviera cosido a los pies, se quitó uno, dos; luego una pared, el balón de vuelta y el zurdazo que pegó en el poste y de carambola entró convertido en gol. Con el 2-0 como losa, los bosnios, siempre empeñosos, le jugaron parejo a Argentina. Por momentos los albicelestes lo intentaban, pero los providenciales defensas aparecían para apagar el peligro. Al final, los argentinos regalaron espacios; los bosnios, escasos en recursos ofensivos, no podían ni acercarse al área rival hasta que al 85, cuando Argentina ya sufría para contenerlos, apareció Vedad Ibisevic por el costado izquierdo y aprovechó el servicio filtrado para empujar el balón por entre las piernas de Sergio Romero. El 2-1 final fue un resultado más justo y cercano a la realidad: ante un mejor rival, Argentina no hubiera salido del Maracaná con los tres puntos.