Renuncia el subdirector de Cultura Física de la Conade

viernes, 9 de enero de 2015 · 14:47
MÉXICO, D.F. (apro).- El subdirector de Cultura Física de la Conade, José Alberto Chávez Mendoza, renunció al cargo. Aunque el organismo responsable del deporte nacional no ha oficializado su salida, Apro puede confirmar que el funcionario presentó su renuncia al director de la Conade, Jesús Mena, con carácter irrevocable. Alberto Chávez, de profesión veterinario, es un servidor público hidalguense que fue nombrado subdirector de Cultura Física en enero de 2013. Llegó a la Conade invitado por su amigo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Durante los dos años que ostentó el nombramiento, Chávez fue prácticamente una figura decorativa. No participaba en actos públicos y no tuvo ninguna injerencia en la aplicación del Ponte al 100, el programa “estrella” de la administración de Mena con el que supuestamente pretende bajar los altos índices de obesidad y sobre peso en México. El día de la presentación del Ponte 100, programa que se ejecuta en la subdirección de Cultura Física y con recursos públicos asignados a ésta área, Chávez ni siquiera estuvo en el presidium. En noviembre pasado, Apro publicó que el Ponte al 100 se quedó sin recursos para operar en 2014, en virtud que los 96 millones de pesos que se le otorgaron en 2013 no fueron comprobados. Los programas de operación de Conade prohíben entregar más dinero a los deudores. Hasta ese momento, el Condeba (Consejo Nacional para el Desarrollo de la Educación Física y el Deporte) que encabeza Jaime Figueroa, sólo había justificado 20 millones de los 96 que se le entregaron. Para operar el programa en 2014, Jesús Mena -y su amigo Juan José Palacios- contemplaron gastar 197 millones de pesos de los mexicanos, de los cuales 105 millones de pesos se utilizarían para comprar los equipos de medición con los que los institutos del deporte de los estados llevarían a cabo el programa a través de la Fundación Movimiento es Salud, A.C. que preside Palacios. Para obtener esos recursos, Mena diseñó las bases de una licitación que fueron tan burdas que Alberto Chávez, así como el director de Servicios, Pablo Ríos, y el director de Finanzas, Eduardo Villanueva, se rehusaron a firmarla. De haberlo hecho, habrían recibido observaciones –y hasta arriesgarse a ser sancionados– por parte de la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública. Días después, Mena despidió a Ríos y a Villanueva. De Chávez no pudo deshacerse por ser amigo, y recomendado, de Osorio Chong. Alberto Chávez jamás fue tomado en cuenta para operar el programa más importante de su área. Jesús Mena sólo trata con Roberto Garnica, el funcionario que él designó como responsable, así como con Rubén Mendoza, director de eventos.

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