Tribunal federal ratifica fallo que ordena devolver a su dueño el estadio de futbol León

martes, 22 de septiembre de 2015 · 13:30
LEÓN, Gto., (apro).- Un tribunal federal de segunda instancia ratificó el fallo de un juez de distrito que ordena la devolución del estadio de fútbol León al empresario Roberto Zermeño, así como el estacionamiento y terrenos aledaños. Con esa resolución queda anulada la extinción del fideicomiso que administraba el estadio y la escritura pública en la que el municipio se adjudicaba la propiedad del coliseo. La sentencia fue emitida el pasado 31 de agosto por el Tribunal Unitario en contra del municipio de León, la asociación Futt León, SA de CV, Banco del Bajío y el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de esta ciudad. Ayer, el gobierno municipal emitió un comunicado en el que reconoce que la resolución del tribunal confirma la sentencia emitida en mayo de 2014 por el Juzgado III de Distrito, contenida en el expediente 9/2011, donde Roberto Zermeño reclama el estadio de fútbol “Nou camp” y áreas adyacentes. No obstante, anunció que esa no es la última instancia judicial y que recurrirá al amparo para quedarse con el inmueble que, dijo, es “propiedad y patrimonio de los leoneses”. De acuerdo con el comunicado, el secretario del Ayuntamiento, Luis Fernando Gómez Velázquez, acudirá a todas las instancias judiciales necesarias para defender el estadio, “que es y seguirá siendo de los leoneses”, y lo hará a través de la dirección jurídica municipal, que está a cargo del litigio de orden mercantil contra el reclamo de Zermeño. Anteriormente el gobierno leonés había apelado la sentencia del juez de distrito a favor de Zermeño, pero perdió. Como presidente y vicepresidente, respectivamente, Roberto Zermeño y Héctor González representan a la asociación civil Club Social y Deportivo León, que reclama la propiedad de poco más de 60 mil metros cuadrados en los que se encuentra el “Nou camp”, estacionamiento y oficinas, así como el Museo Nacional de la Piel y el Calzado, que se construyó en parte del terreno donado por el propio municipio. El conflicto se originó en 2002, cuando Roberto Zermeño vendió el equipo León al empresario de origen argentino Carlos Ahumada, y accedió a prestar el estadio al gobierno municipal por 10 años, para lo cual se constituyó un fideicomiso que era vigilado por un grupo de ciudadanos y empresarios. En 2007, mientras Zermeño se encontraba en prisión, acusado de delitos fiscales, el extinto alcalde panista Vicente Guerrero Reynoso liquidó el fideicomiso y determinó poner el estadio como propiedad municipal, por lo que aquel inició un proceso judicial para recuperar el inmueble, lo que en una primera instancia consiguió, aunque el litigio ha continuado hasta la actual administración priista, que se mantuvo en el propósito de arrebatarle el estadio a Zermeño. En declaraciones al periódico AM, el empresario aseguró que no tiene conflicto con los actuales dueños del equipo León y manifestó su disposición de vender el estadio, incluso al mismo municipio. “Sería lo mejor que el equipo León fuera el dueño del inmueble, sería lo más sano para todos”, subrayó.

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