CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Julio César Chávez, excampeón mundial de boxeo profesional, reconoció que durante los años en los que tuvo problemas de adicción a las drogas y al alcohol intentó suicidarse y estuvo a punto de asesinar a un amigo y a su propio hermano. "Fue algo muy difícil para mí la verdad, muy triste para mí. La verdad, dije ‘ya no puedo más: me voy a quitar la vida’… Y si la verdad sí estuve a punto de quitarme la vida. Afortunadamente, gracias a Dios, no pasó; no pasó porque fue un milagro de Dios, la verdad, porque la pistola se me trabó. Cuando le jalé recuerdo que mi cuñado me la quitó y fue cuando salió el balazo". Así habló el púgil mexicano durante casi una hora ante centenares de asistentes a la Conferencia del Rotary Internacional, según una nota del diario Noroeste. Durante su charla de casi una hora, admitió: "En mi adicción estuve a punto de matar a un amigo, y también estuve a punto de matar a un hermano", agregó quien es considerado el mejor boxeador que ha tenido México. Incluso, contó la experiencia de lo que llaman “tocar fondo”: "Tuve problemas con Hacienda, me demandó mi señora, me demandó Don King también. Me operaron del codo, me estaba pudriendo". Tras ese episodio en su vida, actualmente Julio César Chávez  dirige dos clínicas de rehabilitación en Tijuana y Culiacán. Además, es comentarista de funciones de boxeo en TV Azteca y ESPN.