CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio de la peor crisis de credibilidad que enfrenta, la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol Asociación (Concacaf) eligió hoy a su nuevo presidente después de que sus recientes titulares dejaron el cargo acusados de soborno, corrupción y presunto lavado de dinero. Se trata del canadiense Víctor Montagliani, quien ocupará el cargo vacante que dejó intempestivamente el hondureño Alfredo Hawit, arrestado en Suiza por cargos de corrupción. A su vez, Hawit reemplazó a Jeffrey Webb, quien siguió la misma ruta de su sucesor hondureño, justamente un año atrás. En mayo de 2015, a pedido de la justicia de Estados Unidos, varios dirigentes de la FIFA fueron detenidos en Zurich por presuntos actos de corrupción. Webb fue uno de los arrestados junto al expresidente de la Concacaf, el trinitario Jack Warner. Con esa estela de la corrupción en torno al organismo de la zona, se presentaron en la Ciudad de México al Congreso de la Concacaf únicamente dos candidatos aspirantes a la silla del organismo. El vencedor, Víctor Montagliani (de Canadá), obtuvo 26 votos de confianza de las federaciones agremiadas. El otro candidato, Larry Mussenden, de Bahamas, alcanzó 15 votos en la preferencia de las 41 asociaciones miembros del organismo. La vicepresidencia del ahora llamado Consejo de Concacaf recayó en el costarricense Rodolfo Villalobos. Entre las reformas aprobadas a los estatutos del organismo destacan las siguientes: –El nombre del Comité Ejecutivo de Concacaf fue cambiado por Consejo de la Concacaf. –El Consejo de Concacaf estará formado por un máximo de 15 miembros. –Los miembros del Consejo de Concacaf pueden prestar servicios por un periodo de cuatro años y son elegibles para reelegirse hasta un máximo de dos mandatos adicionales consecutivos de cuatro años. –Ningún miembro puede prestar servicios en el Consejo de Concacaf durante más de 12 años, sean o no consecutivos.