CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El clavadista Rommel Pacheco, quien accedió a la modalidad de trampolín de tres metros como serio aspirante, no pudo acceder al podio y con ello se esfumó la oportunidad de asegurar la segunda presea de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos Río 2016. Durante la mañana, el mexicano se metió a la final como el segundo mejor exponente; horas más tarde, sin embargo, terminó su participación en Río 2016 en el séptimo lugar general, con un total de 451.20 puntos. Así, Pacheco regresa nuevamente a casa con las manos vacías, como ya le sucedió en sus dos anteriores participaciones en Juegos Olímpicos. En la víspera, Pacheco mostró su ansiedad por el arranque de la ronda final: “La competencia es conmigo”, advirtió. Y lo fue… El mexicano no pudo reponerse de sus dos primeras ejecuciones, que lo marginaron, en definitiva, de la disputa por las medallas, pues inmediatamente se fue al último casillero entre los 12 competidores. En su primer salto, Rommel recibió calificaciones de cuatro puntos, que le significaron un total de 45.90. En su segunda oportunidad, obtuvo puntuaciones de 6.5 para un total de 58.50, que lo ubicaron en el lugar más bajo peldaño. Aunque el mexicano se recuperó ligeramente en su tercera oportunidad, en la que recibió calificación de 86.70, sólo pudo remontar un lugar. Rommel, con el rostro adusto, la mirada hacia abajo que denotaba tensión, entregó su mejor clavado en la sexta y última oportunidad. Los jueces lo compensaron con 96.90, justo la misma puntuación que recibió el vencedor de la prueba, el chino Cao Yuan en su última ejecución. Yuan, campeón olímpico en Londres, en clavados sincronizados 10 metros, cerró con un total de 547.60. La medalla de plata correspondió a Jack Laugher, de Gran Bretaña, con 523.85 unidades, y el bronce fue para el alemán Patrick Hausding, con 498.90 puntos.