Alejandra Zavala y su historia: A los cinco años, su primer disparo

domingo, 7 de agosto de 2016 · 09:47
Alejandra Zavala terminó en cuarto lugar en los Juegos Olímpicos Río 2016. Se quedó a un suspiro de ser la primera mexicana en ganar una medalla en la disciplina de tiro. Aficionada al tiro deportivo desde su infancia –su padre le enseñó a disparar–, se dedicó a entrenar con empeño y a participar en torneos de alto nivel en el mundo. Aquí su historia. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Alejandra Zavala tenía cinco años cuando disparó por primera vez una pistola. Sus recuerdos la ubican en un campo de tiro, al lado de la carriola de su hermana. Su papá le enseñó a tirar. Y a ella le gustó. En su casa aprendió a respetar las armas y que nunca hay que apuntarle a una persona. Memorizó las partes de una pistola, se especializó en cargarla y descargarla. Pasar los días disparando en el club era pura diversión. Con el tiempo esa diversión se convirtió en su forma de vida, su profesión y ahora en Río acarició la medalla olímpica. Para Alejandra fueron sus sus segundos Juegos Olímpicos. En Londres terminó en el lugar 19. “En lo técnico la repetición es muy importante. Competir y competir en los eventos de nivel mundial. Puedo entrenar todos los días, pero si no tengo la capacidad de pararme en una línea de tiro en una competencia y saber afrontar el estrés, puedo ser la reina del entrenamiento pero nadie en competencia.” Julio de 2013 fue el parteaguas de su carrera: ganó oro en la Copa del Mundo, celebrada en Granada. Ese resultado –histórico, pues fue la primera mexicana en obtener una medalla en tiro– abrió la puerta para que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, por decisión del entonces director de Alto Rendimiento, Vladimir Ortiz, le financiara en 2014 y 2015 dos giras europeas y para participar en las cuatro copas mundiales que tienen lugar cada año. En 2014 ganó oro en Gabala, Azerbaiyán, en la final de las Copas del Mundo. Su objetivo era buscar la calificación olímpica, la cual finalmente logró en mayo de 2015 con el cuarto lugar que consiguió en la Copa del Mundo celebrada en Atlanta. La de Zavala fue la cuarta clasificación mexicana para Río 2016, detrás de las de la velerista Demita Vega, la ciclista de montaña Daniela Campuzano y el boxeador Raúl Curiel. “En la Copa del Mundo de Alemania (2015) obtuve bronce y ahí entendí que puedo lograr grandes resultados, tener medallas y cada una histórica, porque antes ninguna mexicana había obtenido ni una. “En la gira europea de 2016 tuve los resultados más altos de mi carrera, iba subiendo puntos en cada competencia para estar en las finales. En Bakú logré tercer lugar remontando una puntuación baja, así que regresé con la idea de conseguir algo muy importante en Juegos Olímpicos.” En cada entrenamiento Zavala hace unos 110 disparos reales, además de los “en seco” –la simulación del tiro–, de modo que realiza unas 135 repeticiones con la pistola de aire, que pesa un kilo y 38 gramos. La pistola de Zavala está adaptada a sus necesidades. Generalmente las mujeres usan unas de 990 gramos, pero ella –a sugerencia de su entrenador, Hugo Hernández– le pegó unas pequeñas pesas para corregir un error técnico: la mira se le cargaba hacia la izquierda. Además, en 2011 conoció en Italia a un especialista en cachas que diseñó una adecuada a la medida de su mano. La llamaron “francotiradora” Aunque el tiro deportivo está en el programa olímpico desde 1896, cuando nacieron los juegos de la era moderna, algunas personas consideran que no es un deporte, pues aparentemente no se realiza un esfuerzo físico y quienes lo practican no poseen cuerpos musculosos. Más allá de la preparación técnica, Alejandra Zavala tiene constantes sesiones de entrenamiento cardiovascular; en lugar de pesas, trabaja con ligas para fortalecer dedos, hombros, bíceps, muñecas y, sobre todo, tobillos, que es donde reside la estabilidad. Los ejercicios de cuello son fundamentales para evitar contracturas, pues las posiciones para disparar no son las naturales del cuerpo. “Puedes traer a una persona que es fuerte pero que nunca ha tenido un arma en su mano, y si quiere llegar simplemente a disparar no va a ser capaz de tener estabilidad. Incluso a veces llego al entrenamiento y no tengo estabilidad. Sé cómo producirla, pero para una persona normal no es fácil.” La psicología es otro de los elementos básicos en el tiro deportivo para que los competidores sean capaces de resolver problemas mientras se desarrolla una competencia. Durante años la estrategia de Alejandra era rezar. Mientras competía, en su mente repasaba una y otra vez el Padre nuestro y pedía ayuda divina para ganar. La deportista ahora cuenta con la ayuda de la psicóloga Emma Arzola. Zavala aprendió a no entrar en pánico si al inicio de una competencia sus disparos son erráticos. Al contener los pensamientos negativos es capaz de, entre disparo y disparo, hacer una valoración correcta de lo que está haciendo mal y ajustarlo. Lo más importante es que cambió el enfoque sobre sí misma: tenía la percepción de que es una buena atleta pero sin la capacidad de ser la mejor del mundo. “Emma me ayudó a saber cómo controlar mis pensamientos, a entender qué pasa cuando estoy tirando y a que mi cerebro tenga más capacidad. Antes mi cabeza estaba llena de muchas cosas. Por ejemplo, rezaba todo el tiempo y no pensaba en frío. Llegó un momento en que ya no lo hice y me sentía rara porque decía: ‘¡Cómo no voy a rezar!’ “Entendí que debo pensar en el tiro y darle al centro. Ahora me concentro en la técnica: si mi posición de pies y cadera es la adecuada, levantar la pistola, ir hacia el blanco, ver mis miras e ir lentamente hasta que el disparo salga. Lo más importante es darle siempre al centro, porque eso da más puntos. No pienso en el ocho ni el nueve. “Sí creo que existe cierto poder y algo mágico, pero está en mí. No me quería dar cuenta de eso. Ella me enseñó que dentro de mí existe esa capacidad de lograr resultados grandes.” –¿Qué sientes cuando disparas? ¿Por qué te gusta el tiro deportivo? –Porque es muy emocionante darte cuenta de que tienes la capacidad de controlar algo que es tan preciso. Este deporte es muy perfeccionista. No hay un tope para buscar la precisión y nunca terminas de aprender. “También me siento contenta de hacer que en el mundo volteen a ver a mi país, porque ha avanzado en el tiro deportivo, y ayudar a que en México se vea como deporte y no como algo violento. En ocasiones llegaron a poner comentarios en las fotos que subía a las redes sociales y me decían francotiradora. Creo que esa percepción cambió.” Para Alejandra Río 2016 no era el final de su carrera. "A mí me quedan dos o tres ciclos más en los que puedo lograr resultados". “Vladimir es una persona muy visionaria y hace años me dijo que veía en mí una persona que va a lograr grandes resultados. Cuando gané la primera medalla de oro, en 2013, obtuve el premio económico que necesitaba para realizar mi deporte, porque siempre tuve unos apoyos muy raquíticos; con ese despunté. "La mentalidad del deportista mexicano que se entrega al alto rendimiento de verdad ya no es ir y sólo participar en competencias de alto nivel. El objetivo es ganar. Si para ti ganar es estar en la final, está bien. Para mí, ganar es obtener una medalla. “La mentalidad del deportista mexicano es que la situación del país no es fácil. Bueno, pues nosotros sí hemos cambiado. Nos convertimos en personas más ambiciosas para obtener mejores lugares en nuestras competencias. Cada día queremos más. No es: ‘¡Ah, mira!, ya gané una medalla olímpica, ya soy campeona, con eso tengo porque hice historia’. ¿Por qué no hacerlo dos o tres veces?”

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