CIUDAD DE MEXICO (apro). - El presidente de la Unión Búlgara de Futbol, Borislav Mihaylov, adelantó que dimitirá al cargo este viernes a consecuencia de los insultos racistas que el público búlgaro profirió el pasado lunes contra varios futbolistas de la selección de Inglaterra, en juego clasificatorio para la Eurocopa 2020. “La decisión es resultado de las tensiones creadas en los últimos días, que provoca daños al futbol búlgaro y a la Unión”, destacó el organismo del futbol búlgaro en un comunicado. Esto ocurre en el contexto del nuevo intento de la Federación Mexicana de Futbol de erradicar el grito homofóbico “eeeh puto” de los partidos de la Liga MX y, principalmente, de los de la Selección Mexicana. Yon de Luisa, presidente de la FMF, ha mostrado sus temores ante el mencionado grito y dijo que no se imagina la posibilidad de jugar a puertas cerradas ante el riesgo de una sanción de la FIFA. De Luisa dijo que confía que este martes, durante el juego de México contra Panamá en el Estadio Azteca de la Nations League de la Concacaf, la afición se comporte a la altura. Según De Luisa, hasta el momento no se puede evaluar si la Federación Internacional de Futbol Asociado da el mismo valor a gritos como el que se acostumbra en México, respecto a las manifestaciones como los sonidos de mono, o los saludos nazis, que se presentaron ayer en Bulgaria. “Vimos los desafortunados eventos de ayer entre la selección de Bulgaria e Inglaterra. Esperamos que la afición mexicana se comporte a la altura”. El próximo mes, la selección de México recibirá a su similar de Bermudas en el estadio Nemesio Diez, en Toluca. “Nos recibieron hace unas semanas en el partido contra Trinidad y Tobago. (Toluca) es nuestra segunda casa. Nos sentimos siempre muy bien recibidos. Esperamos que, con el estadio lleno, si hoy nos comportamos a la altura de la exigencia de la FIFA, no quiero imaginar la posibilidad de jugar a puerta cerrada”, sostuvo el presidente de la Femexfut durante la presentación del nuevo socio comercial del organismo. En Bulgaria, la suerte de Mihaylov fue distinta. En las últimas horas, el todavía dirigente negó su intención de renunciar al cargo. Finalmente, anunció que declinará este viernes ante los integrantes de la Comisión Ejecutiva de la federación. En ese contexto, el gobierno búlgaro exigió la renuncia de Mihaylov tras los incidentes del juego disputado en Sofía, mismo que fue interrumpido en un par de ocasiones por el árbitro, a causa de las ofensas racistas de los aficionados, los saludos nazis y otros detalles, como agitar playeras con la leyenda “no Respect”. “Luego de los incidentes de ayer, el primer ministro (Boiko Borisov) ordenó la cancelación de todas las relaciones entre el gobierno, incluidas las financieras, hasta la dimisión del presidente de la Unión Búlgara de Futbol”, informó este martes el ministro de Deporte de Bulgaria, Krasen Kralev.