'Aún estamos en pláticas”: Sheinbaum, a un día de vencer el plazo para renovar Fórmula 1
CIUDAD DE MEXICO (apro).- A un día de cumplirse el plazo establecido para la renovación del convenio del Gran Premio de México de Fórmula 1, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que el gobierno federal y el de la capital del país no aportarán recursos para la continuidad del evento.
No obstante, Sheinbaum aclaró que “todavía estamos en pláticas. Ahí sí quisiera que se aclarara el tema: obviamente, a la ciudad le interesa que este tipo de espectáculos, de actividades deportivas, se mantengan en la ciudad. Ese es nuestro objetivo”.
El problema, dijo la jefa del gobierno capitalino, es que el GP de México es muy oneroso mantenerlo para la Ciudad de México. “Antes había ayuda federal”.
En conferencia de prensa, Sheinbaum dijo que “estamos viendo con la Secretaría de Turismo si es factible que todavía haya ayuda federal. Es decir, la federación pagaba la mayor parte de la Fórmula Uno”.
Para Sheinbaum, hay otras prioridades que se entienden en términos de turismo de la federación. El tema, sostuvo, es quién paga los 400 millones de pesos anuales que se tienen que cubrir para que la Fórmula 1 continúe en la Ciudad de México.
Además, dijo que también se analiza el tema del boletaje, al tratarse de un espectáculo muy caro, al que asiste un grupo de gente “y vienen del extranjero personas con un nivel económico especial”.
“Estamos viendo con quien organiza, que es OCESA, para ver si hay manera de salvar que se quede la Fórmula 1 en la ciudad”.
En todo caso, el plazo acordado finaliza este jueves 28 de febrero. Y a unas horas de que se llegue la fecha el Gran Premio de México sigue rodeado por la incertidumbre.
De cualquier manera, el GP de México en su edición 2019 ya está garantizado, ya que el gobierno de Enrique Peña Nieto cubrió el pago correspondiente al convenio que firmó Ocesa en 2014 con la Federación Internacional de Automovilismo deportivo (FIA).
El convenio signado por un periodo de cinco años significó para el gobierno de Peña Nieto un gasto de 213 millones de dólares sin que se tenga certeza del retorno de dicho gasto.