Deja Cruz Azul la piel en el Azteca... pero el América avanza a semifinales

domingo, 12 de mayo de 2019 · 20:41
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx). - No hubo milagro en el estadio Azteca: el Cruz Azul, otra vez, quedó eliminado de la liguilla a pesar de haber ganado 1-0 (2-3 en el global) el juego de vuelta de los cuartos de final ante el América que avanzó a las semifinales. Los celestes rompieron la racha de derrotas ante las Águilas -no habían ganado desde el Apertura 2014- y dejaron la piel en la cancha, pero el resultado fue insuficiente para mantenerse con vida. La primera mitad fue toda para los pupilos de Pedro Caixinha que una y otra vez fueron al frente para tratar de abrir temprano el marcador. Las cuatro llegadas que tuvieron fueron infructuosas: al minuto 15, Jonathan “Cabecita” Rodríguez llegó para cerrar la pinza en un centro de Milton Caraglio pero el disparo de derecha se fue por encima del travesaño. Otra vez apareció el uruguayo pero sin ángulo de disparo y mandó el balón sin ninguna complicación para Agustín Marchesín. “Cabecita” apareció al minuto 31 nuevamente para rematar de volea un centro de “El Piojo” Alvarado, pero el balón se fue por un costado. Antes del descanso, Orbelín Pineda tiró de derecha y Marchesín se lució con un atajadón que impactó la pelota en el travesaño. Tras varios avisos, por fin, en los primeros minutos de la continuación, “Cabecita” Rodríguez firmó un golazo: controló es espaldas al marco, dio la vuelta y de pierna derecha sacó disparo potente que venció a Marchesín. Después Cruz Azul volvió a sufrir, no aprovechó las pelotas paradas donde tuvo las mejores oportunidades. América creció, comenzó a desplegar su juego y la mayoría de las acciones estuvieron del lado de la cabaña de Jesús Corona. Hasta los últimos minutos, el equipo celeste volvió a empujar. Caixinha optó por sacar a “Cabecita” Rodríguez, el hombre de mayor peligro, aun así Cruz Azul tuvo una ocasión inmejorable en una jugada de tiro de esquina en la que Pablo Aguilar remató de cabeza y, milagrosamente, Marchesín detuvo el esférico en la línea de gol en el último suspiro del encuentro.

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