Beisbol

Revelan presuntas agresiones sexuales del pelotero Yasiel Puig y cómo fueron ocultadas

El exjugador de Dodgers fue acusado en enero de 2017 por dos mujeres con quienes llegó a acuerdos confidenciales. The Washington Post señala que ambos casos tenían el potencial de hundir su carrera, pero la MLB los dejó pasar justo cuando el beisbolista tuvo una de sus mejores temporadas.
martes, 14 de diciembre de 2021 · 21:11

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una investigación de  The Washington Post reveló que el exjugador de las Grandes Ligas, Yasiel Puig, fue acusado en enero de 2017 de haber agredido sexualmente a dos mujeres con quienes llegó a acuerdos confidenciales que este diario dio a conocer.

Puig, quien durante la campaña 2021 jugó con el Águila de Veracruz en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), llegó a México con la sombra de una acusación de otra mujer que lo demandó por haberla violentado sexualmente en los baños del Staples Center durante un juego de basquetbol, acusaciones que Puig ha negado y por los cuales considera que se le han cerrado las puertas para volver a las Grandes Ligas.

De acuerdo con la investigación de The Washignton Post, una mujer dijo que mientras tenía relaciones sexuales, Puig se enfureció y comenzó a golpearla, asfixiarla y morderla hasta que entró en estado de shock y casi se desmayó. El pelotero negó los cargos que la denunciante hizo a la policía, que no dio seguimiento al caso.

Otra mujer afirmó que después de una cita con Puig cuando él la llevaba a su casa se abrió paso a empujones hacia su apartamento y la agredió sexualmente. No se presentaron cargos y Puig también negó las acusaciones.

“Las dos acusaciones, que se dice que fueron cometidas en días consecutivos por uno de los jugadores más conocidos del beisbol, tenían el potencial de sacudir el mundo del deporte y hacer que la carrera de Puig se hundiera”, publicó el diario estadunidense.

Con la afamada abogada Gloria Allred en representación de las presuntas víctimas, Puig llegó a acuerdos confidenciales con ambas mujeres, según copias obtenidas por The Washington Post. En estos acuerdos, Puig negó las acusaciones de ambas mujeres. Su abogado, Scott Lesowitz, dijo que el jugador pagó a las mujeres un total de 325 mil dólares.

La oficina de las Grandes Ligas (MLB) se enteró de las acusaciones durante el transcurso de la temporada 2017, pero en lugar de colocar a Puig en licencia administrativa pagada mientras investigaba -como ha hecho a menudo en los casos en que las acusaciones son públicas- la liga le permitió seguir jugando.

“La MLB consiguió que Puig concediera permiso a las mujeres para hablar con los investigadores, pero no está claro si las mujeres decidieron hacerlo y MLB cerró su investigación sin tomar medidas. Puig luego tuvo una de las mejores temporadas de su carrera, ayudando a los Dodgers de 2017 a estar a una victoria de un campeonato en la Serie Mundial”.

El diario también publicó que apenas en octubre pasado, el cubano Yasiel Puig se reunió con un reportero de The Washington Post en Miami para argumentar que estaba siendo excluido injustamente del beisbol. En ese momento, el periódico aún no había obtenido los documentos sobre las acusaciones en su contra y ni los acuerdos de no divulgación.

En ese momento, Lesowitz no permitió que Puig respondiera a preguntas sobre las acusaciones o los acuerdos

Este mes, después de que The Post obtuviera los documentos, los representantes de Puig programaron otra entrevista con él, pero Lesowitz la canceló.

“Los asesores de Yasiel en ese momento le recomendaron encarecidamente que aceptara los acuerdos a pesar de que Yasiel negaba las acusaciones”, escribió Lesowitz a The Post en respuesta a la solictud de entrevista con Puig.

La actual agente de Puig, Lisette Carnet, declaró que los jugadores latinos son blanco de afirmaciones falsas, que llegan a acuerdos secretos con las acusadoras es una práctica generalizada en el beisbol, y algunos agentes (de los jugadores) lo consideran “parte del negocio detrás del juego”.

“Los reclamos de las dos mujeres de 2017 permanecieron protegidos de la vista del público durante cinco temporadas cuando Puig, una estrella nacida en Cuba cuyas prodigiosas habilidades le garantizaron decenas de millones antes de pisar suelo estadounidense, se fue de Los Ángeles a Cincinnati y, luego, a Cleveland, donde jugó por última vez en las Grandes Ligas en 2019.

“Mientras tanto, Puig fue acusado en privado por otra mujer. Sólo cuando se rompieron las conversaciones para llegar a un acuerdo, y cuando esa mujer lo acusó de agredirla en un baño durante un juego de los Lakers de Los Ángeles (en 2018), el público se enteró de la agresión sexual. ‘La gente debería haberlo sabido’, dijo Vince Finaldi, abogado de esta mujer, sobre las acusaciones anteriores”, publicó The Washington Post.

Puig también negó esta última acusación con el argumento de que tuvo relaciones sexuales consensuales con la mujer. Recientemente, resolvió su demanda y comenzó a planear su regreso. Declaró en un comunicado que “espera un nuevo comienzo en la MLB en 2022”.

Sin embargo, con la MLB en un cierre patronal, Puig se conformó con el beisbol en Corea y firmó la semana pasada con los Kiwoom Heroes por un millón de dólares.

“Cultura del silencio”

A finales de 2015, Yasiel Puig fue uno de los primeros sujetos de investigación de la política de violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil que implementó la oficina de las Grandes Ligas.

Esta política se originó después de que apareció un video del corredor de la NFL, Ray Rice, golpeando a su entonces novia, lo que provocó una audiencia en el Senado donde se puso sobre la mesa que existe “una cultura del silencio” en las ligas de deportes profesionales.

La oficina del Comisionado de las Grandes Ligas promovió un acuerdo histórico en conjunto con el sindicato de jugadores. La nueva política permitió a la MLB poner a los jugadores en algo conocido como licencia administrativa pagada -el pelotero no puede jugar con su equipo- durante las investigaciones y le dio al comisionado amplia libertad para aplicar acciones disciplinarias.

MLB investigó a Puig en noviembre de 2015 después de que en las noticias se dio a conocer que presuntamente empujó a su hermana en un club de Miami y peleó con el guardia de la puerta. MLB no reveló lo que encontraron los investigadores, pero no suspendió a Puig y no enfrentó cargos. “Obviamente, MLB descubrió que no empujé a mi hermana”, dijo Puig a The Post.

Ese año, MLB y el sindicato acordaron añadir un apéndice sobre la política de violencia doméstica en el nuevo convenio colectivo de trabajo que entró en vigor en 2017 y que expiró el 1 de diciembre pasado.

La nueva política consideraba “falta de cooperación” si un jugador celebra un acuerdo confidencial que le impide a él o a su presunta víctima “cooperar con una investigación”. Puig también fue uno de los primeros sujetos de prueba de esta nueva política.

Los documentos obtenidos por The Post revelan una preocupante historia secreta que en una carta narró la abogada Gloria Allred:

Después de conocer a Puig en Instagram, la primera mujer, que vivía en Los Ángeles, fue con Puig a una discoteca. Alrededor de las 2:30 a.m., dijo la mujer, Puig se ofreció a llevarla a casa y ella se dio cuenta de que estaba ebrio. Cuando Puig insistió en acompañarla hasta la puerta (de su casa), la mujer dijo que ella protestó: “Estoy borracha. Estás borracho. Necesitas irte”, pero él insistió y se abrió camino hacia su apartamento.

Una vez dentro, alegó la mujer, Puig comenzó a besarla y a quitarle la ropa interior, aunque ella le dijo repetidamente que se fuera y que no le interesaba el sexo. Afirmó que Puig intentó violarla cuando ella “apretó la parte interna de los muslos con fuerza para mantener las piernas pegadas” y le rogó que se detuviera.

Sus gritos eran tan fuertes que Puig finalmente se detuvo y luego intentó obligarla a practicarle sexo oral. Después de que ella se resistió, afirmó, Puig eyaculó y se fue. No hay indicios de que la mujer denunciara el presunto ataque a la policía.

Al día siguiente fue el FanFest de los Dodgers al cual Puig asistió y la segunda mujer también. Luego, Puig la invitó a reunirse con él en la casa de un amigo en Santa Fe Springs, una pequeña ciudad en el sureste de Los Ángeles.

Tuvieron sexo consensuado en un dormitorio. Pero durante el coito, afirmó la mujer, Puig notó un hematoma en su pierna y la acusó de tener relaciones sexuales con otra persona. Se puso “muy enojado” y “la abofeteó violenta y repetidamente”. Luego usó su mano izquierda para estrangularla “con todas sus fuerzas”.

La mujer “temía por su vida y pensó que la iba a matar”. La mujer dijo que Puig la soltó cuando comenzó a desmayarse. Dijo que luego le envió un mensaje de texto a su amiga, quien la había acompañado a Santa Fe Springs, para que entrara a la habitación y la rescatara. Ambas salieron huyendo de ahí.

Un año después, Puig tuvo otra temporada productiva en 2018, nuevamente ayudando a Los Ángeles a llegar a la Serie Mundial. Pero los Dodgers, después lo traspasaron a los Rojos de Cincinnati en el invierno. Los Rojos lo firmaron con un contrato de un año (2019) por 9.7 millones de dólares.

Puig fue mejor conocido en 2019 por su papel en una pelea con jugadores de los Piratas de Pittsburgh que comenzó minutos después de que se diera a conocer que lo cambiarían a los Indios de Cleveland.

“Pero lo que los fanáticos, y sus propios equipos, no sabían es que jugó gran parte de esa temporada mientras participaba en otras negociaciones secretas sobre la tercera acusación de agresión sexual. Este presunto asalto ocurrió tres días después del final de la Serie Mundial 2018, el último partido de Puig como Dodger. Las acusaciones de la mujer se describen en una carta que su abogada, Taylor Rayfield, envió en septiembre de 2019 a un mediador asignado para ayudar a negociar un acuerdo.

“En un juego de los Lakers, afirmó la mujer, ella estaba entrando al baño dentro de un salón en el Staples Center cuando Puig ‘se abrió paso’. Luego, ‘bloqueó físicamente’ la puerta y la intentó besar y manosear. Mientras ella se resistía, dijo, Puig la mantuvo en su lugar, masturbándose hasta que eyaculó y ella escapó”.

“Perspectiva: el beisbol necesita un cambio de cultura o más mujeres saldrán lastimadas”, publicó The Washigton Post.

Esta mujer presentó una demanda inicial por 12 millones de dólares. Puig dijo que se negó a llegar a un acuerdo porque las acusaciones en su contra eran “cien por ciento inventadas”.

Con estas tres acusaciones aún en secreto, Puig fue libre de buscar un nuevo contrato en las Grandes Ligas y consiguió uno con los Bravos de Atlanta antes de la temporada 2020 que se jugó acortada por la pandemia, pero el acuerdo fracasó después de que Puig dio positivo a coronavirus.

El 29 de octubre de 2020, la acusadora del Staples Center demandó a Puig. “Con las acusaciones en su contra ahora públicas, Puig no firmó (un contrato para la temporada 2021 de las Grandes Ligas). Pasó la temporada pasada exiliado a los jardines de un equipo de la Liga Mexicana, ganando una fracción de sus antiguos salarios de Grandes Ligas. Puig intentó contraatacar presentando una contrademanda contra su última acusadora. Estaba en el ‘mejor momento de su carrera’ antes de que las acusaciones ‘falsas y difamatorias’ de la mujer lo ‘paralizaran’, argumentó, y buscó recuperar el salario perdido por una cantidad de ‘al menos 10 millones de dólares’”.

La abogada Taylor Rayfield describió las contrademandas como la que presentó Puig como “una estrategia orquestada y calculada por abogados corporativos bien pagados para intimidar a las víctimas y a sus abogados para que no busquen justicia”.

También se centró en las otras acusadoras de Puig. “Sabemos que hay otras víctimas”, dijo a un canal de televisión local en noviembre, y mencionó que algunas de ellas habían firmado acuerdos de confidencialidad.

“Con la demanda en su contra aún pendiente, Puig estaba impaciente por que el mundo del beisbol reconociera su redención: ‘No hay razón para que yo no esté jugando’, dijo. La abogada ofreció a llegar a un acuerdo poco después. Puig aceptó rápidamente, festejando la victoria en las redes sociales. El acuerdo fue por 250 mil pesos y la acusadora pagó los honorarios de su propia abogada.

“Puig sostuvo que el pago relativamente pequeño indicaba que era inocente. Había, potencialmente, otra razón: porque su acusadora quería conseguir algo mientras aún pudiera. Menos de un mes antes, los abogados de Puig habían revelado a los abogados de la mujer su ‘condición’ financiera, que según dijeron mostraba su limitada capacidad de pago. Los documentos, revisados por The Post, mostraron que los más de 50 millones de dólares de Puig en ganancias de Grandes Ligas se habían reducido a cuentas corrientes sobregiradas, acuerdos de patrocinio vencidos y una cuenta de jubilación de MLB vaciada de cerca de medio millón de dólares. ‘Casi no tengo dinero’, reconoció Puig, culpando a los gastos de los abogados. Desde entonces no ha podido pagar la totalidad del acuerdo y, en cambio, acordó hacerlo en cuotas, según muestran los registros judiciales”.

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