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Terror en Querétaro: El depredador sexual de niñas deportistas. Episodio 4: “Ya lo corrí, no puedo hacer más”: Iridia Salazar (Video)
La directora del Indereq alega que con la destitución del entrenador Andrés Guzmán ha cumplido con la encomienda de cero tolerancia al acoso sexual. “Ya nada más era darle continuidad a lo que nos estaban solicitando, ya no es un tema del Indereq. Nosotros ya estábamos ocupados en otras cosas”, dice
Ciudad de México (Proceso).- La directora general del Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro (Indereq), Iridia Salazar, asegura que el organismo que encabeza no puede hacer más que despedir a Andrés Guzmán Bustos, el entrenador que ha sido señalado por agredir sexualmente a sus alumnas y lesionar a un heptatleta menor de edad a quien, por la sobrecarga de entrenamiento, le provocó una incapacidad parcial permanente.
En el número mensual que está actualmente en circulación y en una serie de entregas denominada “Terror en Querétaro: el depredador sexual de niñas deportistas”, Proceso ha recabado el testimonio de un grupo de víctimas que incluso ya denunciaron penalmente al entrenador Andrés Guzmán Bustos, quien a pesar de haber sido despedido desde el 7 de marzo último, sigue utilizando las instalaciones públicas conocidas como Parque Querétaro 2000 que son propiedad y administra el Indereq.
De acuerdo con la funcionaria, por las conductas de Guzmán Bustos a la fecha existen diez denuncias relacionadas con la violencia física, sicológica y emocional en la que ha incurrido con sus atletas, hombres y mujeres, y por las agresiones sexuales, entre ellas la violación a una menor de edad, a quien le dio una sustancia para dormirla y luego abusó de ella.
En entrevista, la medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 explica que el gobernador panista Muricio Kuri le dio la orden de “cero tolerancia con el acoso”, así que con el despido de Andrés Guzmán y otros seis empleados del Indereq su trabajo ya está hecho.
“Cuando llegué había cuatro o cinco denuncias, después me iban notificando de jurídico que llegaron más, pero la verdad es que como nosotros sustituimos al entrenador en marzo, pues ya nada más era darle continuidad a lo que nos estaban solicitando, ya no era un tema del Indereq. Nosotros ya estábamos ocupados en otras cosas”, zanja la servidora pública.
Es decir, ante las denuncias el Indereq no proporcionó ayuda psicológica a las víctimas ni un seguro de gastos médicos o el acompañamiento humano y legal durante los procesos de cada uno.
Así mismo, Iridia Salazar niega que los padres de familia y las sobrevivientes que denunciaron a Andrés Guzmán Bustos se hayan acercado a ella para solicitar algún tipo de apoyo, pero que si lo hacen pueden tener los beneficios de los equipos multidisciplinarios del Indereq.
“No se han acercado como tal al instituto. Nosotros nos estamos enterando por medio de las entrevistas que ustedes están llevando a cabo. En cualquier momento cuando lo hagan ellos podrán contar con todo lo que esté a nuestro alcance”, dice la exdeportista.
Sin embargo, los padres de familia y algunas de las víctimas revelaron que el 23 de marzo último la funcionaria se reunió con algunos de ellos y que su actitud fue de completa indiferencia. En dicho encuentro, según quienes asistieron, la titular del Indereq les preguntó: “¿Qué onda? ¿Para qué soy buena?”. También les dijo que la situación por la que están pasando se arregla con una buena mentalidad y que “le echaran ganas”; que alardeó de su carrera deportiva y no se dio el tiempo de escuchar los testimonios; terminó yéndose a la mitad de la reunión.
Al preguntarle por las quejas de los afectados sobre que no pueden regresar a entrenar al Parque Querétaro 2000 por temor a encontrarse con Andrés Guzmán o su pareja Laura Mariana Espinos, otra empleada del Indereq, la funcionaria señala que está fuera de su control y no puede prohibirle la entrada a nadie, pues “es un derecho de todos”.
Además, Salazar asegura que al no existir una sentencia de un juez que demuestre la culpabilidad de Andrés Guzmán Bustos, ella no puede emitir ninguna información al respecto. La funcionaria recalca que gracias a la investigación interna que hizo el Indereq y su “experiencia deportiva” quedó en evidencia que las lesiones de los niños deportistas fueron por sobrecargas de entrenamiento.
“Como deportista sé que muchas veces hay entrenadores que quieren acelerar el proceso competitivo de los atletas para buscar un resultado rápido a costa de su propio bienestar. Investigué a fondo y entonces tomé la decisión de destituir al profesor y contratar a alguien que se adecué más al lineamiento del Indereq”.
Sobre este punto, Mario Govea, padre del heptatleta campeón nacional quien terminó con la pelvis rota en una competencia Sub-18 en la que participó obligado por Guzmán, a pesar de que no tenía ni 14 años, refiere que la persona que les brindó la atención y ayuda y promovió la destitución del entrenador fue Vladimir Ortiz, quien ocupó el cargo de subdirector de Calidad para el Deporte en el Indereq durante alrededor de tres meses.
El gobernador Mauricio Kuri nombró a Iridia Salazar para “poner orden”, ante la renuncia de Edward Sánchez del Río, el exdirector del Indereq quien también fue señalado por acoso sexual. “Que se vaya al fondo sobre el tema de las denuncias de acoso sexual porque nos tomamos muy en serio este tipo de acusaciones”, declaró el 20 de febrero cuando Salazar tomó el mando del deporte en Querétaro.
En días recientes se llevaron a cabo las dos primeras audiencias de una de las sobrevivientes de agresión sexual. No obstante, ningún funcionario del Indereq acudió en representación del instituto, que fue citado como una de las partes interesadas. Salazar Blanco asegura que ella no estaba enterada y que no fue notificada.
Sobre si la directora tiene conocimiento de otras denuncias en contra de entrenadores del Indereq por las fiestas que organizan donde drogan, emborrachan y luego agreden sexualmente a las deportistas, información que, según las sobrevivientes, es del conocimiento de quienes entrenan en la pista del Parque Querétaro 2000 y de otros deportistas que practican lucha y boxeo, Salazar añade que no sabe nada y que tampoco lo ha investigado. Hasta que exista una denuncia formal atenderá el tema.