México, D F- La erosión del subsuelo, la pérdida de tierra cultivable, el impacto del cambio climático, la evolución de enfermedades y pestes, y el aprovisionamiento de agua, pintan un panorama “desolador” para el campo a nivel mundial en los años venideros, según un análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado divulgado el lunes En su documento “Punto de vista El sector agrario en el mundo: algunas consideraciones económicas”, el CEESP alerta que a la par de la situación anteriormente citada, para 2025 se deberá alimentar al doble de la población actual del mundo con tan sólo la mitad de la tierra para siembra Ante este escenario, el principal mecanismo de defensa radicará en la capacidad que los países más desprotegidos desarrollen para investigación y desarrollo de tecnologías de punta para el agro Así las cosas, naciones como México –refiere el CEESP- se verán obligadas a fortalecer su capacidad para importar, adaptar y difundir tecnología adecuada de otros pueblos con características agroclimáticas similares En otro de los puntos de su análisis, el organismo del sector privado establece que si bien la ciencia moderna ha conseguido logros importantes en el combate a las plagas y pestes, sus efectos no dejan de representar riesgos en la producción agrícola y otras actividades “Para la salud humana y la vida animal, el uso intensivo de pesticidas representa un peligro latente”, advirtió 24/02/03