México, D F- Los bancos Unión y Obrero, intervenidos por el gobierno desde mediados de la década pasada, fueron judicialmente declarados en quiebra luego de que el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) promovió el procedimiento Tras dar a conocer su resolución, el titular del Juzgado XII de Distrito en Materia Mercantil, Guillermo Campos Osorio, ordenó el inicio de las gestiones para el reconocimiento de créditos, es decir, para determinar cómo y en qué orden se pagará a los acreedores de ambas instituciones Intervenido por el gobierno en septiembre de 1994, el Banco Unión –cuyo propietario era Carlos Cabal Peniche-- cuenta con una larga lista de acreedores, entre los que figuran, además de otras instituciones del ramo, el Fideicomiso Instituido en Relación con la Agricultura (FIRA), buena parte de las dependencias federales, las tesorerías de cinco estados y los ayuntamientos de varias ciudades del país, así como decenas de empresas y personas físicas Por su parte, el Banco Obrero, intervenido en mayo de 1997, cuenta con tan sólo seis acreedores Entre ellos, uno particular: la empresa Constructores de Infraestructura Mexicana, S A 14/03/03