Bancomer ajusta previsión de crecimiento en 2010 de 3.8 a 5%

miércoles, 19 de mayo de 2010 · 01:00

MÉXICO, DF, 19 de mayo (apro).- Pese a que el mercado interno sigue débil –el consumo y la inversión crecen a un ritmo más lento de lo esperado--, la economía mexicana podría crecer 5% este año, estimó el grupo financiero BBVA Bancomer, quien revisó al alza su último pronóstico, de 3.8%, formulado a principios de año.

Inclusive, señalan los analistas del grupo, la recuperación de la economía mexicana ha sido “más intensa de lo esperado”, aun desde los últimos meses de 2009.

El gran motor de dicha recuperación ha sido, sin duda, la demanda externa –particularmente por el mejor desempeño de la economía estadunidense--, que se ha caracterizado por un fuerte empuje, lo que ha impulsado las exportaciones y con ello la producción manufacturera.

En cambio, la demanda interna, aun cuando registra una recuperación, “lo hace a un ritmo más lento de lo que cabría esperar”. Por ejemplo, el consumo privado creció apenas 0.5% en el último trimestre de 2009, cuando en el trimestre previo lo hizo en 2.1%.

En los casos de las ventas al menudeo y la confianza del consumidor –que son indicadores más oportunos del consumo interno--, se augura igualmente un crecimiento lento.

En materia de inversión –que es la clave para mejorar la capacidad de crecimiento--, se tiene que ese es el rubro con la evolución más rezagada dentro de la demanda interna, pues ha registrado caídas continuadas en los últimos seis trimestres, según BBVA Bancomer.

Explican los analistas que la causa principal del pobre desempeño del consumo, aunque sea positivo, es la insuficiencia del ingreso salarial de la mayoría de los mexicanos, que es bajo y volátil.

Esta última característica aplica particularmente al caso del empleo informal, que es el que registra un mayor ritmo de crecimiento en el país, pero por su carácter temporal no llega acompañado de una mayor productividad, señalan los analistas.

La consecuencia de todo ello, dicen, es que los ingresos de los trabajadores en el sector informal –12.5 millones de personas, según el INEGI-- son volátiles y bajos.

Lo peor es que –concluyen--, si a eso se suma el repunte de la inflación en 2010, “la capacidad de gasto de los hogares parece que permanecerá relativamente limitada, al menos en el corto plazo, a pesar del repunte del empleo”.  

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