Werner, a la dirección de negocios globales de BBVA Bancomer
MÉXICO, DF, 14 de abril (apro).- Los grandes bancos del país siguen en la cosecha de quienes fueron altos mandos en el gobierno federal. Este jueves, el BBVA Bancomer anunció la incorporación de Alejandro Werner Wainfeld, subsecretario de Hacienda hasta el 17 de agosto pasado, a sus cuadros de primer nivel.
Después de dejar su cargo en la Secretaría de Hacienda –a siete meses y medio de la llegada de Ernesto Cordero a la titularidad de la dependencia, con quien no hubo empatía--, Werner se dedicó a la docencia.
Se desempeñaba como profesor visitante en el Instituto de Empresa, en Madrid, cuando fue invitado por BBVA Bancomer a formar parte de su Comité de Dirección y a ocupar el cargo –a partir del próximo 23 de agosto-- de director general de Banca Corporativa, Banca de Inversión y Mercados Globales.
Antes de Werner, en agosto del año pasado, BBVA Bancomer invitó a Francisco Gil Díaz –secretario de Hacienda en el gobierno de Vicente Fox-- a formar parte de su Consejo de Administración, como consejero propietario.
Gil Díaz fue, antes, subsecretario de Ingresos, cuando el titular de Hacienda era Pedro Aspe Armella, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, 1988-1994.
En los dos primeros años de esa administración, Werner fue asesor del entonces subsecretario de Ingresos, Gil Díaz.
Después, el ya economista por el ITAM, se fue a cursar el doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Entre 1995 y 1996, trabajó como economista en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ese último año fue invitado por Banco de México a su Dirección General de Investigación Económica. En la institución fue, también, director de Estudios Económicos de 1999 a 2003, año en que vuelve a la Secretaría de Hacienda.
El titular, Francisco Gil Díaz, lo invita a ser su coordinador de asesores y jefe de la Unidad de Planeación de la Secretaría, hasta la conclusión del gobierno de Vicente Fox.
Iniciado el gobierno de Felipe Calderón, el nuevo secretario de Hacienda, Agustín Carstens, lo nombra subsecretario de Hacienda y Crédito Público, cargo que ocupa hasta el 17 de agosto de 2010.
La salida de Carstens de Hacienda, a finales de diciembre de 2009, no le cayó muy bien a Werner pero, al mismo tiempo, le hizo crearse expectativas de que él podría ser su sucesor.
Y tenía los méritos, la experiencia y las relaciones suficientes con el mundo financiero, dentro y fuera del país.
Pero Calderón decidió que su amigo Ernesto Cordero –coordinador de asuntos económicos en la campaña presidencial; subsecretario de Egresos en SHCP primero, y luego secretario de Desarrollo Social-- sería el nuevo secretario de Hacienda.
Aunque nunca lo hizo público, fue un hecho reconocido que Werner manifestó acremente su disgusto y rechazó abiertamente a ponerse a las órdenes de quien ni siquiera era economista de profesión –Cordero es actuario por el ITAM--, sin reconocimiento en el medio financiero nacional e internacional y, peor, sin conocimiento pleno de la Secretaría de Hacienda ni carrera hecha en su interior.
Dejó el cargo hasta agosto de 2010, pues le pidieron --más bien lo forzaron, para no hacer tan evidente su berrinche-- que se quedara hasta que estuviera casi concluida la confección del paquete económico de 2011, que Cordero presentaría un mes más tarde.
Un año después, regresará al sector financiero, pero a servir a los intereses de BBVA Bancomer.
Como ya lo hace Guillermo Ortiz –exsecretario de Hacienda, exgobernador del Banco de México--, en Banorte-Ixe, a las órdenes de Roberto González Barrera, El Maseco.