MÉXICO, D.F. (apro).- La tasa de desempleo (TD) repuntó en el país por quinto mes consecutivo para ubicarse en 5.79% en agosto pasado, lo que representó que 2.83 millones de personas no encontraran oportunidad de enrolarse en el mercado laboral, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En otras palabras, unas 225 mil personas se sumaron al desempleo en el octavo mes del año. Pero eso no es todo. La población subocupada, o sea aquellas personas que declararon tener la necesidad y disponibilidad de trabajar más horas, representó 9% de la población ocupada. Este nivel también es el más alto del año. Los efectos de la desaceleración de la economía de Estados Unidos –principal socio comercial de México– ya comienzan a afectar al país. De hecho, los pronósticos del gobierno federal en la creación de empleos formales para este año se redujeron a 600 mil; mientras que en el 2010 lograron crearse unas 730 mil fuentes de trabajo. Sin embargo, la situación exhibe rasgos más preocupantes. El total de trabajos formales existentes en México cubre sólo 15 millones de plazas frente a las cerca de 13.8 millones de personas que laboran en la informalidad. Es decir, los niveles de informalidad están a un paso de equipararse a los empleos formales. La semana pasada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alertó que pese a la recuperación económica en México, el descenso en la tasa de desempleo ha sido modesto. “La informalidad en México ha repuntado ante la pérdida de empleos formales durante la crisis, sin indicativos de que el empleo formal esté comenzando a retornar a los niveles precrisis –cuando la tasa de desempleo se ubicaba en 4.5%–”, señaló el organismo encabezado por José Ángel Gurría. Y advirtió: “El incremento en la incidencia del empleo informal refleja el limitado rol de las medidas de apoyo al ingreso para las personas que pierden su empleo en México”.