Pide G-20 a EU sortear el "precipicio fiscal"
MÉXICO, D.F. (apro).- La economía del mundo, otra vez, en medio de la zozobra.
En la última reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 que se organiza bajo la presidencia de México –entrega la estafeta a Rusia al término de este mes--, los asistentes pintaron un panorama poco halagüeño:
--Es alta la posibilidad de que se materialice un ajuste fiscal restrictivo en Estados Unidos –alza de impuestos y recortes en gasto-- que afectará a todo el mundo.
--Persisten los riesgos y la volatilidad en los mercados financieros; la desconfianza de éstos dificulta los acuerdos entre países.
--En Europa no se han podido implementar, por su complejidad, los anuncios de política económica para paliar los problemas fiscales y de sobreendeudamiento.
--Japón tendrá problemas para financiar su presupuesto.
--Los países emergentes muestran debilidad y un crecimiento más endeble.
--El endeudamiento de los sectores público y privado, a escala global, si bien en proceso de reducción, sigue alto.
Luego de reunirse durante el domingo y este lunes en un hotel de la zona de Polanco, los ministros y titulares de bancos centrales terminaron el encuentro con poco optimismo.
Sin embargo, fueron más enfáticos en señalar las debilidades actuales de la economía internacional, que en las posibilidades reales de salir de ellas.
Puntuales en el diagnóstico, fueron más bien retóricos y voluntaristas en las soluciones y las respuestas.
El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, anfitriones de sus pares del G-20, fueron los encargados de señalar los compromisos asumidos en la reunión de la Ciudad de México.
En rueda de prensa, hicieron el balance de la presidencia mexicana del G-20. “Prácticamente todas las metas fueron cumplidas”, dijo Meade.
“Se avanzó un buen tramo y se progresó en recobrar la confianza, continuar estabilizando los mercados, reducir riesgos y vulnerabilidades y seguir impulsando un crecimiento sólido de largo plazo”, agregó el secretario de Hacienda.
Sin embargo, los principales riesgos están latentes: la eurozona no alcanza el sosiego aún, y el posible ajuste fiscal restrictivo en Estados Unidos puede ocasionar una fuerte contracción en 2013, que daría al traste con los magros avances logrados en las economías de todo el mundo.