MÉXICO, D.F. (apro).- El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) aseguró este lunes que, con la aprobación de las reformas estructurales, México podría ser “una isla de estabilidad y desarrollo económico”, pese al entorno adverso de la economía mundial que prevalecerá en los próximos años. Sin embargo, sostuvo que eso “difícilmente sucederá si dejamos pasar el tiempo sin un enfoque proactivo... Se requiere de un gobierno de clara vocación reformadora, en el Ejecutivo y en el Congreso de la Unión”, señaló el titular del CCE, Gerardo Gutiérrez Candiani. Añadió que las reformas estructurales, en este caso la hacendaria, la laboral y la energética, no deben estar atadas a intereses político-electorales de corto plazo, como moneda de cambio o susceptibles de regateo. Contrario a ello, dijo, que deben ser señales contundentes para los inversionistas, para que perciban en el país “la determinación de realizar cambios importantes que van en serio”. El CCE exhortó de nueva cuenta a los legisladores para que realicen un periodo extraordinario de sesiones en el que también se resuelvan los pendientes, entre ellos la Ley contra el Lavado de Dinero, “tan necesaria para acotar la capacidad operativa de la delincuencia, con mecanismos efectivos para la detección, persecución y castigo de este delito”, sostuvo. A decir del organismo empresarial, el 2013 está plagado de riesgos económicos prácticamente en todo el mundo, con aumentos en impuestos y recortes presupuestales en Estados Unidos; problemas en China, que continúa desacelerándose; volatilidad en el precio del petróleo, y la grave crisis de la Unión Europea, donde todavía no se pueden descartar desenlaces de consecuencias imprevisibles. Gutiérrez Candiani advirtió también que “el potencial de contagio es enorme y no sólo para las economías de la zona europea”, sino también para México. “Las soluciones implementadas no han conseguido disipar la incertidumbre en los mercados y generar esperanza en la población. Cada día es más claro que sólo con reformas estructurales se producirá un punto de inflexión que dé respiro a los países con mayores problemas y viabilidad al bloque en su conjunto”, explicó. México debe aprovechar “la estabilidad económica” que la caracteriza, recalcó el CCE, luego de señalar que la economía mexicana está envuelta en “el manejo consistente y responsable” de la política macroeconómica que le ha dado buenos dividendos al país y lo ha colocado en una posición “sólida” frente a la de otros países que transitan por escenarios de déficit fiscal, desconfianza de los mercados, desaceleración o recesión. Tras ello, llamó a un pacto por el fortalecimiento de la democracia y el despegue económico del país, e instó a la clase política, así como al virtual ganador de la pasada elección presidencial (el priista Enrique Peña Nieto), a la izquierda, a los empresarios y a los ciudadanos, a remar a hacia un solo objetivo: “que México haga la diferencia en esta época de incertidumbre”. Sobre la izquierda, reconoció que es necesaria para “contribuir decididamente en la construcción de las reformas que necesita el país, aportando su visión y sensibilidad social” Añadió: “Su participación es fundamental, y una señal clara de su disposición de tender puentes dará un impulso trascendente al avance y al progreso de México”.