MÉXICO, D.F. (apro).- Pese a las fortalezas macroeconómicas que tiene el país ante el exterior, México arrastra problemas estructurales que lo obligan a registrar un crecimiento “inercial” durante los últimos 30 años, alertó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). En sentido contrario al discurso del gobierno federal, que en los últimos años presumió que la economía marcha “viento en popa”, para el organismo presidido por Alberto Espinosa Desigaud, México es un país de “media tabla” entre las naciones más competitivas del mundo. Al dar su mensaje semanal, la Coparmex señaló que “a pesar de todas nuestras fortalezas, México no es inmune a los riesgos externos, lo que nos obliga a revisar los problemas estructurales de nuestra economía”. Enseguida advirtió sobre el “crecimiento económico inercial” en los últimos 30 años, con un promedio anual de 2.6%, y altos niveles de desigualdad, con 52 millones de mexicanos viviendo en la pobreza, de los que 12.8 millones lo hacen en condiciones de pobreza extrema. Peor aún, con un desarrollo regional desigual y amplias zonas del país caracterizadas por escasas oportunidades de desarrollo productivo. No sólo eso, también existe un déficit importante de desarrollo democrático en algunas entidades, especialmente por la opacidad en el manejo de los recursos públicos “que caracteriza a muchos gobiernos locales”. A escala internacional, la situación no es nada alentadora, según el organismo patronal: México se ubica en el sitio 58 de 139 países en el Índice de Competitividad Global, realizado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés); mientras su nivel de recaudación es menor a 17%, debajo de naciones como Brasil y Argentina. En suma, los fundamentos macroeconómicos mexicanos, como las reservas internacionales (de 159 mil millones de dólares); la baja inflación (menor a 4%); el déficit público (inferior a 3% del PIB), y la deuda pública “manejable en términos de plazos e intereses”, que asciende a 43% del PIB, sirven para mantener la estabilidad, pero en “crecimiento inercial”. Sin embargo, este modelo no alcanza para tener 6% de crecimiento económico anual, mucho menos para combatir la pobreza, la desigualdad y el desempleo. Ante esta situación, Espinosa Desigaud señaló que “nuestras expectativas de crecimiento para la economía mexicana en 2012 se mantienen alrededor de 4% anual, creemos que la inercia de crecimiento que ha observado nuestra economía durante los últimos 30 años se mantendrá, y ello nos permitirá enfrentar el 2013 y, desde ahí, seguir construyendo nuestro futuro como país”. Sin embargo, la Coparmex aclaró que frente a la posibilidad de un entorno adverso, México debe tomar las decisiones que lo conviertan en un ejemplo de innovación en el mundo, con acciones eficaces de manejo económico y una agenda amplia de libertades económicas y políticas. “Sólo así podremos abandonar la media tabla de los países competitivos y convertirnos en la economía pujante y en crecimiento que permita una mayor prosperidad para las familias mexicanas”, sentenció el líder patronal.