MÉXICO, D.F. (apro).- En enero pasado, el desempleo en el país se disparó a 5.42%, el máximo nivel de los últimos 16 meses, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). De hecho, la tasa de desocupación (TD) registrada en el primer mes del año es superior a la de enero de 2012, cuando se ubicó en 4.90% anual. No sólo eso, en cifras desestacionalizadas, la desocupación también incrementó, ya que a escala nacional fue de 5.27%, tasa superior en 0.25 puntos porcentuales a la del mes previo. De acuerdo con el organismo presidido por Eduardo Sojo, 25.5% de los 2.5 millones de desocupados no completó los estudios de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción representaron a 74.5% de los desempleados. Por otra parte, las entidades federativas que tuvieron incremento en las personas sin trabajo fueron Baja California Sur, Campeche, Colima, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán. Lo que prácticamente se mantiene sin cambios es la informalidad y la subocupación. En enero anterior, en México seis de cada diez personas laboraban en condiciones precarias, sin seguridad social ni prestaciones, tampoco contaban salarios fijos ni servicios de salud de calidad. En esta situación están 28.9 millones de mexicanos. Mientras que la población subocupada, que es la que declaró tener la necesidad de laborar horas extra ante la insuficiencia de su salario, ascendió a 3.9 millones, que representan 8.8% de la población ocupada. Según un análisis de Banamex, “esta capacidad de creación de nuevas plazas no resulta suficiente para lograr un descenso del desempleo”. Luego advirtió que “la tasa de desocupación ya apunta una tendencia creciente desde finales del año pasado. Aun cuando estimamos que el desempleo frene su marcha ascendente en lo que resta del año, los niveles actuales son muy altos”. Eso no es todo, los analistas auguraron que en el terreno del empleo las tasas complementarias (informalidad, presión general del empleo, tasa de trabajo asalariado, condiciones críticas de ocupación) no mejoraron sustancialmente las condiciones laborales.