México "estancado" en competitividad, alerta IMCO

miércoles, 10 de julio de 2013 · 18:10
MÉXICO, D.F. (apro).- México “está estancado” y, si avanza, lo hace a paso lento ante la incapacidad de la clase política para realizar reformas estructurales que impulsen el crecimiento económico, advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). En 2013, México ocupa la posición 32 entre 46 países en materia de competitividad, considerada como la capacidad para atraer y retener talento e inversión. En otras palabras, el país se encuentra en la misma posición que hace 11 años en relación con las principales economías del mundo, según el Índice internacional de competitividad 2013, México ante la revolución energética del siglo XXI, presentado esta mañana por el director del organismo, Juan Pardinas. Con un producto interno bruto (PIB) per cápita de 10 mil 47 dólares, México no logra salir de la zona media de la tabla y mucho menos llegar a los niveles de quienes ocupan el ‘top 10’, como Suiza, Dinamarca, Suecia, Holanda, Irlanda, Reino Unido, Bélgica, Japón, Australia y Noruega, que registran un PIB per cápita de 58 mil 951 dólares. De 2001 al 2011, el país sólo ha avanzado en los rubros económico y social. De ahí en fuera se mantiene igual en el aspecto político, mientras que se desplomó nueve lugares en materia de gobierno; en menor medida, relaciones internacionales, medio ambiente, innovación y derecho. Para el IMCO, a pesar del buen comportamiento de las variables macroeconómicas y de algunos avances en lo social y en lo político, el país no ha podido crear las condiciones para que la economía “despegue”. “En términos absolutos es cierto que México está mejor que hace 11 años: los indicadores de ingreso, educación, salud y consumo son, sin duda, mejores. Sin embargo, muchas naciones similares a México –como Chile, Perú, Brasil o Colombia en América Latina, y muchas otras en Asia-- han avanzado a un ritmo mucho mayor”, aseguró. Según Pardinas, en 2013 el Ejecutivo y el Congreso de la Unión tienen ante sí la oportunidad de realizar una reforma constitucional al sector de petróleo y gas que podría transformar el destino de México. También precisó que mientras Estados Unidos vive un auge energético, la producción en México se encuentra en crisis. “Con un sector de hidrocarburos más cerrado que el de Cuba, Irán y Corea del Norte, la producción de petróleo ha caído 25% en los últimos nueve años y la producción de gas no alcanza para cubrir la demanda nacional y las necesidades del sector industrial”, deploró. El directivo del IMCO advirtió que de no hacer los cambios necesarios al sector, “corremos el riesgo de perder competitividad industrial, de quedarnos con los recursos atrapados en el subsuelo, y de que México sea incapaz de adaptarse al nuevo orden energético global”. Lo anterior encaja en un contexto donde el mundo vive una nueva era de los hidrocarburos. “Los avances tecnológicos han permitido que muchos recursos antes inaccesibles hoy sean viables técnica y comercialmente”, precisó. De acuerdo con el organismo, los cuatro objetivos que la reforma debe buscar son: maximizar el valor de la renta petrolera; garantizar la seguridad energética y fortalecer la competitividad del país; convertir al sector en una palanca del desarrollo industrial y tecnológico, así como transformar la renta petrolera en bienestar de largo plazo. En términos numéricos, acotó, concretar una reforma energética que garantice una mayor apertura al sector y sea capaz de atraer inversiones abonará 1.7% más al crecimiento económico de México. Una reforma energética de ese calado, insistió, “abonaría 1.7% más al producto interno bruto (PIB) del país, lo que implica generar unos 310 mil 230 empleos formales al año y cuadriplicar los actuales niveles de inversión extranjera directa”, resaltó Juan Pardinas.

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