MÉXICO, D.F. (apro).- Luego de un débil arranque de año para la economía mexicana, el optimismo volvió a la cúpula empresarial, que este lunes aseguró que “se espera un segundo semestre con mejores perspectivas, dejando atrás un largo periodo de atonía que comenzó desde mediados del 2012”. En su mensaje semanal, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) destacó que “aunque persisten claroscuros que impiden tener total certeza en las expectativas, son más las señales positivas y éstas también son más contundentes, de forma tal que podamos pensar en un punto de inflexión para acceder a una etapa de mayor dinamismo”. También resaltó que la economía estadunidense, principal socio comercial de México, tendrá una mejoría durante el segundo semestre del año, lo que impulsará las exportaciones mexicanas. En tanto, en el motor interno, el consumo privado ya mostró signos de recuperación, así como la confianza del consumidor y las cifras de empleo. Asimismo, celebró que la industria de la construcción empezó a dejar el terreno de los números negativos, apoyada por el cumplimiento del gasto público. En síntesis, “vemos un segundo semestre significativamente mejor, y que hay condiciones para que terminemos el año con un crecimiento como el pronosticado, de 2.7%. El gran desafío sigue siendo crecer a 5% de manera sostenida: que la recuperación trascienda la inercia”, acotó el organismo presidido por Gerardo Gutiérrez Candiani. Sin embargo, el organismo empresarial no canta victoria por completo al señalar que “es prematuro confirmar un cambio firme del panorama, en cuanto a que estemos ante una fuerte reactivación, pero existe clara mejoría en variables clave, que tienen que ver más directamente con el bolsillo de la gente”. Para el CCE la solución para crecer de manera sostenida es la puesta en marcha de las reformas estructurales, principalmente las leyes reglamentarias de la energética. “Tan sólo la reforma energética, en tanto tengamos una legislación complementaria adecuada, cuenta con el potencial de incrementar el crecimiento anual en cerca de 1.5% del PIB, con efectos inmediatos en la inversión y el empleo en 2015 y cobrando fuerza en lo sucesivo”, previó. Luego agregó que “es preciso que este pendiente legislativo quede listo, porque en lo sucesivo, en el periodo ordinario que inicia en septiembre, viene la prioridad del paquete económico 2015, para lo cual se requiere de certeza en las bases presupuestarias, así como de un entorno idóneo para una revisión objetiva de los resultados de la política tributaria vigente y de alternativas viables para impulsar el crecimiento”.