MÉXICO, DF (apro).- El optimismo que dejó la presunta modernización de Petróleos Mexicanos (Pemex) gracias a la reforma energética –y que provocó el alza en su calificación crediticia a “A3” por parte de Moody’s– se desplomó ante la creciente deuda de la empresa dirigida por Emilio Lozoya Austin. La autonomía directiva y presupuestaria, así como su eficiencia operativa en esta nueva etapa como “empresa productiva del Estado”, quedaron rebasadas luego de que la agencia Moody’s Investors rebajó la calificación crediticia de Pemex a “Baa1” desde “A3”. En rueda de prensa, la analista de esta calificadora Nimya Almeida señaló que “el año pasado, cuando revisamos las métricas crediticias de Pemex, eran muy fuertes, pero hubo un deterioro muy importante en 2015, y eso no estaba en las proyecciones… Tan sólo en este año se han tomado 21 mil millones de dólares de deuda”. Pero el diagnóstico sobre Pemex elaborado por la agencia con sede en Nueva York es todavía más sombrío: “Moody’s considera que los indicadores crediticios de Pemex se deteriorarán aún más en el corto a mediano plazo, debido a que los precios del petróleo continúan deprimidos, la producción continúa cayendo, los impuestos permanecen altos, y las necesidades de inversión de la compañía son financiadas con deuda”. De hecho, todas las calificaciones de la petrolera fueron condicionadas a perspectiva negativa ante el desplome de los precios del combustible, así como la baja en su producción. Mauro Leos, analista soberano de Moody’s, acotó que el desempeño fiscal, el impacto de las reformas y la capacidad de acceso al financiamiento en los mercados internacionales son factores bien cimentados que mantendrán la calificación soberana del país, pese a la baja que realizó en su principal empresa energética. También comentó que “a futuro vemos que Pemex aporte menos de 25% a los ingresos del gobierno, y este año van a ser particularmente bajos, a 17%, pero posteriormente vemos una menor dependencia”. Descarta Videgaray apoyos a Pemex El secretario de Hacienda Luis Videgaray descartó que el gobierno federal pueda apoyar financieramente a Petróleos Mexicanos. Luego de asistir a la firma del Convenio de Cooperación para la Competitividad, Promoción, Desarrollo y Modernización del Comercio Exterior, el funcionario señaló: “Parte de los objetivos de la reforma energética es que Pemex deje de ser una dependencia burocrática y se convierta realmente en una empresa productiva, independiente del Poder Ejecutivo, con capacidad y autonomía de gestión, eso es lo que está ocurriendo”. El encargado de las finanzas públicas del país precisó que “el presupuesto de Pemex ha sido aprobado ya por la Cámara de Diputados bajo principios de la reforma energética; se separó del control presupuestal directo de Hacienda a Pemex, lo mismo que a CFE; ahora quien toma las decisiones financieras respecto de Pemex es su propio consejo de administración”.