Banco Mundial recorta a 2.6% previsión de crecimiento en México

miércoles, 10 de junio de 2015 · 22:26
MÉXICO, D.F. (apro).- Pese al optimismo oficial sobre el funcionamiento de la economía mexicana, el Banco Mundial (BM) bajó su previsión de crecimiento económico a 2.6%, desde un 3.3% para 2015. Al presentar el informe Perspectivas Económicas Globales en Washington, el organismo internacional detalló que la economía mexicana sigue afectada por la abrupta caída del precio del petróleo, además del lento avance de la economía estadunidense, principal socio comercial de México. La confianza de los inversionistas aún no se recupera del todo en nuestro país, por lo que la institución liderada por Jim Yong Kim también redujo su pronóstico para el 2016 a 3.2% desde 3.8%. El BM destacó la labor del Banco de México (Banxico) ante la volatilidad en el tipo de cambio, al inyectar de manera diaria 52 millones de dólares, más 200 millones en caso de que el peso se deprecie más de 1.5% de un día otro. Eso sí, advirtió que el primer aumento de las tasas de interés que decrete la Reserva Federal en Estados Unidos, desde la crisis financiera mundial, podría desencadenar la inestabilidad de los mercados y reducir los flujos de capital hacia las economías emergentes en hasta 1.8 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB). Mal agüero para economías emergentes El panorama para las economías emergentes no es halagador: El BM dejó claro que en el momento que la Fed decida incrementar las tasas, la situación dañaría en especial a los mercados emergentes más vulnerables y con perspectivas de crecimiento en descenso, como es el caso de México. Mientras que en los mercados exportadores de productos básicos que ya bregan por ajustarse a los persistentes precios bajos de los bienes primarios o en los países con políticas fiscales inciertas, una desaceleración en los flujos de capital profundizaría los desafíos en esta materia. Ayhan Kose, director de Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial, señaló que “a menos que los mercados emergentes hayan implementado medidas prudentes en sus políticas financieras que les permitan ser resilientes a nivel fiscal y ante los embates externos, es probable que enfrenten problemas graves a la hora de sortear las turbulencias y otras posibles consecuencias de la política restrictiva de la Reserva Federal”. Además, la caída en los precios del petróleo y de otros productos básicos estratégicos ha intensificado la desaceleración de las economías en desarrollo, muchas de las cuales dependen de la exportación de estos bienes. En tanto que los importadores de productos primarios se benefician de la inflación más baja, las presiones por aumentar el gasto fiscal, además de los bajos costos de importación y precios del crudo, hasta la fecha han sido lentos en incentivar la actividad económica. Así las cosas. En Brasil, otra de las principales economías, se espera una contracción de 1.3% ante una caída en la confianza de los inversionistas y empresas debido a las investigaciones por Petrobras. Ya para el periodo 2016-2017 se proyecta que el crecimiento de la región repunte a 2.4%, en promedio, en la medida en que América del Sur salga de la recesión y el sólido crecimiento de Estados Unidos potencie la actividad en América del Norte y Central y en el Caribe. Europa y Asia, a la baja Según el Banco Mundial, el crecimiento de Europa y Asia Central se desacelerará a 1.8% en 2015, dado que el colapso del precio del petróleo, las tensiones geopolíticas y los efectos secundarios relacionados, incluido los provenientes de Rusia, se han visto contrarrestados solo en parte por una leve recuperación en la zona del euro. Para los orientales, el panorama no mejora, ya que el BM espera que el crecimiento de Asia oriental y el Pacífico reduzca su ritmo a 6.7% en 2015 y se mantenga estable en los dos años siguientes. Esto refleja una desaceleración sostenida en China que se ve contrarrestada por la leve recuperación del resto de la región. Como importadora neta de petróleo, se proyecta que la región se beneficiará de los menores precios de los combustibles. Indonesia y Malasia, exportadoras de productos básicos, enfrentan presiones debido a la caída en los precios mundiales del petróleo, gas, carbón, aceite de palma y caucho.

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