CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El peso no ha logrado detener su caída frente al dólar, que este martes se disparó a 18.30 al mayoreo, cifra no vista desde el pasado 17 de febrero según el Banco de México (Banxico). Sin embargo, en sucursales bancarias el billete verde se ofreció en 18.57 unidades, 30 centavos menos que ayer, cuando se cotizó en 18.60 pesos a la venta. Y, mientras, los inversionistas buscan refugio en la moneda estadunidense a solo un día de que la Reserva Federal dé a conocer la minuta de su última reunión en torno de la política monetaria de Estados Unidos, que se espera incremente las tasas de interés en junio próximo. Pero además el tipo de cambio está sujeto a riesgos, como el débil crecimiento de la economía mundial, en particular de China, y depende de la volatilidad en los precios internacionales del petróleo, que este martes registraron ganancias. Por su lado, la mezcla mexicana alcanzó los 40.20 dólares por barril. El “efecto Reserva Federal” llegó a los mercados de capitales, que hoy presentaron caídas. Así, por ejemplo, el índice industrial Dow Jones se desplomó 1.02%, el Standard & Poor’s 500 retrocedió 0.94% y el tecnológico Nasdaq disminuyó 1.25%. En México, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) aumentó 0.06%. Consecuencias de la depreciación La depreciación del peso ya ha tenido consecuencias en la percepción y finanzas del país, según la Fundación de Estudios Financieros (Fundef AC). De acuerdo con el organismo, los sectores público y privado revelan una exposición importante al tipo de cambio. Por ejemplo, apuntó, el monto Financiamiento Externo al Sector Público se ha incrementado 40% desde diciembre de 2012 hasta junio de 2015. “Esto implica que el sector público se ha endeudado de forma muy considerable con recursos del exterior. Y el problema de la deuda en moneda extranjera es que el ingreso del gobierno es fundamentalmente en pesos”, explicó Fundef. Además, en el periodo en que se ha depreciado el peso desde 2014 se observa un incremento en el Riesgo País. Según el organismo se aprecia una relación que puede ser causal, lo que implica que los inversionistas pudieron haber detectado alguna variable económica del país que les causa preocupación. Hay otro factor de vulnerabilidad: el monto de valores del gobierno emitidos en pesos y que son propiedad de extranjeros. Esto quiere decir que los extranjeros tienen una importancia fundamental dentro del mercado de bonos de deuda gubernamental en México, ya que tenían más de 50% en circulación para fines de 2015. Y el efecto de la depreciación del tipo de cambio es un deterioro en el valor de su inversión. Con todo ello, el peso mexicano es una de las monedas con menor depreciación respecto al dólar, porque el peso argentino ha perdido su valor en casi 80% de enero de 2015 a febrero de este año, y el real brasileño en poco más de 50%, mientras el rublo ruso y el peso colombiano se han depreciado alrededor de 40%. En el caso de nuestra moneda, ha registrado una pérdida de 25%.