CIUDAD DE MÉXICO (apro).—El peso logró contener su desplome frente al dólar, tras dos días consecutivos de depreciación. Sin embargo, el tipo de cambio se mantiene en niveles superiores a los 18 pesos por dólar. En sucursales bancarias, el billete verde cerró la jornada en los 18.70 pesos; mientras que a nivel interbancario se cotizó en 18.45 unidades, apenas 0.07% menos que el pasado miércoles, según datos del Banco de México (Banxico). La volatilidad en el mercado cambiario continúa, a un día de que la Reserva Federal (Fed) diera a conocer la minuta correspondiente a la última reunión de los miembros que integran su comité. Asimismo, el Banxico emitió su minuta correspondiente en la que advierte de un “entorno muy complejo”. De hecho, el tono del mensaje por parte de los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central fue el siguiente: “La mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno coincidió en que el Banco de México, al conducir la política monetaria, enfrenta un entorno muy complejo, a lo que un miembro destacó la importancia de evaluar cuidadosamente la respuesta adecuada de política monetaria y, en particular, que se procure que esta siga contribuyendo al anclaje de las expectativas de inflación”. Eso no es todo, el peso enfrenta otros riesgos como la especulación de los inversionistas, el proceso electoral de Estados Unidos, la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea, los riesgos para la estabilidad económica de China, los conflictos geopolíticos, así como la volatilidad de los petroprecios que hoy apuntaron su segundo día consecutivo a la baja. Podrían activarse las subastas de dólares De acuerdo con BBVA Research, en lo que va del mes de mayo, el peso mexicano registra una depreciación de alrededor de 7.4%, por consiguiente, dibuja dos escenarios en los que la institución encabezada por Agustín Carstens puede actuar: En caso de que el peso vuelva a depreciarse significativamente, Banxico podría intervenir no sólo activando el mecanismo de venta de dólares a discreción, sino incluso también podría incrementar la tasa de política monetaria en 50 puntos base adicionales. “Esto lo haría el banco central con la finalidad de encarecer las posiciones cortas en contra del peso, tal y como lo hizo en febrero pasado, previniendo depreciaciones mayores y una posible salida de flujos”. Si dicho escenario no se materializa, precisó, y si la Reserva Federal incrementara su tasa de referencia en la reunión de junio próximo, el banco central de nuestro país tomaría la misma acción y lo podría hacer de manera inmediata, es decir, sin esperar a su reunión del día 30 de junio. Por lo pronto, el tipo de cambio continúa golpeado por la especulación.