Mejora el FMI previsión de crecimiento de México

martes, 19 de julio de 2016 · 21:57
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Pese al golpe que recibió la economía mundial derivado del Brexit, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró la perspectiva de crecimiento económico de México de 2.41 a 2.5% para este año. En contraste, para el 2017 la proyección se mantuvo intacta y se prevé un Producto Interno Bruto (PIB) de 2.6%... La mala noticia es que el FMI pronosticó que la economía estadunidense, principal socio comercial de nuestro país, bajó a 2.2 desde el 2.4% previo, debido al crecimiento más débil de lo esperado en el primer trimestre. Por su parte en China, la segunda economía más grande del orbe, se espera que su crecimiento repunte en 0.1 puntos porcentuales, para ajustarse a 6.6% en 2016, ya que los efectos del Brexit probablemente sean moderados “en vista de los flujos comerciales reducidos y los vínculos financieros limitados con el Reino Unido”. De hecho las perspectivas de otras economías de mercados emergentes y en desarrollo siguen siendo diversas y se mantienen prácticamente sin variación respecto de lo proyectado en abril. No obstante, el repunte en el grupo de economías de mercados emergentes coincide con una disminución en las economías de bajo ingreso. En este entorno, las economías más afectadas son las desarrolladas, en particular, el Reino Unido y Europa. “Reino Unido y Europa serán las más golpeadas por los efectos del referéndum celebrado el 23 de junio, el cual provocó un cambio de gobierno en Gran Bretaña. El crecimiento mundial, que de por sí sigue siendo lento, se verá afectado como consecuencia de ello, lo que obligará a las autoridades económicas a reforzar sus sistemas bancarios y ejecutar los planes establecidos para llevar a cabo las reformas estructurales que son muy necesarias”, advirtió el FMI. Alarma por Brexit Precisó que las autoridades de política económica en el Reino Unido y la Unión Europea deben contribuir de manera decisiva a reducir la incertidumbre que podría debilitar aún más el crecimiento en Europa y otras regiones del mundo. El organismo encabezado por Christine Lagarde instó a las autoridades a formular un “proceso de transición hacia el nuevo marco de relaciones comerciales y financieras que regirá después del Brexit”, para que sea “ordenado y previsible y preserve en la mayor medida posible los beneficios generados por el comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea”. De hecho, el FMI proyecta un crecimiento de la economía mundial de 3.1 en el presente año y 3.4% en 2017. Estos pronósticos representan una revisión a la baja de 0.1 puntos porcentuales para ambos años respecto de la edición de abril de Perspectivas de la economía mundial. El Brexit significará un duro golpe para el Reino Unido, pues esa economía crecerá a 1.7% este año, es decir, 0.2 puntos porcentuales menos que la previsión anterior. Sin embargo, para el próximo año el crecimiento en este país se desacelerará a 1.3%, una reducción de 0.9 puntos porcentuales respecto de la estimación de abril y la mayor revisión a la baja de todas las economías avanzadas. De hecho, el organismo internacional reprochó que “si no hubiera sido por el Brexit, el FMI estaba dispuesto a mantener sus previsiones para este año prácticamente sin variación, en un entorno en que el crecimiento mayor de lo esperado en la zona del euro contrarrestaba el crecimiento decepcionante en Estados Unidos durante el primer trimestre”. Eso no es todo, el FMI también estaba dispuesto a elevar ligeramente sus previsiones para 2017, en 0.1 puntos porcentuales, gracias al mejor desempeño económico en unos pocos mercados emergentes grandes, sobre todo en Brasil y Rusia. Los escenarios Pero el destino del Reino Unido fue otro y ante ello el Fondo prevé dos escenarios: En el primero, las condiciones financieras son más restrictivas y la confianza de los consumidores más débil de lo previsto actualmente, tanto en el Reino Unido como en el resto del mundo, hasta el primer semestre de 2017, y una parte de los servicios financieros ubicados en el Reino Unido se traslada gradualmente a la zona del euro. En fin, el resultado sería una desaceleración aun mayor del crecimiento mundial durante este año y 2017. En el segundo y peor escenario se prevé una intensificación de la tensión financiera, especialmente en Europa, un endurecimiento de las condiciones financieras y efectos mucho más pronunciados sobre la confianza. No sólo eso, ya que los acuerdos comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea volverían a basarse en las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). En este contexto, “la economía mundial experimentaría una desaceleración más significativa” durante el resto de 2016 y 2017, que sería más pronunciada en las economías avanzadas”.  

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