Banxico eleva a 7% la Tasa de Interés Interbancaria
CIUDAD DE MÉXICO (apro).— Por séptima ocasión consecutiva, el Banco de México (Banxico) decidió incrementar en 25 puntos base la Tasa de Interés Interbancaria, para ubicarla en 7%.
Al dar a conocer el Anuncio de Política Monetaria, el banco central explicó que dicha alza tiene el objeto de fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación y reforzar la contribución de la política monetaria al proceso de convergencia de la inflación a su meta.
Además, consideró el recién incremento de las tasas estadunidenses por parte de la Reserva Federal, que colocó la semana pasada en un rango entre el 1% y 1.25%.
“La Junta de Gobierno considera que con el incremento que hoy se anuncia, y tomando en cuenta la naturaleza transitoria de los choques que han impactado a las cifras de inflación, la información con la que actualmente cuenta, el horizonte de tiempo en el que operan cabalmente los canales de transmisión de la política monetaria, así como las previsiones que se tienen sobre la economía, el nivel alcanzado en la tasa de referencia es congruente con el proceso de convergencia eficiente de la inflación al objetivo de 3%”, señaló la institución encabezada por Agustín Carstens.
El Banxico explicó que, desde la última decisión de política monetaria, las condiciones en los mercados financieros nacionales continuaron mejorando.
La cotización del peso redujo su volatilidad y registró una apreciación considerable. Por su parte, las tasas de interés de corto plazo mostraron un incremento, en línea con las acciones de política monetaria, en tanto que las de mediano y largo plazo disminuyeron.
Por lo que respecta a los diferenciales de las tasas de interés entre México y Estados Unidos, estos continuaron registrando aumentos considerables para horizontes de corto plazo y ligeras reducciones para aquellos de mediano y largo plazo.
Viene lo peor
Sin detallar cuándo, el Banxico adelantó que se prevé que la inflación general anual alcance su nivel máximo en los próximos meses para después retomar una trayectoria descendente.
La institución encargada de la política monetaria del país reconoció que ha continuado con el proceso de ajuste al alza ante diversos choques, tales como la depreciación de la moneda nacional desde mediados de 2014, la liberalización de los precios de los energéticos al inicio de 2017, así como el incremento del salario mínimo en enero pasado.
En adición a ello, recientemente se presentó un incremento en las tarifas de autotransporte y los precios de algunos productos agropecuarios subieron más de lo anticipado. Así, la inflación general alcanzó un nivel de 6.30%, el mayor de los últimos ocho años.
Eso no es todo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) está sujeto a riesgos que pueden encarecer aún más los productos.
La principal amenaza es que, ante la simultaneidad y magnitud de los choques descritos, se presenten efectos de segundo orden sobre la inflación, reflejándose en incrementos en sus expectativas.
También persisten los riesgos de que se dé una reversión en la apreciación que ha registrado la moneda nacional y de que se observen incrementos en los precios de los bienes agropecuarios, aunque el impacto de estos últimos sobre la inflación sería transitorio, adelantó el Banxico.
Finalmente, tomando en consideración que las condiciones en el mercado laboral han venido estrechándose, la evolución de los costos unitarios de la mano de obra podría empezar a reflejarse en la inflación.
La economía se desaceleró
En su comunicado, el organismo central, señaló que la actividad económica en México mostró indicios de una cierta desaceleración hacia finales del primer trimestre de 2017.
En particular, explicó, si bien la demanda externa mantuvo una trayectoria positiva, el consumo privado exhibió un menor dinamismo al observado a finales de 2016, al tiempo que se acentuó la atonía que la inversión ha venido presentado, lo que ha respondido en parte a la incertidumbre sobre el futuro de la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
“De esta manera, no se aprecian presiones significativas sobre los precios provenientes de la demanda agregada”, afirmó.
Por su parte, el mercado laboral parecería ya no tener holgura, aunque esto no se ha visto reflejado en presiones salariales de consideración. De esta forma, el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja, si bien con cierta mejoría en el margen, debido principalmente a la percepción de que la probabilidad de que se materialicen los riesgos más extremos ha disminuido.
Al pendiente de la Fed
Para el Banco de México, la actividad económica mundial continuó expandiéndose en lo que va del año.
En Estados Unidos los indicadores oportunos parecen sugerir que en el segundo trimestre ha persistido una recuperación del crecimiento de la actividad a un ritmo moderado. Destaca que el mercado laboral siguió fortaleciéndose.
Si bien la inflación medida a través del deflactor del consumo ha atenuado recientemente su tendencia alcista, la Reserva Federal anticipa que esta converja gradualmente hacia su meta de mediano plazo de 2%, toda vez que la Fed considera que la disminución reciente de este indicador obedece a factores transitorios.
En este contexto, en su decisión de junio, la Fed, encabezada por Janet Yellen, incrementó el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 25 puntos base, en línea con lo anticipado.
En su comunicado subrayó que el retiro del estímulo monetario seguirá a un ritmo gradual, si bien señaló que se mantendrá atenta al comportamiento que tenga la economía y en particular la inflación en el futuro. Adicionalmente, describió sus planes para iniciar con toda prudencia el proceso de reducción de su balance en los próximos meses, si la economía evoluciona conforme a lo esperado.