WASHINGTON (apro).- México y Canadá se librarían de la imposición de tarifas arancelarias a sus exportaciones de acero y aluminio si firman un acuerdo con Washington sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), condicionó el presidente Donald Trump.
Sin exponer cuáles serían los parámetros para decretar un acuerdo sobre el TLCAN desde su punto de vista, Trump apuntó, en rueda de prensa junto al primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, que seguirá adelante con la imposición de aranceles de 25 y 10% a las exportaciones de acero y aluminio de otros países.
“En estos momentos estamos trabajando en el TLCAN, si logramos alcanzar un acuerdo con Canadá y México sobre el TLCAN, entonces no habría razón para imponer tarifas a Canadá y México”, afirmó Trump.
En el encuentro con los periodistas en la Casa Blanca, el presidente estadunidense insistió en que sigue adelante con su plan de imponer aranceles al acero y aluminio de otros países que, bajo su punto de vista, no han sido justos en sus relaciones de intercambio comercial.
“Con otros países no tenemos opción, a menos que hagan algo por nosotros. Por ejemplo, si la Unión Europa (EU) elimina algunas de las horribles barreras que imposibilitan la entrada de nuestros productos, entonces comenzaremos a hablar; de otra forma lo dejaremos como está”, amagó Trump.
La amenaza de imponer aranceles más elevados a las importaciones de acero y aluminio tiene preocupados a los líderes del Partido Republicano en el Congreso federal, quienes han pedido a Trump que se desista de su idea unilateral y proteccionista.
El temor republicano es que el presidente Trump provoque una guerra comercial con la que se incrementaría el precio de muchos productos de importación en el mercado estadunidense, generando con ello inflación y pérdida de ahorro en las familias.
El mandatario estadunidense justificó su deseo de imponer las sanciones con el argumento de que el mundo ha sido injusto en su trato comercial con Estados Unidos, provocando con ello un déficit comercial de 800 mil millones de dólares al año.
Frente a las represalias que sufriría Estados Unidos si sube los aranceles de importación al acero y al aluminio, Trump contestó con un desafío a las naciones europeas. Señaló en este sentido que la UE no resistiría que le impusiera un arancel de 25% a sus exportaciones de automóviles.
“No tenemos otra opción”, justificó Trump, quien la semana pasada anunció que sería esta semana cuando firme la orden ejecutiva con la que aumentaría los impuestos a las importaciones de acero y aluminio.
Hasta el momento la Casa Blanca no ha dado a conocer la fecha de la firma de la orden ejecutiva, a la que muchos califican como el detonador de una guerra comercial con consecuencias económicas negativas para la gran mayoría de las naciones del planeta.