CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China provocó que el peso cerrara la semana con una depreciación de 0.68% o 12.4 centavos, cotizando cada dólar en sucursales bancarias en 18.60 unidades. Ni el panorama más claro para dar cauce al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pudo darle fuerza al peso, luego de que oficiales de México, Canadá y Estados Unidos emitieron comentarios favorables sobre reuniones que se han llevado a cabo en Washington, destacando que ha habido un progreso importante en asuntos como las reglas de origen del sector automotriz. De acuerdo con el análisis de Banco Base, todavía no se han dado a conocer avances concretos, pero los mercados especulan que en los próximos días habrá noticias positivas, por lo que es probable que el tipo de cambio regrese a niveles cercanos a 18 pesos por dólar. En el mercado predominó el nerviosismo en torno a la relación entre el país gobernado por Donald Trump y China. Desde el comienzo de la semana se complicó el panorama para el comercio internacional, cuando China advirtió que las medidas de represalia contra las importaciones estadunidenses anunciadas el pasado 23 de marzo, sobre 128 productos entraron en vigor. “La situación se complicó avanzada la semana, pues Estados Unidos publicó la lista de productos a los que planea aplicar aranceles y además, amenazó con aplicar impuestos adicionales a 100 mil millones de dólares de importaciones chinas”, detalló el Banco Base. Por ahora, el Ministerio de Comercio de China se ha limitado a decir que las acciones de Estados Unidos están extremadamente equivocadas y que no dudarán en responder. El análisis concluyó: “No se puede descartar que China aplique nuevos aranceles en contra de Estados Unidos o que busque otras medidas para ejercer presión sobre el gobierno estadounidense. Es importante recordar que con datos al mes de enero, China es el mayor acreedor internacional del gobierno de Estados Unidos, al poseer el 7.1% de su deuda total, por lo que podría ejercer presión sobre la tasa de interés de Estados Unidos si decidiera vender aunque fuera un pequeño porcentaje de los bonos del Tesoro que posee”.