Con incertidumbre arraigada, el BM baja previsión de crecimiento para México de 2% a 1.7% en 2019

jueves, 4 de abril de 2019 · 18:16
CIUDAD DE MÉXICO (apro).— El Banco Mundial (BM) redujo su previsión de crecimiento económico para México de 2% a 1.7% para el presente año; mientras que para el 2020 recortó el pronóstico de 2.4% a 2%. Para el organismo el crecimiento del país es “anémico”. En un reporte titulado ¿Cómo afecta el ciclo económico a los indicadores sociales en América Latina y el Caribe? Cuando los sueños enfrentan la realidad, el organismo internacional señaló que México comienza el 2019 con un crecimiento modesto, pero estable, proyectado en 1.7% para este año, con superávits primarios y deuda en disminución, y con una inflación que se espera permanezca dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico). Sin embargo, acotó, la tasa de interés (ubicada en 8.25%) sigue estando dentro de las más altas entre las economías más grandes de la región, lo cual refleja la necesidad del banco central de defender el peso, dadas las señales contradictorias de la administración actual con respecto al futuro de las políticas económicas. “Incluso antes de asumir el cargo, el actual presidente inquietó a los mercados al anunciar la cancelación del nuevo, y parcialmente construido, aeropuerto de la Ciudad de México. Las principales reformas energéticas implementadas por la administración anterior han sido suspendidas, lo que ha llevado a un cuestionamiento del futuro de la política energética en México”, recalcó el Banco Mundial. Por otro lado, señaló que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador presentó un presupuesto fiscal relativamente prudente para el 2019, que fue aprobado por el Congreso a finales de diciembre del 2018. “Reforzando las señales positivas, la administración actual también ha anunciado recientemente una reducción de la tasa impositiva para las ofertas públicas iniciales de capital y ha permitido que los fondos de pensiones inviertan en una gama más amplia de instrumentos” explicó. En resumen, para el BM las señales de la nueva administración han sido mixtas y solo el tiempo dirá qué orientación prevalecerá. Pero, mientras tanto, es probable que la incertidumbre relacionada con la política económica obligue al Banxico a mantener una política monetaria restrictiva, lo que perjudicará el crecimiento. AL con un “anémico crecimiento”: BM El Banco Mundial recalcó que “desafortunadamente, la tan esperada senda de crecimiento al alza no llegó a materializarse ya que la región se topó con algunos obstáculos en el camino que redujeron el crecimiento del 2018 de la proyección original de 1.8% a un estimado de 0.7%”. En particular, el organismo internacional mencionó la crisis financiera que golpeó a Argentina en abril del 2018 y que provocó una fuerte contracción del PIB de 2.5%; la débil recuperación de Brasil después de la fuerte recesión de los años 2015-2016; “el anémico” crecimiento en México en medio de la incertidumbre política; y la continua implosión de la economía de Venezuela todo se tradujo en una tormenta perfecta que bajó el crecimiento en el 2018 a una tasa muy modesta de 0.7% a nivel regional. Y el panorama no mejora Según el documento, las perspectivas de crecimiento para este año no muestran una mejora sustancial con respecto al 2018, como consecuencia del crecimiento débil o negativo en las tres economías más grandes de la región – Brasil, México, y Argentina – y del colapso total en Venezuela (donde se espera que el PIB se contraiga un 25%). “Como es costumbre, los factores externos también serán un desafío para la región. La drástica caída en los precios de las materias primas, especialmente petróleo y cobre, durante los últimos meses del 2018 y la desaceleración del crecimiento de China pueden convertirse en serios obstáculos en momentos en que la región intenta elevar su tasa de crecimiento”, alertó el reporte. Agregó que los precios del petróleo son de vital importancia para Colombia, Ecuador, México, y Venezuela, y los del cobre para Chile y Perú. Mientras que el crecimiento de China es particularmente relevante para Sudamérica, ya que se ha convertido en el principal socio comercial de varios países de la región, incluidos Brasil y Perú. Desde el punto de vista financiero, explicó, el aumento de las tasas de interés internacionales, principalmente debido a la normalización de la política monetaria en los Estados Unidos, ha generado una apreciación del dólar y, por lo tanto, ejercido presión sobre las monedas de los mercados emergentes. “Dado que las monedas de la región han comenzado a depreciarse, los bancos centrales ya afrontan el dilema de la política monetaria analizado en ediciones previas de este reporte: aumentar las tasas de interés para defender la moneda a costa de un menor crecimiento o bajar las tasas de interés para estimular la economía a costa de una mayor depreciación y, posiblemente, salidas de capitales”, aclaró.

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