Inversión, empleo y economía, en sentido contrario al plan de AMLO: IDIC

lunes, 27 de mayo de 2019 · 20:09
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) advirtió que el comportamiento de la inversión, el empleo y la economía va en contra del objetivo decrecimiento económico planteado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que es del 6% para el fin del sexenio con un promedio de 4% para toda la administración. Aún más, el instituto dirigido por José Luis de la Cruz Gallegos dejó claro que la austeridad por sí sola no podrá reactivar el crecimiento del país, particularmente cuando el ciclo industrial de Estados Unidos ya se encuentra a la baja y el presidente Donald Trump ha impuesto condiciones restrictivas para que México pueda asociarse con otras naciones.
“En esta ocasión la economía mexicana deberá encontrar por si sola la salida a una desaceleración que en el sector industrial ya se tradujo en recesión”, advirtió el asesor económico de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Y es que contrario al discurso optimista del gobierno de López Obrador, las cifras indican otra realidad: El IDIC recordó que el crecimiento del PIB a tasa anual fue de 0.1% durante el primer trimestre del año, el más bajo desde el cuarto trimestre del 2009, cuando México vivió la segunda recesión más profunda de los últimos 80 años. Además, el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) se contrajo 0.6% durante marzo, la primera caída desde diciembre del 2009. “El peso económico de los sectores afectados es de 57%: con ello la mayor parte del PIB enfrenta un entorno adverso. Si se considera el débil crecimiento del comercio al por menor (0.4%), cuya participación en el PIB es de 9%, podrá comprenderse que prácticamente dos terceras partes de la economía han entrado en una fase de precarización en su desempeño productivo”, alertó el instituto en su reporte titulado Economía mexicana: de la desaceleración ¿a la recesión?   Industria en recesión En marzo, como ya se mencionó, el IGAE retrocedió -0.6%, lo que propició que durante todo el primer trimestre del 2019 el PIB solo haya crecido 0.1 por ciento. El resultado fue propiciado por la sexta caída consecutiva en la actividad industrial, el sector productivo del cual depende más del 90% de las exportaciones mexicanas.
“Sectores estratégicos asociados con la construcción, la extracción de petróleo y gas, la siderurgia, la química, la fabricación de automóviles, la maquinaria y equipo, por citar algunos de los más relevantes, enfrentan un entorno complejo que se ha exacerbado por la restricción en la inversión y gasto público”, explicó De la Cruz Gallegos.
“Esto se ha exacerbado por la contracción de sectores estratégicos como la construcción de obra pública que involucra a los estados de la república que tienen el mayor peso económico: Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León y Jalisco”, explicó. Además, el bajo desempeño productivo se encuentra condicionado por el retroceso de la inversión: desde noviembre del 2018 el Inegi ha reportado caídas en este rubro, salvo el caso de enero cuando aumentó 1%. Desde el mes de agosto, el promedio de crecimiento de la inversión es -1.4 por ciento. Adicionalmente, agregó el reporte, no se debe soslayar lo que anuncia la información oportuna publicada por el Inegi respecto a la balanza comercial: durante abril la importación de bienes de capital, básicamente la inversión en maquinaria y equipo foráneo disminuyó 9.2% y, salvo que su retroceso sea compensado por inversión en maquinaria y equipo de origen nacional, lo que puede afirmarse es que la tendencia a la baja de la inversión continuará durante el segundo trimestre del 2019.
“Como se ha mencionado en otras ocasiones, sin inversión no hay crecimiento económico, particularmente para un país como México que enfrenta grandes rezagos en materia de infraestructura, vivienda, hospitales, escuelas y desarrollo tecnológico”, soltó el IDIC.
  Se debe ejecutar el presupuesto Aun así, para el IDIC, el Plan Nacional de Desarrollo aún tiene la oportunidad de incorporar la visión integral de una política que modifique de fondo el modelo económico, a través de una participación de la banca de desarrollo, política industrial moderna y el encadenamiento de empresas que producen en México. Para ello, consideró que es necesario para que se incorporé a la ejecución del presupuesto público, porque la aplicación de las medidas para corregir la corrupción es necesaria y positiva, pero ahora es momento de asociarlas con estrategias de crecimiento económico capaz de generar más empleo y atraer inversión nacional y extranjera.

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