HR Ratings redujo de 1.5 a 1.2% el pronóstico de crecimiento
CIUDAD DE MÉXICO (apro).— La agencia calificadora HR Ratings disminuyó su pronóstico de crecimiento económico para la economía mexicana del 1.5% a 1.2% para el presente año.
En un reporte, la firma mexicana señaló:
“Aunque el resultado anual pudiera parecer pesimista pensamos que los supuestos para llegar al 1.2% son moderadamente optimistas.
“En el contexto de una política fiscal conservadora, una política monetaria restrictiva (provocada por una inflación todavía alta y el deseo de mantener estable el tipo de cambio), la incertidumbre política que limita la inversión directa, y una economía estadunidense mostrando señales de debilitamiento; no descartamos recortes adicionales en la estimación anual”.
Según la agencia calificadora, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en este primer trimestre es similar al reportado en la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo y como se había esperado, las revisiones a las cifras anteriores y los detalles adicionales conducen a otra revisión a la baja en nuestra estimación para el crecimiento en 2019.
HR Ratings explicó que también se publicó el reporte del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) a marzo y “es relevante observar que esta métrica del desempeño de la economía muestra mayor debilidad que la del PIB ajustado (y aún más con respecto al PIB original)”.
De hecho, agregó, en términos de los promedios móviles de tres meses, el IGAE presenta dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
Si fueran datos del PIB, podríamos decir que la economía mexicana ya estaría (por lo menos hasta marzo) en un periodo recesivo, de acuerdo con la clásica definición del concepto, añadió.
La calificadora aseguró que la economía entró en una fase decreciente, la inflación inició una tendencia fuertemente alcista, consecuencia de devaluaciones en la liberalización en los precios controlados de energía, que generaron un alza en los costos de producción.
Aunado a lo anterior, el fuerte incremento en la inflación generó en respuesta una política monetaria restrictiva por parte del Banco de México, cuando en términos generales durante una fase bajista del ciclo, la respuesta hubiera sido expansiva.
“Además, y no menos importante, la inversión tanto pública como privada se estancaron a partir de 2015, la primera como consecuencia del proceso de consolidación fiscal y de la caída en los ingresos petroleros y la segunda respondió de manera inercial a las políticas monetarias y fiscales restrictivas”, señaló el reporte.