CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una reforma fiscal es ineludible en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para afianzar las finanzas públicas y enfrentar las presiones de gasto que se vislumbran en el horizonte, consideró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). En conferencia de prensa, el presidente del organismo empresarial, Ángel García-Lascurain, subrayó: “Si bien coincidimos en que es necesario elevar la recaudación en México, vemos como muy ambicioso aumentar la recaudación en cuatro puntos del PIB (Producto Interno Bruto), dado que no se plantea una reforma tributaria para este año y únicamente se planea incrementarla mediante medidas de fiscalización específicas”. De acuerdo con el IMEF, incrementar la recaudación tributaria como porcentaje del PIB es algo sumamente complejo, ya que tendría que asegurarse que los recursos adicionales que el gobierno toma de la sociedad son utilizados de forma eficiente en los usos de mayor rentabilidad social, sin generar distorsiones que deterioren el funcionamiento de la economía. En la primera década de este siglo, explicó, los ingresos tributarios no petroleros representaron alrededor de 9%, y a través de diferentes reformas y cambios fiscales se logró que aumentara a 13% del PIB. Aun así, dijo, tomó cuatro años elevar la recaudación en cuatro puntos del PIB. “Esta situación se torna más complicada en un entorno donde la economía se ha desacelerado y la recaudación tributaria ha venido disminuyendo en términos reales, con la tasa anual cayendo de 2.3% en los primeros 11 meses de 2018 a apenas 0.9% en el período enero-noviembre de 2019”, abundó.

Mantiene previsión de crecimiento en 1%

Por otra parte, el IMEF mantuvo en 1% su pronóstico de crecimiento económico para este año y 1.5% para 2021, con la inflación bajo control en niveles de 3.5%, lo que probablemente permitirá al Banco de México (Banxico) continuar con su ciclo de tasas bajas. El organismo dejó claro que el combate a la inseguridad en el país y el fortalecimiento del estado de derecho serán dos temas clave para lograr una reactivación más sólida y duradera en la inversión, y para mejorar las perspectivas económicas de forma más consistente. Respecto de los factores de riesgo presentes este año, destacó la estabilidad de las finanzas públicas, la calificación Pemex y deuda soberana, la inseguridad, el estado de derecho, la confianza (inversión), así como factores externos como el Brexit, elecciones en Estados Unidos y Medio Oriente.