CIUDAD DE MÉXICO (apro). — El confinamiento provocado por el covid-19 desmoronó el mercado laboral mexicano, pues, hasta julio de 2020, provocó la pérdida de 925 mil 490 puestos de trabajo, de los cuales 75% corresponden a empleos permanentes, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El instituto, encabezado por Zoé Robledo, destacó que, a consecuencia de los efectos derivados de la emergencia sanitaria, tan sólo en julio se registró una disminución mensual de 3 mil 907 empleos, equivalente a una tasa mensual de -0.02%. Por su parte, al 31 de julio de 2020, se tienen registrados ante el IMSS 19 millones 495 mil 952 puestos de trabajo. De ese universo, el 86.5% son permanentes y el 13.5% son eventuales. A nivel sectorial, las actividades más afectadas siguen siendo la construcción con una caída del 11% anual; seguidas por los servicios para empresas con una reducción del -8.8%, y las industrias extractivas con una caída del 7.5%. Además, el reporte muestra que la crisis afecta en mayor medida a zonas urbanas, pues mientras que estas han perdido empleos a una tasa de 4.6%, el trabajo en el campo se ha incrementado a un ritmo de 5.1%. Desde una perspectiva regional, los estados del norte destacaron por su buen desempeño, pues fue la única región con saldo positivo entre junio y julio con un aumento de 28 mil 994 plazas. En contraparte, la región sur perdió 18 mil 753 puestos de trabajo fue la que presentó una mayor descomposición pues su caída fue peor que la de junio. Al respecto, señaló el análisis del Grupo Financiero Monex, estados como Campeche y Yucatán, en los que julio ha sido el mes más con mayor número de nuevos contagios de covid-19, incrementaron considerablemente el ritmo de pérdida de empleos. De acuerdo con el análisis, los datos del IMSS son uno de los primeros indicios sobre el estado de la economía en el tercer trimestre de 2020. “La imagen que se forma a partir de ellos es la de una recuperación a media marcha y con motores importantes como la Ciudad de México y Jalisco aún apagados. De esta manera, es muy probable que el crecimiento de la actividad se desacelere notablemente tras el rebote por la reapertura en junio y que permanezca estancado en tasas mensuales bajas mientras n no haya avances importantes en el control de la propagación del coronavirus en todo el país”, explicó.