Cantares de patria

domingo, 16 de agosto de 2009 · 21:21
Para Juan Bañuelos, hermano en la música. Como habitantes inermes de un país dividido, amarramos la incertidumbre en los muelles del insomnio. Con los pies maltrechos huimos del presente esperando que cualquier rito celebratorio nos haga pasar de lo yermo a lo vivo Sí, la nación lo merece, somos habitantes del ombligo de la luna, y en nuestras fiestas se sigue fermentando el olvido al son de músicas ajenas Recordemos que el sonido nunca perece, sigue vibrando desde la explosión primigenia. ¿Y esas garzas? ¿No escuchamos el batir de sus alas? El rumor proviene del lugar que ha de convertirse en el pecho que alimenta nuestras inacabables migraciones1 Aunque el hambre hostigue, la marcha avanza con el tañer de flautas de barro ¿Y no es eso el chillido de un águila? Es ella la que nos permite uncir una quimera serpentina en la rama de un nopal floreciente?. ¿Y el estremecimiento de carrizales? Son pisoteados por aquellos hombres del rostro que nadie conoce, cuya intrusión en el valle de Anáhuac se ha anunciado con la incisividad del teponaztli y la hondura del huéhuetl Vienen dispuestos a imponer una nueva forma de percutir Con su música, los mexicas se adueñan de todo. ¿Y no es aquello un trueno mal llamado arcabuz? La sonoridad de la pólvora derrota la prepotencia azteca en un regocijo de cánticos que elevan los oprimidos por propia raza Miles de órganos hacen resollar sus tubos para desterrar lenguas e implantar armonías remotas De la piedra sacrificial, los gritos se trasladan a las hogueras del monje En los autos de fe resuena la aspereza de los atabales. Con salmos y credos se fragua un mestizaje inimaginable Negros, mulatos, zambos, saltapatraces, indígenas, etcétera, dan cuerpo a un enjambre sonoro que se inscribe en el pentagrama de las castas Se brinda por la madre España que nos impone sus fandangos e incongruencias ¿No suena la castañuela en manos morenas? ¿No repican las campanas para refrendar los linderos de su jurisdicción? Con ecos operísticos, se inflama el descontento del criollo Sus arias en pos de autonomía abanderan un esbozo de nación Afinamos nuestros instrumentos con la esperanza de habitar una quietud que mora en la imaginación Deglutimos brebajes independentistas mientras volamos sobre alfombras de petate Sin darnos cuenta, aterrizamos en un socavón habitado por emperadores de hojalata rodeados de una bulla infértil ¿No nos dijeron que ya no habría encomenderos y que virreyes e inquisidores se habían ido a bailar a otra parte? Agobio de violines frente a promesas desgastadas Crepitar de un tiempo cíclico?. ¡Albricias! Nuestras desavenencias han de concertarse entonando un himno propio ¿Es eso posible? ¿No es nuestro concepto de unión nacional una entelequia que rige la extrañeza? Las notas patrias las colige un músico sin prominencia cuyo mérito principal es haberse granjeado la buena voluntad del individuo que degusta el apodo de Napoleón del oeste, quien con pata de palo entra y sale de la presidencia2 El concurso para la musicalización del himno es casi un formalismo, pues sobre el músico mexicano pesa un prejuicio inamovible ¿Nos sorprende entonces que el compositor haya nacido en un villorrio de Cataluña?3 Para el estreno en el teatro Santa Anna se exacerban nacionalismos Una compañía de ópera bajo la batuta de Giovanni Bottesini4 (1821-1889) se encarga de darle vida, en aquel 15 de septiembre de 1854, a las estrofas de Francisco González Bocanegra (1824-1861)5 Previsiblemente, los cantantes tampoco son mexicanos; también ellos vienen de Italia ¿No es cierto que para brillar en algo debemos recurrir a la benevolente . participación extranjera? Acorralados en el Cerro del Chapulín se crispan los acordes de nuestra malhadada milicia Queremos seguir defendiendo una soberanía cuya concreción es más escurridiza que las babas de los cornos En sucesiones arrítmicas se entronizan mandatarios con su caudal de preferencias Ataviado como gentleman británico, el impasible Juárez (1806-1872) prohíbe las ejecuciones del himno encargado por el inefable Santa Anna Para sustituirlo en los festejos septembrinos hemos de entonar La marseillaise Con las tropas francesas aposentadas en territorio nacional los consejeros presidenciales hacen hincapié en lo delicado que resulta seguir entonando Allons enfants de la patrie? Cuando los vendavales interinos amainan, resuena la música que corresponde a nuestros afanes progresistas Sobre valses, polkas y chotises, se privilegian las añejas gavotas La música del pueblo sigue ofendiendo la sensibilidad de los jerarcas; es tan ofensiva que es justo mantener a sus hacedores en el limbo de los excluidos Con hambre le soplan con menos vigor a los clarinetes y las tubas Para el general que consigue la "estabilidad" política, no puede haber otras modas que las que nacen en París Ya tenemos una avenida que imita a Champs Elysées, ¿Por qué no le cambiamos la fachada a Palacio Nacional para que se parezca al Louvre?6 Es tiempo de celebrar el Centenario de la Independencia Que se acuñen monedas de oro y que no se repare en gastos El descontento popular es tan corrosivo que más vale apabullarlo con la magnitud de los festejos Con beneplácito presidencial se elabora un menú para la cena de gala del 15 de septiembre de 1810 con platillos que realcen el contenido patriótico de la fecha: Melon glacé, Poularde á l´écarlate y petits gateaux La selección de la música ejecutada por la orquesta del Conservatorio se centra, así mismo, en la exaltación de la mexicanidad, pero encierra profecías que nadie se atreve a insinuar: Marche Héroique de Camille Saint Saëns (1835-1921), Apotheose de la Grande Symphoníe Funebre et Triomphale de Héctor Berlioz (1803-1869), Marcha fúnebre de la ópera Sigfrido de Richard Wagner (1813-1883) y, para rematar, el Himno Nacional Sin imaginarlo, el desterrado Porfirio Díaz deja una estela que cristaliza en 2010 Nuestras voces llueven miserias y desde Los Pinos se ordena que no se repare en gastos para la magnitud de los próximos festejos Hay que acallar el malestar ciudadano con una fiesta que deje huella en la historia patria l 1 Referencia a Aztlán, o lugar de las garzas 2 El caminar de Antonio López de Santa Anna (1794-1876) es musicalizado con La Cucaracha? 3 Jaime Nunó (1824-1908) nació en San Joan de les Abadesses, cerca de la frontera con Francia 4 Se sugiere la audición de su Concierto en fa sostenido menor para contrabajo y orquesta 5 El premio del certamen previo de poesía no se le otorga a González Bocanegra, pues Santa Anna no encuentra en las estrofas poéticas loas a sus virtudes Caído el tirano y muerto el poeta, los descendientes de éste venden los derechos del himno a la compañía estadunidense Wagner & Levien 6 Porfirio Díaz (1830-1915) efectivamente hace tratativas para que el arquitecto Antonio Rivas Mercado (1853-1927) modifique la fachada de Palacio Nacional

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