Argentina: Kirchner contra todos

sábado, 7 de junio de 2003 · 01:00
Buenos Aires -- Hebe de Bonafini, la mujer-símbolo de la lucha por la defensa de los derechos humanos en Argentina y titular de la organización Madres de Plaza de Mayo, cambió el fuerte tono combativo y vehemente de los últimos años por un discurso más apacible y sereno: “Yo dije que (los expresidentes Carlos) Menem, (Eduardo) Duhalde y (Néstor) Kirchner eran lo mismo Pero me equivoqué Las Madres de Plaza de Mayo tenemos esa posibilidad, la de reconocer errores y el presidente actual es diferente No todos son lo mismo como habíamos creído”, dice Bonafini en una entrevista con Apro después que esta luchadora social se reunió con Kirchner en la Casa Rosada, sede del ejecutivo argentino La reacción de Bonafini tomó por sorpresa a muchos argentinos, tanto como las medidas que acababa de tomar Kirchner en sus primeros días de gestión: descabezar a la cúpula de las Fuerzas Armadas pasando a retiro a unos 50 generales, brigadieres y almirantes en la mayor purga registrada en el ámbito militar desde la recuperación democrática de 1983 Días después, en una cadena de radio y televisión, el presidente cargó contra la desprestigiada Corte Suprema de Justicia, profundamente ligada con el “menemismo”, instando al Congreso a iniciar un impeachment contra uno o varios miembros del máximo tribunal “Fue algo muy fuerte Es un presidente que asumió la responsabilidad de ser el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas”, dice Bonafini, al opinar sobre la purga militar --¿Con esta purga mayúscula queda algún militar en actividad acusado de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1976/83)? --No creo --contesta Bonafini-- Igualmente todos los militares estuvieron durante la represión por participación u omisión No vivían en Marte en aquella época PURGA Y CRISIS La decisión de descabezar a las Fuerzas Armadas tomada por Kirchner, a la que siguió una purga en las altas esferas de la Policía Federal, causó una fuerte conmoción entre los militares No se quedaron callados ante lo que consideraron una ofensa presidencial “La intriga cuartelera hacia la política fue erradicada de la vida argentina La intriga política sobre los cuarteles es tan riesgosa como la anterior y parece regresar después de 20 años”, advirtió un temerario jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, en su discurso de despedida después de ser pasado a retiro “Duele esta despedida No por lo personal, sino por las circunstancias inexplicables que la enmarcan”, dijo Brinzoni desatando un vendaval de críticas y poniendo en primera plana una crisis militar que parecía volver del pasado en un país que se empeña en olvidar sus años de plomo A su lado estaba nada menos que el ministro de Defensa, José Pampurro, quien no salía de su asombro y poco después tildaba de “descabellado” el discurso del exjefe del Ejército Fue el miércoles 28 de mayo, tres días después de la asunción presidencial Un día después, el propio Kirchner fue el encargado de contestarle en público: “Nadie puede pedir que le den las gracias por respetar la democracia Analizar y caracterizar las conductas del poder político no es función que le corresponde a un militar”, dijo un vehemente Kirchner en el día del Ejército Pero, ¿por qué el presidente decidió, de un solo golpe, una purga de estas características a poco de asumir el poder? “El presidente cortó una maniobra continuista Hacía tiempo que los medios venían dando cuenta de una operación (militar) montada sobre la Corte Suprema de Justicia para conseguir de ésta una resolución favorable a la declaración de constitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida”, escribieron en el diario Página/12 Ernesto López y Marcelo Saín, del Programa de Investigación Fuerzas Armadas, Seguridad y Sociedad de la Universidad Nacional de Quilmes Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueron dictadas durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín (1983/89), presionado por dos levantamientos militares, para frenar los juicios contra los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad durante la última dictadura El Congreso derogó estas medidas hace unos años y fallos judiciales de primera y segunda instancia las declararon nulas Ahora, el máximo tribunal se apresta a ponerle un “punto final” a esta situación que mantiene en vilo a las Fuerzas Armadas Analistas sostienen que los jueces de la desprestigiada Corte Suprema (que data de la era “menemista” con oscuros pactos de poder) han utilizado éste y otros temas (como el de la “redolarización” de los depósitos bancarios “pesificados”) como prenda de negociación con el mundillo político, que ha buscado en forma recurrente, pero sin éxito, “descabezar” al tribunal con maniobras de juicio político en el último año y medio El tema militar acapara en estos días los comentarios de todos los analistas argentinos y la palabra crisis se instaló por primera vez años en el ambiente castrense El ministro de Defensa José Pampurro debió admitir que existe “preocupación” en la esfera militar ante la posibilidad de que se declaren nulas las leyes de Obediencia Debida y Punto Final de los años 80 Pero Kirchner, con el descabezamiento de cuajo de la cúpula militar y la posesión como jefe del ejército del general de brigada Roberto Bendini, un hombre de su confianza que prestó funciones en la Patagonia, cuna del mandatario, se aseguró que ningún militar en actividad pueda ser alcanzado por la ola de juicios que se desatarían ante un fallo favorable a la anulación de las leyes por parte de la Suprema Corte Desde el gobierno intentan poner paños fríos al tema Si bien admitió la “preocupación” castrense, Pampurro aseguró que los militares “se subordinarán” a las decisiones que adopte la justicia El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo a su vez que “este país no puede seguir construyéndose sobre la base de la impunidad y la desmemoria”, pero descartó que pueda desatarse “una hecatombe” si las cuestionadas leyes son declaradas inconstitucionales Según fuentes militares, la mayor “preocupación” surge de los militares retirados, por obvias razones: son quienes corren el riesgo de caer en las manos de la justicia por las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura La oficialidad en actividad es ajena a estas denuncias, aunque los retirados ejercen mucha influencia entre sus pares”, afirman las mismas fuentes AHORA POR LA CORTE Kirchner no se detuvo El miércoles 4 de junio se sentó frente a las cámaras de TV y pidió al Congreso que avance en el juicio político al titular de la Corte, Julio Nazareno Además, reclamó a los parlamentarios que separen de su cargo a uno o a varios jueces de la llamada “mayoría automática” que apoyó al “menemismo” en los años 90 Esta “mayoría automática” fue creada durante el gobierno de Menem, que mediante una reforma llevó de cinco a nueve el número de jueces del tribunal, en su mayoría adictos a su gobierno, garantizándose el respaldo judicial a su gestión en casos polémicos, como cuando autorizó la venta de la empresa Aerolíneas Argentinas y el rebalanceo de las tarifas de servicios públicos Fue esta misma Corte la que dejó libre a Menem después de pasar seis meses en prisión acusado de liderar una banda mafiosa que traficó armas a Croacia y Ecuador cuando ambos países estaban en guerra contra Yugoslavia y Perú, respectivamente “Forman parte de un pasado que se resiste a conjugar el verbo cambiar que el futuro demanda”, dijo Kirchner, enojado con un inminente fallo que dictaría la redolarización de los depósitos de un ahorrador particular (anteriormente se dictó uno a favor de la provincia de San Luis) lo que desataría un efecto dominó en otros miles de reclamos surgidos del “corralito” (confiscación y posterior pesificación de depósitos dispuestos en diciembre de 2001) y que complicaría la política económica oficial Fuentes cercanas al mandatario afirmaron que la Corte intentó “extorsionar” al gobierno con este tema para garantizar su continuidad Pero Nazareno, un exjefe de policía de la provincia de La Rioja, , donde nació Menem, con quien compartió un bufete de abogados en los años 60, se plantó en su cargo y prometió resistir, mientras la Cámara de Diputados le iniciaba un juicio político “Si quieren convocar a un plebiscito, que lo convoquen”, dijo en forma altanera Nazareno en alusión a un proyecto que ronda en la mente de Kirchner para descabezar a la Corte Suprema Más allá de las polémicas y las sorpresas, Kirchner parece recoger el respaldo de la población a sus primeras medidas de gobierno Pero algunos advierten que quizás los tiempos no son los adecuados La excandidata presidencial centroizquierdista Elisa Carrió le pidió a Kirchner “prudencia” más allá de su respaldo al juicio político Julio Strassera, exfiscal durante el juicio a las juntas militares de la dictadura, advirtió del peligro de promover juicios políticos “para disponer de vacantes” en el tribunal Pero a dos semanas de su asunción el 25 de mayo, algo es palpable en Argentina: la sociedad parece respaldar las primeras jugadas de Kirchner, decidido a enfrentar a los poderes más oscuros de la democracia argentina, un respaldo que viene incluso de sectores como las Madres de Plaza de Mayo que lo veían con suma desconfianza y que estuvieron enfrentadas con todos los gobiernos que se sucedieron en el país desde 1983 “Me dejó la sensación de un hombre respetuoso, humilde Nada demagógico y tenemos muchas expectativas sobre él Nos dijo que no piensa pagar la deuda externa con el hambre del pueblo y que no va a rematarle las casas a la gente (endeudada tras la devaluación) Lo de las Fuerzas Armadas fue muy fuerte Ahora falta que en el sector castrense impulse nuevos planes de estudio porque se sigue haciendo la carrera militar con los mismos libros de la dictadura”, dice Hebe de Bonafini --¿De haberlo sabido antes, hubiera votado entonces por Kirchner?, preguntó Apro --No Porque no creemos en estas elecciones burguesas, buscó desmarcarse Bonafini

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