Plan Puebla Panamá: denuncia en la ONU

sábado, 26 de julio de 2003 · 01:00
Ginebra — Las protestas contra el Plan Puebla Panamá (PPP) se escucharon en la sede de la ONU en esta ciudad: “Un crimen contra nuestras comunidades”, dijo Marcelino Díaz de Jesús, presidente del Consejo Nahuas del Alto Balsas, Guerrero y miembro de la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía Díaz de Jesús se mostró activo en las discusiones en Ginebra durante las sesiones que, dentro del sistema de Naciones Unidas, analiza las reivindicaciones de las poblaciones indígenas El PPP, dijo, es “un mega-proyecto económico que destruirá ecosistemas y biotopos únicos en el mundo, aniquilará selvas, centros arqueológicos y lugares ceremoniales indígenas, un plan de muertes para 200 pueblos indígenas latinoamericanos” Aseguró que dicho Plan instaurará “superexplotación en el trabajo, bajos salarios y discriminación generalizada, y no respetaran nuestras tierras, nuestros dioses, nuestros recursos y nuestra dignidad en tanto pueblos” Anticipó que se “van a mover las mercancías de Estados Unidos, y hacer corredores industriales y comerciales, gestar una mayor movilidad de capital y masas de productos, una violación de la soberanía de México, del derechos a la autonomía y la libre determinación de los pueblos, y del uso y destino de nuestras tierras y nuestras vidas” Díaz de Jesús le puso así los reflectores de frente al gobierno de Vicente Fox, que “abre las puertas a la inversión extranjera, y para echar a andar sus maquinas necesitan una mayor cantidad de energía eléctrica porque el nivel que tiene ahora no es suficiente y por eso van a construir nuevas represas hidroeléctricas, que ocasionarán daños sicológicos, ambientales y culturales enormes, y los más desprotegidos somos los indígenas, nos inundan las tierras, desplazando poblaciones” A propósito, denunció que el PPP preparan un golpe mortal para su comunidad: Va a invalidar el decreto que cancelación la construcción de la Represa Hidroeléctrica de San Juan Tatelcingo Dicha cancelación fue dispuesta en 1992 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, “y ahora nos han informado que el acuerdo queda nulo, un crimen contra los Nahuas del Alto Balsas, Guerrero” Explicó que se prevén inundaciones y que éstas expulsaran a las comunidades de sus asentamientos: Una catástrofe humanitaria y ecológica Evocó: “Mi abuela lo dice sencillo, si no hay tierras para sembrar y no hay agua para beber no hay vida para nosotros” Y concluyó: “El gobierno se siente orgulloso de los indios muertos, de las piedras, de las pirámides, pero los indios vivos somos nosotros, que tenemos hambre y luchamos, pedimos un espacio en este mundo No es posible que otros decidan desde afuera lo que nos corresponde a nosotros No somos niños tontos, somos gente adulta, responsables de nuestro futuro, del futuro de nuestros hijos, y orgullosos de un pasado que nos conecta con una historia rica y milenaria No somos mentecatos” El debate Durante las sesiones en Ginebra se debatió la pertinencia de los tres instrumentos con los que cuenta la ONU para atender los problemas indígenas Estos son: 1) Un Foro Asesor de la Asamblea General de la ONU que funciona en Nueva York --compuesto por cinco representantes de los gobiernos y cinco de las ONG indígenas—y que funciona como un órgano consejero de los Estados miembros; 2) Un Grupo de Trabajo de cinco expertos independientes que se reúne en Ginebra, subordinado a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que da seguimiento a los problemas de derechos humanos de las poblaciones indígenas; y 3) Un relator especial, nombrado por la Comisión de Derechos Humanos, quien realiza visita a los países, tramita denuncias y emite informes en Ginebra Actualmente dicho relator es el mexicano Rodolfo Stavenhagen Para algunos dichos instrumentos son complementarios Para otros, tales instrumentos duplican esfuerzos y requieren reformas México defiende que perduren los tres instrumentos sin cambios, un objetivo difícil de mantener El eje Estados Unidos-Australia, y con un cierto apoyo de Canadá y varios países europeos, ataca una supuesta duplicidad entre el Foro y el Grupo de Trabajo, planteando desmantelar al segundo Liderada por México, la mayoría de los países latinoamericanos lograron neutralizar tal iniciativa al postergar una resolución hasta el año próximo, donde se abordará una revisión general de la política de la ONU en materia de pueblos indígenas De acuerdo con el discurso oficial de México, se verifica una complementaridad entre el Foro --un “ente directriz y de referencia ineludible respecto a la programación de Naciones Unidas” en cuanto a fondos, procedimientos y programas de promoción--, y el Grupo de Trabajo, cuyo mandato está “centrado en los aspectos de derechos humanos y en el desarrollo de nuevas normas internacionales relativas a los derechos indígenas” En ese sentido, el Relator Especial Stavenhagen contribuye como “mecanismo” que alienta la cooperación entre los Estados y la poblaciones indígenas que habitan en cada país El conjunto de ONG acompañan estos razonamientos, aunque exigen una mayor coordinación entre los tres instrumentos con el objeto de conseguir “la promoción y protección de los derechos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas”, haciendo un trabajo “más fructífero”, como anunció una de las ONGs más representativas, Kichwas de Sucumbios, de Ecuador Su delegada, Mónica Chuji Gualinga, apreció que las instancias de la ONU “están allí arriba y lejos”, y que deben acercarse a todos ellos, y ayudar a fortalecer “nuestras organizaciones autónomas en nuestros países” El experto cubano Miguel Alfonso Martínez, presidente del Grupo de Trabajo, justifica su existencia por el combate permanente que debe librar la ONU para liquidar la situación de exclusión social y desprotección de la propiedad intelectual de la sabiduría que padecen los pueblos indígenas por “las tendencias de la globalización neoliberal” En la cita de Ginebra, han llegado a la conclusión que hace falta un estudio “sobre los aspectos concretos de la presente globalización que golpea a los pueblos indígenas, el eslabón más débil de la cadena en nuestras sociedades, los que más sufren” Esta necesidad surge de la furibundas críticas que expusieron ante los expertos del Grupo de Trabajo, decenas de ONG venidas de distintos rincones del mundo Por México estuvo presente el citado Marcelino Díaz de Jesús, quien afirmó: “La globalización se inició con la colonización, aunque ahora preocupa en el norte y a los europeos porque los afecta, pero para nosotros no trae beneficios, van a arrasar con las pueblos indígenas y saquear los recursos naturales de nuestras tierras” Más: “Nos van a integrar como mano de obra barata, en condiciones de explotación y más marginación, porque los grupos de las empresas transnacionales poderosas, apoyados por los gobiernos de los países ricos, avanzan para acabar con los últimos recursos de nuestros pueblos” Coincidió con él la ecuatoriana Mónica Chuji Gualinga, quien señaló que “la política económica depredadora de las compañías multinacionales, sientan sus intereses en los recursos naturales convirtiéndolos en fuentes de extracción y explotación en nombre del desarrollo, contrario al concepto que tenemos los pueblos respecto de los recursos naturales que son la fuente de vida” Ello, dijo, acarreará “destrucción, enajenación y alienación de nuestro territorios ancestrales por fuerzas ajenas”, que persiguen “asimilar y reducir la resistencia de los pueblos indígenas, a la vez que se comercializa, folcloriza y trivializa la cultura” Chuji Gualinga acusó de complicidad a los medios masivos de comunicación por “occidentalizar la conciencia en los procesos continuos de aculturación y perdida de nuestra identidad” Y desnudó “el espejismo del desarrollo que se nos presenta en las pantallas”, una “amenaza para la diversidad cultural en la medida que se nos dice que el consumismo es un fin como muestra de suficiencia y por tanto del poder llegar a la anhelada ‘modernidad’ a cambio de una crisis ambiental como la que estamos viviendo en el planeta” Su compatriota Humberto Cholango, de Ecuarunari, expresó que la globalización “trata de exterminar los modelos de resistencia económica de los pueblos indígenas como la minga, el trabajo colectivo y la solidaridad”, generando “mayor nivel de pobreza y analfabetismo”, forzando a los pueblos indígenas “al desplazamiento y migración hacia otros países y ciudades”, una vez avasallado el medio ambiente, “contaminado los ríos” y sin respetar costumbres y tradiciones

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