Cuba-Estados Unidos: entendimientos migratorios

sábado, 2 de agosto de 2003 · 01:00
La Habana -- Madrugada del jueves 17 de julio Una avioneta del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos detecta un rayo de luz en el mar emitido tal vez por una linterna de “balseros” cubanos El piloto se comunica con un escampavías cercano y le da la posición El barco se dirige hacia el lugar cuando va levantando la mañana Cerca de 10 de la mañana sus oficiales avistan el objetivo, pero se niegan a creer lo que ven sus ojos: un viejo camión Chevrolet del año 51 pintado de verde y con una lona amarilla en la parte posterior, navega tranquilamente por las aguas del estrecho de La Florida hacia Cayo Hueso Los oficiales observan algunas personas con chalecos salvavidas naranjas Los del Guardacosta sacan las cámaras fotográficas y disparan repetidamente el interruptor, dejan constancia gráfica de un suceso inconcebible La historia, sin embargo, había comenzado unos meses antes en un periférico barrio de La Habana El ingenio cubano Luis Gras Rodríguez, el propietario del vehículo, hace tiempo que quería emigrar a Estados Unidos con su esposa Isora Hernández de 25 años, su hijo de tres años y su camión… que había comprado 11 años antes y era parte muy importante en su vida A pesar de ser técnico en metrología, operador de calderas de vapor y mecánico, este exmiembro de de un equipo nacional de artes marciales, ahora con 35 años, vivía de transportar cosas en su camión Con un grupo de parientes y amigos, todos vecinos del barrio Diezmero, en La Habana, Luis hacía contrato para reparar casas y hacer otro tipo de trabajos, cuyo centro era el vehículo Un buen día comentó con sus amigos la idea de emigrar hacia Estados Unidos en el camión, pues sería un hecho atractivo para la prensa, para los fabricantes de la Chevrolet y para los curiosos, de manera que el ingenio echara abajo las trabas migratorias La idea fue bien acogida por el grupo Comenzaron los cálculos y los preparativos Para hacer navegable el viejo vehículo, se le construyó una proa, se le colocaron planchas de metal por debajo y se le dotó de una doble barra de transmisión, una caja de cambios de velocidad invertida, se le pusieron paletas como la de las bicicletas acuáticas en el interior de las llantas y se e colocó una hélice Se construyeron tres tanques metálicos de diferentes tamaños y se le colocaron otros 16 más con capacidad de 55 galones Su peso total era de cuatro toneladas incluyendo las 12 personas que irían en la expedición (nueve hombres, dos mujeres y un niño), 280 litros de gasolina, recipientes con agua y comida para el viaje La inversión total de la obra fue de 3000 dólares Cuando todo estuvo listo, ya la policía cubana andaba tras la pista, pues de alguna manera se enteró que el grupo iba a emigrar ilegalmente, pero jamás calcularon que pudiera ser en el camión Como un almirante En la noche del martes 15 comenzó el sigiloso traslado del material las personas desde el Diezmero, en el sur de la ciudad, hasta las cercanías del balneario Brisas del Mar, en el este Cuando el traslado terminó comenzó la obra de montar piezas atornilladas y tanques “A las tres de la madrugadas nos metimos con el camión en el mar”, recuerda Isora, quien iba en la cabina del vehículo con su esposo al timón, su pequeño hijo y la otra mujer El resto de hombres, todos menores de 35 años, iba en la parte posterior del camión “Yo parecía un almirante”, recuerda Luis mientras relata como su viejo vehículo navegaba a una velocidad de ocho nudos “Todo iba muy bien, sin problemas, a no ser el mareo que me tenía loco”, dijo Antonio Lau Valdés, un fornido joven de 30 años Así navegaron hasta el amanecer del jueves Ya veían el resplandor de las luces de Cayo Hueso, cuando sintieron el motor de una avioneta y uno de los jóvenes, sin querer, accionó una linterna Alrededor de las 10 de la mañana vieron aparecer el barco guardacosta Se les acercó y un oficial de origen puertorriqueño y de nombre José habló con ellos Les pidió que pasaran a la embarcación y les aseguró que el camión sería remolcado “No pusimos resistencia, hicimos caso y fuimos pasando hacia e barco”, recuerda Eduardo Pérez Gras (25años), otros de los viajeros Sin embargo, tan pronto estuvieron a bordo de la embarcación, el oficial dio la orden de hacer fuego contra el camión Una ametralladora calibre 50 estuvo disparando alrededor de 40 minutos, hasta que el camión se incendió y se hundió “Los guardacostas nos engañaron Si ellos me dicen que lo iban a hundir, yo no me bajo del camión”, asegura Luis “Cuando hundieron el camión, se me fue la vida”, añadido su esposa Las 12 personas permanecieron tres días en el guardacosta norteamericano donde le dieron un formulario corriente para que lo presentaran en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, para iniciar el proceso ordinario de emigración La frustración y el desasosiego imperan ahora en el barrio del Diezmero en La Habana Nadie les asegura que podrán salir del país Ahora, sin camión, el grupo ha perdido el centro de su actividad de sustento "El camión era el sustento del grupo, con él nos ganábamos la vida trabajando, y nos lo hundieron Tampoco nos dejaron llegar a Estados Unidos, que era nuestro sueño Ahora no tenemos camión, ni trabajo, ni dinero, nada", dijo en tono desolado Pérez Gras Todos los miembros del grupo recalcan que "no nos vamos por problemas políticos, nos vamos por problemas económicos, queremos vivir como cualquier ciudadano, de nuestro trabajo" “Queríamos irnos para estados Unidos para mejorar la vida, para tener una libertad económica que no tengo aquí”, añade Luis Washington no cree en camioneros Cuba y Estados Unidos suscribieron en 1994-95 acuerdos migratorios para lograr una emigración legal, segura y ordenada En esos textos, Washington se comprometió a otorgar 20 mil visas anuales y repatriar a todos los ilegales interceptados en alta mar o en la norteamericana base naval de Guantánamo La Habana, por su parte, aseguró que evitaría, por medios persuasivos, las salidas ilegales de la Isla y se comprometió a reinsertar socialmente, sin consecuencias jurídicas por esos actos, a los repatriados por Estados Unidos Sin embargo, se calcula que Washington devuelve algo más del 80% de los interceptados y acepta el resto bajo consideraciones políticas ante posibles represalias en Cuba El ingenio de hacer flotar el camión era la esperanza de los jóvenes del Diezmero para que les permitieran seguir a Estados Unidos si eran interceptados, pero no resultó En estos momentos Washington no perece creer ni en camioneros El mismo martes 15 en el que el grupo de camión se dirigía hacia la costa, un grupo de personas tomó por asalto un buque de exploración en Nuevitas, Camagüey, 530 kilómetros al este de La Habana, después de desarmar a sus tres guardias y obligarlos a subir a bordo para dirigirse hacia Estados Unidos Advertidos sobre e secuestro de la nave, las autoridades norteamericanas se negaron a intervenir hasta tanto no llegara a aguas de ese país Tras cruzar frente a Bahamas, la embarcación entró en aguas de Estados Unidos fue interceptada Tras negociaciones de los gobiernos, todas las personas que iban a bordo fueron devueltas, con el compromiso cubano de no condenar a los secuestradores a penas mayores de 10 años Este gesto de devolución, se unió a la reciente decisión de Estados Unidos de encauzar al secuestrador de un avión comercial cubano en abril, apoyado en dos falsas granadas Un tribunal federal lo halló culpable y ahora espera una sentencia mínima de 20 años de cárcel "Esta decisión unida a la acción reciente de someter a juicio y declarar culpable al secuestrador del avión de pasajeros cubano AN-24 con 51 personas a bordo, constituye una valiosa contribución de Estados Unidos" al combate a la emigración ilegal, dijo una nota oficial cubana En una inusual difusión, la televisión cubana transmitió una nota del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason "Estados Unidos desplegará sus fuerzas de seguridad de la Patria para interceptar cualquier medio de transporte secuestrado que se dirija a territorio norteamericano", advirtió Cason en un texto leído por un locutor cubano Añadió que "cualquier individuo de cualquier nacionalidad, incluyendo los cubanos, que secuestren un avión o embarcación y arribe con éxito a Estados Unidos, será encausado con toda la fuerza del sistema legal norteamericano" Cason desmintió rumores sobre un cambio en la política migratoria con respecto a Cuba, consagrada en los acuerdos suscriptos en 1994-95 "Esos rumores son falsos Los ciudadanos cubanos que se lanzan al mar en un esfuerzo equivocado de alcanzar las costas de Estados Unidos por vías ilegales e inseguras, deben saber que los agentes de seguridad de nuestro país harán todos los esfuerzos para interceptarlos" y devolverlos a las autoridades cubanas Indicó que "los presuntos secuestradores y otras personas acusadas de delitos graves, deben esperar permanecer detenidos hasta el juicio para expirar largas sentencias en penitenciarías federales si son encontrados culpables" Si es así, "una vez encontrados culpables, permanecerían como inelegibles para residir legalmente de forma permanente en los Estados Unidos", dijo

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