Omer Oke y el reto de la inmigración

sábado, 2 de octubre de 2004 · 01:00
Madrid, (apro) - Integrar socialmente a los inmigrantes y reconocerles la ciudadanía debe ser un compromiso de los poderes públicos Tal es la “visión positiva” que pregona con el ejemplo Omer Oke, director general de Inmigración del País Vasco Oke sabe lo que dice: él mismo fue un inmigrante Nació en la república africana de Benin y lleva residiendo 13 de sus 39 años en Bilbao Es más: él mismo –a pesar de ser responsable de la política migratoria en el País Vasco-- no ha obtenido la ciudadanía española Puede ser un importante funcionario, pero no puede votar En entrevista con Apro, expone: “Desde el gobierno vasco tenemos una visión positiva del fenómeno de la inmigración, y desde esta visión, debe haber una implicación decidida por parte de los poderes públicos en todo el proceso que lleva a la integración social plena de los inmigrantes” Más: “El gobierno central debe asumir, desde la perspectiva de los derechos humanos y el respeto a la dignidad de las personas, la gestión de los flujos migratorios Y por otra parte, en todo el procedimiento de elaboración de las distintas normas, tiene que asociar a otras entidades públicas, como las administraciones de las comunidades autónomas, los municipios, para que la política general sea compartida y en la que las administraciones periféricas se vean implicadas” Oke, licenciado en Ciencias de la Comunicación y doctor en Relaciones Internacionales, señala que “el reconocimiento de esta ciudadanía para los inmigrantes es la visión global que tenemos desde el gobierno vasco” Clandestinos Oke muestra un total desacuerdo con la política migratoria del anterior gobierno español, presidido por Jose María Aznar: “La gestión ha sido desastrosa porque parte de una visión negativa del fenómeno de la inmigración, y de unos principios caducos que venían a plantear un esfuerzo por conseguir cero inmigración en Europa” Apela a la Historia para señalar que “los movimientos migratorios no se pueden parar” Sin embargo, señala que la gestión de Aznar partió de la “idea errónea de que el emigrante llega, pero no se queda; que llega para retornar definitivamente a su país en algún momento” Dice que al mantenerse esta teoría, “no se ha planteado ni se ha desarrollado ningún tipo de política de integración (de los inmigrantes) El acento ha sido puesto única y exclusivamente en el control policial y de las fronteras” Los planteamientos de Oke --tan dispares de la política de Madrid—le provocó una difícil convivencia institucional Oke explica cómo desde su área de competencia trató de superar esa limitación: “En los espacios de competencias exclusivas, la ley que impera es la de la comunidad autónoma Hay que reconocer que las comunidades no tenemos competencias directas en la gestión de los flujos migratorios, pero sí tenemos competencias exclusivas que afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos Ahí es donde el gobierno vasco ha actuado Hemos definido una política basada en el reconocimiento de la ciudadanía y en facilitar todos los recursos públicos a todos los ciudadanos de origen extranjero que están viviendo aquí en igualdad de condiciones que los autóctonos” Señala que ante las limitaciones que impone la Ley de Extranjería, “nos decidimos a firmar un acuerdo con el Colegio de Abogados para crear una oficina de asesoramiento al inmigrante y a los trabajadores sociales de los municipios El objetivo: estudiar las posibilidades legales para ayudar a los inmigrantes que se encuentran en situación irregular” Añade: “Somos administración y no estamos de acuerdo con la Ley de Extranjería, pero siendo administración tampoco podemos actuar fuera de la ley” Así, dice que el gobierno vasco aprobó resoluciones que instan al gobierno central a derogar dicha ley “Nuestra posición es clara: si el inmigrante ya está aquí, no se le puede condenar a la clandestinidad, porque se supone que este es un país con estado de derecho que ha firmado los distintos convenios internacionales que garantizan la dignidad de las personas” Abunda: “Condenar a más de un millón de personas a la clandestinidad es una violación clara de los derechos de los ciudadanos Hemos elevado un informe ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para dar cuenta de esta terrible situación” Incluso, desde el Parlamento de Vitoria se llegó a plantear un recurso de inconstitucionalidad de la Ley de Extranjería “Estamos esperando el fallo del Tribunal Constitucional para ver si esto supone la modificación, de una vez por todas, de ese texto” Decepción La llegada del nuevo gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero --que anunció una nueva regularización para inmigrantes que demuestren una relación laboral-- tampoco despierta muchas ilusiones en Oke Para él, “el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) entra en esta cuestión de manera hipotecada porque, siendo todavía oposición, firmó un pacto sobre la última modificación de la Ley de Extranjería” Reconoce que el nuevo gobierno tenía, al parecer, “la intención de hacer una política diferente” Sin embargo, “no se ven cambios sustanciales, y eso nos preocupa” De hecho, afirma, “lo que está ocurriendo últimamente es bastante decepcionante” Explica: “En los primeros momentos pensamos que estaban planteando una regularización, pero a lo largo del tiempo, y después de las últimas intervenciones del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y de la secretaria de Estado para la Inmigración, Consuelo Rumí, hemos ido descubriendo que no hay tal regularización” Así, señala que las comunidades autónomas no han recibido de manera oficial el borrador de un reglamento para regularizar la migración “Un gobierno serio no actúa de este modo”, acota Oke tiene claro que ante el fenómeno migratorio se ha obrado con improvisación, cuando no, de mala fe Por eso asegura que “no se trata de un fenómeno espontáneo Todo esto era previsible y los estados tenían instrumentos para haberlo previsto Se sabía y se podía haber planificado la acogida de estas personas” Además, sostiene que “la política migratoria tiene que salir de la agenda electoral de los partidos No se puede seguir haciendo electoralismo de esta materia” Y considera que “es muy importante abordar una política de codesarrollo con los lugares de origen Y cuando digo lugares de origen, no me estoy refiriendo sólo a los estados, sino a los municipios y las comunidades de origen que pueden contribuir a diseñar la política de interculturalidad y de convivencia que necesitan las zonas de acogida Y estas zonas de acogida pueden contribuir a fomentar políticas de desarrollo económico para que esta inmigración contribuya al bienestar de sus áreas de origen” Oke también considera que se manipulan los mensajes cuando se dice que el número de inmigrantes no podrá ser asumido Se trata, afirma, de poner a la opinión pública en contra y de crear alarma: “Miente este mensaje Se asienta en una visión alarmista del fenómeno Tiende a plantearlo como una invasión, pero no hay ninguna invasión En España sólo hay un 4% de población inmigrante Esto no es nada, en Suiza son más de 30%, y nunca hemos escuchado acerca de ningún conflicto, ¿por qué?, porque allí se ha hecho un trabajo; existe una gestión Estos mensajes tienen unas consecuencias xenófobas objetivas Se criminaliza al inmigrante, se asocia la inmigración a la delincuencia” El caso de Oke es peculiar en Europa Es el único en desempeñar un alto cargo de gobierno sin poseer la nacionalidad española Paradójicamente, cumple con una fuerte responsabilidad sin tener derecho al voto “Sí, es una paradoja y también es la demostración de que el gobierno vasco tiene una visión diferente del fenómeno de la inmigración y del proceso de integración”, comenta Y destaca cómo desde su cargo ha tratado que los inmigrantes con al menos tres años de residencia puedan votar en las elecciones municipales Se pregunta: “¿Qué democracia es la que no permite participar en las decisiones que les van a afectar a una parte de la sociedad? La democracia en Europa queda coja si no permite el derecho a ser elegido y a elegir a una parte de la sociedad, esa parte formada por los ciudadanos de origen extranjero Todo proceso de integración pasa por el reconocimiento de la ciudadanía a todas las personas”

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