La "Madre Coraje" convulsiona a España

viernes, 17 de diciembre de 2004 · 01:00
Madrid, 17 de diciembre (apro) - Las largas sesiones de la comisión de investigación en el Parlamento español acerca de los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid, convertidas en una especie de juego de tenis entre el derechista Partido Popular (PP) ?en el poder al momento de los acontecimientos-- y el resto de los grupos, fueron cimbradas por el demoledor discurso de Pilar Monjón, representante de la Asociación de Víctimas del 11-M Prácticamente la discusión estaba centrada en la interpretación que cada grupo estaba haciendo de los hechos acontecidos entre el 11 (día de la tragedia) y el 14 de marzo, cuando se efectuaron las elecciones generales que provocaron la caída del PP y el ascenso al poder del Partido Socialista Con excepción del PP, para el Partido Socialista y para el resto de los parlamentaristas, quedaba demostrado que el gobierno de José María Aznar mintió sistemáticamente a la opinión pública en esos tres días; manipuló la información, ocultó datos vitales que ya se conocían y que apuntaban, indudablemente, al origen islamista radical; e intentó convencer a la población de que la autoría de la masacre correspondía al grupo separatista ETA Por su parte, el Partido Popular no han dejado de insistir en que jamás mintieron y, aún hoy, sostiene que existe una relación entre los islamistas radicales y ETA que, después de centenares de testimonios de altos cargos policiales, judiciales y toda clase de expertos en la materia, ha quedado completamente descartada, incluso en la investigación judicial paralela que está llevando a cabo el juez Juan del Olmo, de la Audiencia Nacional (especializada en delitos de terrorismo y crimen organizado) Sin embargo, ese aparente callejón sin salida y escenario para la gresca política en que se había convertido la comisión investigadora, ha sufrido una convulsión tras el testimonio de la representante de la Asociación de Víctimas del 11-M, Pilar Manjón, madre de un muchacho de 20 años que perdió la vida en uno de los trenes de la red de cercanías que hizo explosión La que con toda seguridad será la última comparecencia ante los comisionados ?todos los grupos, con la salvedad del PP ya se han puesto de acuerdo para cerrar las sesiones la próxima semana y comenzar a elaborar las conclusiones y las recomendaciones--, ha supuesto un tremendo golpe contra la utilización para la pelea partidista que se ha hecho de las sesiones de la comisión Quien ya es conocida como la nueva "Madre Coraje", enfundada en un vestido negro que luce, no por luto, sino "como símbolo de la protesta contra la Guerra de Irak", fue desgranando en la sede parlamentaria un duro discurso escrito en 27 páginas, que había sido redactado y consensuado por los miembros de su asociación desde semanas antes En el texto, leído en un tono pausado y firme, sólo roto, en momentos puntuales, por las lágrimas emocionadas de Pilar Manjón, afloraron las críticas al comportamiento de los diputados en estos seis meses de comisión, pero tampoco se libró la prensa y los medios de comunicación por la utilización abusiva y sensacionalista de las imágenes de la masacre y de las propias víctimas Pero fue la clase política la que llevó la peor parte: "Señorías, en esta comisión han discutido sobre quién habló de qué, cuándo se informó; han hablado de circunstancias, de manejos, de manipulaciones, de desinformaciones, de confidentes, de desconfianzas; han hablado, señorías, de ustedes, esencialmente de ustedes Nosotros, nuestros familiares, no han estado en esta casa (el Parlamento), por eso queremos hacerles presentes hoy" En un principio, la presidencia de la comisión había planteado que esta comparecencia iba a desarrollarse a puerta cerrada, sin presencia de los medios de comunicación, pero la airada protesta, el día anterior, de la Asociación de Víctimas, le hizo cambiar de opinión Seguramente, en un párrafo introducido a última hora para hacer referencia a ese intento de disminuir el eco de su presencia, Pilar Manjón mostraba su orgullo cuando pronunciaba: "Pero aquí estamos y ésta es nuestra voz Hoy no somos el testigo mudo para la descarga de los falshes Hoy hablamos, señorías; hoy hablamos de cosas largamente meditadas, largamente discutidas (), de intentar entender Tras meses de no ser escuchados, hoy, señorías, durante unos minutos, sorprendentemente, la palabra es nuestra () Ha habido quien ha tratado de vetar esta comparecencia; el último paso en esa apropiación de algo que no es de ustedes, en el intento de quitarnos la voz los afectados, de deslegitimarnos, de someternos a su propio juego político y de intentar encasillarnos en tal o en cual opción política Señorías, esa no es nuestra guerra" Una de las partes más duras hacía referencia a la estrategia de enfrentamiento que los diputados del PP habían seguido en algunas de las comparecencias más importantes de miembros de su partido Así, durante la declaración del anterior ministro del Interior, Ángel Acebes y, especialmente, en varios momentos de la comparecencia del expresidente del Gobierno, José María Aznar, numerosos diputados de su grupo parlamentario que no pertenecían a la comisión y que habían acudido a respaldar a sus "jefes", abuchearon e interrumpieron en múltiples ocasiones las intervenciones de los portavoces de los otros partidos y, en muchas ocasiones, rieron ostensiblemente de las ironías o las contestaciones sarcásticas que Aznar y Acebes daban a sus interrogadores El discurso de Pilar Manjón reservaba una carga de profundidad contra esa actitud: "Venimos a reprocharles como diputados y, sobre todo, como representantes del pueblo que son, no se nos olvide, sus actitudes de aclamación, jaleos y vítores durante el desarrollo de algunas de las comparecencias en esta comisión; como si de un partido de fútbol se tratara" ?y en ese momento le vinieron las lágrimas a los ojos; pero inmediatamente recuperó la compostura para proseguir: "De lo que estábamos hablando, señorías, es de la muerte y de las heridas de por vida padecidas por seres humanos; de pérdidas que nos han llenado de desolación y de amargura, en el mayor grado posible ¿De qué se reían, señorías? ¿Qué jaleaban? ¿Qué vitoreaban en esta comisión?" A lo largo de los 65 minutos de su discurso, las víctimas, por boca de su portavoz, incidieron en la necesidad de asunción de responsabilidades políticas ?y más adelante, cuando concluya la instrucción del juez Del Olmo, penales-- de aquellos que no cumplieron con sus obligaciones en la custodia de los explosivos robados de la mina asturiana que, posteriormente se utilizaron en el múltiple crimen También de los altos cargos sobre los que recae la sospecha de imprevisión y de minimizar las amenazas sobre actos de este tipo que ya habían efectuado Al-Qaeda y otras organizaciones islámicas extremistas contra el territorio español Solicitaron ?sin éxito, puesto que casi todas las fuerzas políticas ya han mostrado públicamente su oposición a esta medida-- la creación de una nueva comisión de investigación, esta vez, independiente, sin la presencia de representantes políticos y formada únicamente por expertos en diversos campos (policiales, judiciales, antiterroristas), cuyas conclusiones resultasen vinculantes Pilar Manjón sólo salió del guión de sus 27 páginas consensuadas para pronunciar una frase al final de su alocución: "Señorías, me van a perdonar porque ahora es una frase absolutamente personal: son ustedes mi Parlamento, porque con el mayor dolor que puede tener una madre, el día 14, cuando aún no me habían dado el cadáver de mi hijo, yo fui a votar Ustedes me representan, a mí y al resto de las víctimas Tienen ustedes la obligación de hacer que los ciudadanos de este país, con su consenso, estemos seguros, porque los nuestros ya no van a volver Eviten que vuelva a pasar otro atentado en nuestro país como el que nosotros estamos pasando" No les ha faltado razón en sus críticas a las víctimas del 11-M Unas semanas antes de su presencia ante el Parlamento, el 29 de noviembre, se sentaba a responder las preguntas de los comisionados el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar Su comparecencia se transformaba en una dura arremetida contra el resto de los grupos políticos de la Cámara, contra los medios de comunicación ?especialmente los del Grupo PRISA (el diario El País y la cadena SER, de radio)-- y en una plataforma para esparcir sospechas contra todo y contra todos: Una teoría de la conspiración entre el terrorismo islamista y ETA para "cambiar la mayoría parlamentaria y dar un vuelco a las elecciones" del 14 de marzo Ésa fue su inamovible línea argumental, la no admisión del más mínimo error en la gestión de la crisis y unos modales secos que enfurecieron al resto de los partidos: "Mientras yo intentaba detener a los criminales, otros aprovechaban para intentar ganar las elecciones" Así de descarnado se expresaba José María Aznar En una maratónica sesión de 11 horas, ante las preguntas de los portavoces de todos los grupos políticos con presencia en la comisión, el anterior inquilino del Palacio de La Moncloa (sede de la Presidencia del Gobierno) fue desgranando los elementos con los que iba construyendo su teoría de una conexión entre el terrorismo de cuño islamista y el que representa el independentismo vasco de ETA Aseguró, pese a que los mandos policiales que han comparecido durante meses, y la propia y paralela investigación judicial que se está llevando a cabo, han descartado por completo tal extremo, que "hay datos incontestables de que ha existido relación entre islamistas y etarras" En otra parte de su alocución, Aznar aseguraba: "Nosotros siempre dijimos la verdad en todo momento Fueron otros los que mintieron entonces y mienten ahora Desinformación dieron otros Hubo algunos que mintieron hasta dar asco", desafiaba Aznar contra el viento y la marea de la montaña de datos y declaraciones en sentido contrario de anteriores comparecientes con que le contestaban los portavoces de todos los grupos, excepto el de su propio partido Llegó a aludir a que no creía que "los autores intelectuales de estos atentados, los que hicieron esa planificación, anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy alejadas"; una alusión que varios grupos interpretaron dirigida a los gobierno de Francia y Marruecos, y que provocó un gran revuelo Además de sostener su convencimiento de que el objetivo de los atentados era el de cambiar el signo político del país, no ahorró aspereza a sus rivales políticos Ya, a última hora de su comparecencia, después de casi 11 horas, el portavoz del grupo parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, le había interpelado para que reconociese que, en algún momento, de algún modo, aunque fuese en asuntos puntuales, la actuación de su gobierno podría haber sido más acertada Aznar replicaba: "¿Usted qué quiere?, que como llevamos ya muchas horas aquí y estoy cansado, conseguir un titular de prensa mañana que diga: Aznar reconoce errores Pues no lo va a conseguir" En su respuesta, Llamazares volvía a instarle: "Por favor, haga algo de autocrítica, aunque sea por humanidad", a lo que el dirigente de la derecha española replicaba que "nunca" cedería un ápice en sus principios y en sus convicciones; "mi humanidad la administro yo, señor diputado", aclaró Justo ese día, a las puertas del Congreso se habían congregado dos grupos, uno de víctimas y otro de militantes del PP para apoyar a su líder Se produjeron numerosos incidentes entre ellos y la policía los mantenía separados El momento más desagradable llegó cuando algunos de los acólitos de Aznar increpó a los otros; y les dijeron, literalmente, que se metieran a sus muertos "por el culo", incidente que Pilar Manjón relató en su exordio a los diputados Dos semanas más tarde llegaba el turno del actual presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero Armado con los informes elaborados por la Comisaría General de Información, el Centro Nacional de Inteligencia y la parte de la instrucción no sometida a secreto de sumario en la Audiencia Nacional, comenzaba sorprendiendo a los presentes al denunciar, en primer lugar, que a su llegada a la sede de la presidencia del Gobierno se había encontrado con que se había procedido a un borrado completo de todos los documentos que se encontraban en soporte informático por parte del anterior Ejecutivo Dando lectura a los documentos ya mencionados, iba deshaciendo, paso a paso, con todos los datos disponibles tras nueve meses de investigación policial y judicial, todos los argumentos sobre la supuesta trama entre los islamistas y ETA, con una contundencia incontestable que solamente encontraba la resistencia del PP Pero dando un paso más y, saliendo claramente de su estilo habitualmente amable y comedido, acusaba al anterior gobierno de haber realizado un "engaño masivo a los ciudadanos" entre el 11 y el 14 de marzo, sobre la autoría de los atentados, con la finalidad de obtener el triunfo en las elecciones Desde ese momento, su comparecencia, que batía todos los récords, al permanecer 14 horas y media contestando a todos los grupos, se vio trufada de altercados, cruce de acusaciones y subidas de tono permanente, principalmente, a cargo del portavoz del PP, Eduardo Zaplana La comparecencia que para casi todo el país resultó definitiva ha sido, sin duda, la efectuada por la Asociación de Víctimas del 11-M El silencio sepulcral con el que su portavoz fue escuchada, las disculpas hacia ellos por parte de todos los grupos políticos, sin excepción ?aunque Eduardo Zaplana abandonó la sala antes de que concluyera la intervención de Pilar Manjón--, y el efecto en casi toda la prensa nacional al día siguiente, que calificaba su testimonio como "un soplo de dignidad en el Parlamento" o "el mejor discurso jamás pronunciado en sede parlamentaria en la historia de la democracia española", recogía el rotundo veredicto popular El primer efecto palpable ha sido la automática creación del Alto Comisionado para las Víctimas del 11-M, que se dedicará a unificar en una sola instancia todas las gestiones relacionadas con la atención y las reparaciones a estas víctimas y, cuya responsabilidad máxima ha recaído en Gregorio Peces-Barba, rector de la Universidad Carlos III y uno de los siete redactores de la Constitución española La intervención de Pilar Manjón también ha dejado "vista para sentencia" a la comisión de investigación, cuya mayoría de integrantes, excepción hecha del PP, ha decidido poner punto final a la fase de comparecencias e iniciar inmediatamente las deliberaciones para ofrecer su conclusiones y sus recomendaciones definitivas

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