Los "maras": Con la muerte tatuada

sábado, 4 de septiembre de 2004 · 01:00
San Salvador -- El gobierno salvadoreño que preside Antonio Saca lanzó recientemente su proyecto para combatir la delincuencia denominado Plan Súper Mano Dura Dicho plan pretende ponerle freno a la mayor ola de violencia que abate a El Salvador desde que finalizó la guerra civil en 1992 Tal como expuso Saca el pasado 30 de agosto, la Súper Mano Dura fue diseñada con el objeto de apresar a los delincuentes, sean pandilleros, rateros, narcotraficantes, homicidas o corruptos, y no darles oportunidad para que puedan evadir el castigo que imponen las leyes “A los delincuentes se les acabó la fiesta”, ha pregonado el mandatario Sin embargo, como declara el abogado Roberto Burgos, del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), hasta el momento lo que se ha visto es la persecución contra los miembros de las pandillas juveniles o “maras”, sin que se hayan todavía atendido los planes de prevención de la criminalidad La duda ha cundido en diversos sectores nacionales y, por supuesto, entre los “mareros”, que se preguntan: “¿Nos van a ayudar antes o después de meternos presos?” Estos niños, adolescentes y jóvenes, “rebeldes sin causa” en su mayoría, nacieron en barrios insalubres, en hogares desintegrados y de padres violentos El presidente Saca indicó que su proyecto --a diferencia del de su antecesor, el expresidente Francisco Flores, que impuso los punitivos Plan Mano Dura y la Ley Antimaras-- cuenta con cuatro ejes de acción: la prevención y participación ciudadana; la disuasión y persecución; la rehabilitación y la reinserción La Súper Mano Dura es un plan mejorado y más integral de lo que fue el Mano Dura de Flores, cuyos resultados en términos concretos se pueden enumerar como pobres y dañinos para El Salvador En primer lugar se capturó en 9 meses a unos 17 mil presuntos pandilleros, pero únicamente está siendo procesado el equivalente al 5 por ciento de dicho total El propio expresidente y sus principales colaboradores afirmaban que los miembros de las “maras” cometían la mayoría de los crímenes y un promedio de 100 homicidios mensuales El poco número de procesados puso al descubierto la incapacidad investigativa de los cuerpos auxiliares de la justicia Pero además, el gobierno de Flores se ganó el repudio de organismos nacionales e internacionales defensores de los derechos humanos, a tal grado que la Organización de Naciones Unidos (ONU) lo instó a derogar la ley antipandillas o antimaras Finalmente, como un epílogo indeseable para Flores, la policía dio cuenta que durante la aplicación de la Mano Dura y de la Ley Antimaras, los homicidios crecieron de 6 a 7 diariamente, en un país que tiene una de las más altas tasas de homicidios del mundo: 45 por cada 100 mil habitantes No obstante, Saca, quien entró al gobierno el pasado 1 de julio, se apuntó una victoria política cuando el 8 de agosto la Asamblea Legislativa aprobó varias reformas al código penal en la que se endurecieron algunas leyes, pero en el marco del respeto a los convenios internaciones protectores de la infancia y de la juventud Las reformas se lograron en mesas de debate durante casi dos meses La Súper Mano Dura Para el Plan Súper Mano Dura se crearon unidades especiales de intervención policial, en las que se combinan a agentes uniformados con vestidos de civil, para operar en zonas de persistencia criminal La Fiscalía General --órgano encargado de la investigación del delitos-- debe crear fiscales especiales antipandillas adscritos a la policía Incrementar los operativos combinados de policías y militares en zonas del dominio de las “maras” Los fiscales adscritos a la policía fue una medida no acordada en las mesas de debate y está siendo denunciada como un signo de autoritaritarismo Saca apuntó también que se ha creado una división antinarcóticos para perseguir a los “mareros” vendedores de “crack” y para golpear a las redes distribuidoras de drogas Asimismo, se han creados unidades especiales para combatir la receptación o venta de artículos robados, especialmente ubicados en los alrededores de mercados En lo que se refiere a la corrupción, la Fiscalía, la Unidad de Investigaciones fiscales del Ministerio de Hacienda, y la división de finanzas de la policía aunarán esfuerzos para combatir el contrabando y los delitos de “cuello blanco” No obstante, en los primeros días de funcionamiento del Plan Súper Mano Dura, los jueces indican que además de no conocer en detalles el proyecto, se están dando capturas de “mareros” en proceso de rehabilitación, mismos que son presentados como jefes de las pandillas La jueza Aída Santos de Escobar denunció la captura de seis presuntos “mareros” que luego fueron puestos en libertad porque no fueron apresados en flagrancia de algún delito ni había orden de captura contra ellos Hasta el momento tampoco hay bandas del crimen organizado desbaratadas ni corruptos apresados y las noticias de los homicidios siguen en abundancia en los medios de prensa Los tatuajes de la muerte Ernesto Miranda, de 35 años de edad, es conocido en la “Mara Salvatrucha” o “MS-13”, como “Smokey” y se considera, en la ciudad estadounidense de Los Angeles, como uno de los fundadores de los “mara” Hace varios años se le considera un “calmado” (no activo) dentro de la pandilla, pero “todos me respetan, incluso hay un pacto por el cual la ‘Mara 18’, nuestra rival, no me puede tocar”, dice El testimonio de Smokey es impresionante Sus palabras producen una mezcla de compasión y temor Se estableció en Los Ángeles desde pequeño, llevado por sus padres que fueron tras el “sueño americano” En Estados Unidos sufrió la discriminación, no sólo de los estadounidenses, sino de los inmigrantes mexicanos Como autodefensa, los inmigrantes salvadoreños de los barrios bajos crean la “Mara Salvatrucha” Smokey regresó a El Salvador en 1983 cuando ya había estallado la guerra civil Se incorporó a la Fuerza Armada Por su buena conducta y arrojo estuvo en unidades especiales de contrainsurgencia, y al final, integró una unidad de infiltración o espionaje para actuar en el seno de la fuerza insurgente “Estando infiltrado comprendí por qué estaba luchado la guerrilla y decidí abandonar el ejército y quedarme con el Batallón Rafael Arce Zablah, que eran las fuerzas especiales de la guerrilla en la zona oriental, en Morazán”, explica el ex“marero” Antes de que concluir la guerra civil en 1992, Smokey regresó a Estados Unidos, donde a causa de su actividad pandillera fue involucrado en un homicidio del cual no se le encontró culpable No obstante, fue uno de los primeros deportado a El Salvador después de los acuerdos de paz “Me golpeó mucho porque si yo residía y me había creado en Estados Unidos, y si cometí un delito allá, debería de ser catalogado como delincuente estadunidense Era obligación de Estados Unidos reinsertarme y darme una oportunidad para seguir adelante”, dije Smokey El testimonio de Smokey confirma los estudios que indican que el fenómeno de los “maras” es social y causado por la desatención a la niñez y la juventud, la desintegración familiar, la pobreza y la no cobertura total del sistema educativo “A los maras los culpan ahora de todos los males Hubo crímenes horrendos con decapitaciones y culparon a los maras Hasta nos quieren relacionar con Al Qaeda ¡Es absurdo!”, enfatiza “Llevamos el cuerpo tatuado, ya sólo por eso nos quieren apresar y hasta han matado a los vichos (jóvenes) También existen mitos creados No quiere decir que seamos inocentes, pero se dice que las lágrimas que los mareros llevan tatuadas en el rostro son por cada muerto que acumulan Lo cierto es que las lágrimas son de tristeza: cuando se te muere un brother, la haina (novia o mujer marera) o la madre, te tatúas una lágrima”, finaliza Ernesto Miranda, alias Smokey

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