Ratzinger: Siervo y sepulturero

lunes, 25 de abril de 2005 · 01:00
México, D F, 25 de abril (apro)- La gente que le acompaña en el camino existencial considera que a él siempre le ha caracterizado la frialdad y la extrañeza, cierta distancia a todo Siempre atento, lleno de reserva, inclinado en forma pesimista en todas las reflexiones debido a una formación sumamente variada, impregnado de una secreta sabiduría derivada de la historia de la Iglesia Estalactita, frío y seco que no muestra sentimientos, responde de una manera casi perfecta a la descripción del gran inquisidor del español de Guevara que apareció bajo la pluma del escritor Estefan Andrés () El cuerpo le sirve únicamente para sostener la cabeza y la púrpura, y apenas está en condiciones de excusar a sus entrañas que sienten el hambre y defecan Joseph Ratzinger necesita mucho sueño Se levanta a las seis de la mañana y se acuesta a las diez de la noche El televisor con antena satelital lo usa para ver un solo programa: servicio informativo telegiornale Lee regularmente un solo periódico: Mittel Bayerische Zeitung, que se publica en Regensburg Todavía como cardenal vivía a corta distancia de la plaza de San Pedro en una vivienda que contaba 300 metros cúbicos y estaba equipada de una capilla Luego de la muerte de la hermana del cardenal, María, los quehaceres del hogar corrían a cargo de una mujer joven Ratzinger era el único cardenal que tenía chofer Pero su residencia, que era sede de la Santa Congregación de la Doctrina de la Fe, tenía tal aspecto que daban ganas de organizar una colecta de muebles con el fin de arreglarla En las bodegas del edificio se amontonan las actas ensuciadas con las manchas de sangre de la historia de la Iglesia Más arriba, en los pisos, los 40 policías papales revisaban los papeles, controlaban las cartas de publicaciones anunciada por los teólogos, estudiaban los materiales de prensa sobre el Papa Su tarea consistente en controlar una sociedad católica mundial que cuenta con más de mil millones de feligreses, está definida de la siguiente manera: “apoyar una sana enseñanza () corregir errores y encauzar a los errabundos de vuelta a un camino correcto” El propio jefe --sueldo de 4 mil marcos, conocimiento de diez idiomas-- se ocupaba sólo de los problemas más importantes y problemas de significado fundamental para la Iglesia Una vez a la semana se encerraba con el Papa Juan Pablo II Y para emitir sentencias se dejaba guiar –para evitar los errores-- por su “intuición teológica” Había que --según consideraba-- preservar la herencia, deseaba conservar la “Iglesia rural” y defender la fe de la gente sencilla “ante la violencia de los intelectuales” Sin calor humano Se dice que Ratzinger tiene una insólita memoria No olvida nada Logra leer y al momento tomar las decisiones Queriendo tomar una determinada meta, piensa durante la conversación en construcciones fraseológicas perfectas tomando en cuenta las situaciones, como en el ajedrez Su lenguaje es una síntesis de dinámica y precisión, concreto, plástico, sugestivo, a veces, desde luego, colmado de dulzura con unos vahos metafísicos Ratzinger --dice Eugen Biser, un teólogo de Munich-- es una personalidad que decididamente aventaja a los demás miembros de la Curia Se distingue por su vivo contacto con los actuales acontecimientos Me temo sin embargo que en su caso la compatibilidad de la personalidad y el cargo es digno de lamentarse y se deja sentir en forma muy negativa A sus contactos con la gente le falta calor humano Frisa ya los 80 años y se siente, por tanto, cansado De su rostro desapareció el ungimiento, se encuentra surcado por las arrugas, la voz se volvió todavía más chillante, las manos están delgadas y delicadas, tan femeninas como todo el cardenal Cuando busca las palabras apropiadas su mirada se suspende en alguna parte del espacio Escribe diarios, hace notas, pero ya desde hace tiempo que no ha publicado ningún libro, los más recientes títulos son una compilación de artículos y capítulos vinculados con el trabajo realizado En el nuevo catecismo, en la versión hispano-parlante que apareció hace años, ningún capítulo salió de su pluma “No está excluido --dice su secretario de confianza-- que escriba grandes tratados teológicos Tal vez escriba todavía una obra de Cristología, pero el cardenal, cuya salud sufrió la consecuencia de una cefalitis sufrida hace tiempo, ya se siente débil O sea --aquí escoge con cuidado una palabra--, agotado” Ratzinger no es un hombre de lucha Físicamente siempre ha sido enclenque, la calificación de educación física le quitaba a todo certificado escolar el título de primer alumno “El sacar de sí fuerza le cuesta mucho -- dice su hermano, el organista de la catedral en Regensburg--, pero cuando ya no queda otra más que luchar, entonces hace lo suyo duramente sin escrúpulo alguno” (…) Ratzinger, en el fondo, desea primero argumentar bien y luego, sólo luego, emitir una sentencia que no deje a los acusados ninguna esperanza Sabe ser muy terco y en su retórica monobilateral también es meticuloso, ya que constantemente le entra el miedo de que de lo contrario, todo podría salir de su control Sus argumentos son, en el sentido exacto de la palabra, incuestionables No fue sin embargo un cardenal “de blindaje” como lo llamaba la prensa inglesa Cargo de conciencia A Ratzinger como cardenal le fascinaba poseer influencias, pero él mismo nunca trataba de tomar la delantera Siempre tenía las ganas de pronunciar “una opinión” sobre los poco claros “vínculos”, pero aquí, frente a sí mismo, también tiene que hacer un cargo de conciencia La decisión puede provocar un inmediato estallido de la arrogancia de los sabios titulados y protestas por parte de la academia francesa que todavía como cardenal le habían dado acceso a su círculo como el único miembro de la jerarquía eclesiástica con nacionalidad alemana Ratzinger reconoce que desea instituir a los nuevos tiempos los contenidos fundamentales de la fe cristiana Los problemas de los que se ocupa son la desaparición, la tradición y la autenticidad Afirma que son las fuerzas centrífugas las que causan un desorden total Trata con ello definir la faz moral de nuestros tiempos y de paso se lamenta también de la ansia capitalista de la utilidad Desea combatir “la afición a poseer y utilizarlo” Considera que el más grave ataque contra la Iglesia ya vendrá, es decir: el cuestionamiento de la verdad de que Jesucristo era hijo de Dios, verdad en la que se basa la autoridad de Roma Muchos análisis realizados por Ratzinger se han distinguido incluso por lo acertado, pero también por su parcialidad (…) El cardenal dirigía su atención a los consumidores que constituyen el último eslabón de la cadena, y no a allí donde toma el inicio la “ebullición salvaje” de nuestros tiempos y donde resuena la “risa de Mefistófeles” No desnuda los mecanismos de ejercer el poder --la principal instancia-- ya sea el Estado, ya sea la Iglesia Ambos quedan intocados, fuera de la esfera de un análisis crítico Todavía en los inicios de su servicio obispal, Ratzinger gozaba del respeto como “tradicionalista”: el más conocedor de la enseñanza de la Iglesia Tenía que ser él –según escribía en Súddeutsche Zeitung—el más propenso al diálogo de entre todos los conservadores en la Iglesia Como cardenal entendía el mundo a su manera y esto seguramente ha causado, como símbolo de un curso falso adoptado por la Iglesia, que ésta haya perdido muchos feligreses (…) Ratzinger no nació bajo una feliz estrella Su bagaje teológico cuenta con más de 30 títulos, que no han tenido, sin embargo, mayor acogida Sus libros alcanzan tirajes por más de medio millón, pero no es un autor querido ni leído Fue un espíritus movens, el Concilio Vaticano II, el que lo llegó a personificar el conservadurismo Es por su rango el más elevado católico alemán y era el más importante después del Papa Juan Pablo II, pero se ha enajenado respecto de su formación en la esfera de la ciencia teológica: los encuentros anuales de sus discípulos reúnen cada vez menos participantes Es uno de los filósofos que posee una amplia cultura, que bajo muchos aspectos se puede equiparar con Hans Jonas y Karl Popper, pero sus advertencias constituyen blanco de burlas Karol Wojtyla alaba el nuevo catecismo arreglado bajo su protección, catecismo calificado como “uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la Iglesia”, pero es, sobre todo en Alemania, considerado como sepulturero de esa Iglesia Era con toda seguridad el menos querido entre todos los cardenales Siervo de los siervos Existen muchas cosas difíciles de entender cuando se habla de este hijo de un gendarme aldeano Se le puede entender sólo gracias al conocimiento de su origen, de la formación de su ciclo En esta perspectiva la interpretación del mundo por este sabio no es más que una activa parte del estigma cultural También por el convencimiento o persuasión de ser enviado de Dios Para Joseph Atoysius Ratzinger --hijo de Joseph y María, nacido el 16 de abril, el viernes santo de 1927 a las 16:15 en la localidad bábara Marktt am Inn, bendecido con el agua más pura del bautismo santo a las 20:30 del mismo lluvioso día--, lo mejor que le convence es el lenguaje de Roma Cuando en 1977 el papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich, Ratzinger lo entendió como un encargo: Ve y cultiva el campo de Dios Y lo cultivaba a probidad Al tener desde los primeros años la convicción de que tenía que llevar su vida como un modelo del santo libre de pecado, se aplicó, en palabra y en hechos, en ser un verdadero siervo de los siervos En su misión percibía la intención divina He aquí lo que decía: “Estuve convencido --yo mismo ignoro con qué fundamento-- que Dios exige de mí algo, lo cual se podrá lograr sólo cuando sea yo cura” Los Ratzinger eran gente sencilla proveniente de una aldea seria y piadosa Lograr el bienestar nunca estaba dentro de sus posibilidades, tampoco era su meta En cambio, siempre les caracterizaba el orgullo campesino La madre, hija de un panadero, fue una experimentada cocinera El padre dejó la casa a una numerosa familia y fue gendarme real bábaro Era un funcionario muy escrupuloso que en sus sedes rurales hacía sus rondines con base en un libro de oraciones escrito para el pueblo Sencillamente explicaba a sus hijos el Evangelio (…) La religiosidad era de una manera muy viril y total el principal ingrediente en su vida Como archicatólico, el padre era antinazista No se acercó a ninguna de las filiales del Partido Nacional Socialista y mantuvo a sus hijos lejos de Hitler Por obligación Joseph fue cada día a la Iglesia, pronunciaba la oración por la tarde y junto a la mesa “Toda esta atmósfera, aquella inclinación religiosa señalaba ya el rumbo”, dice Georg, el hermano de Joseph El cardenal llegó a amar todavía más a su padre con el transcurso del tiempo Su padre pensaba racionalmente y tal era precisamente la postura frente a la vida Educaba a su hijo con la seguridad que fluía de la fe Todo lo veía con claridad desde arriba y siempre tenía listo un juicio extraordinariamente acertado Cuando Hitler llegó al poder, su padre dijo: “Estallará la guerra, ahora será necesaria nuestra casa” Los Ratzinger se mudaron a Hufschlag cerca de Traunstein, una pequeña casa al borde del bosque El padre se jubiló en 1937 A sus hijos –un trío de niños— los envió a internados María, la hermana mayor, fue la primera que quedó sometida a la educación eclesiástica Fue a tomar el aprendizaje con las franciscanas en Auf am Inn Después diría que su tarea es “llevar la casa para el hermano Joseph, copiar los manuscritos, mantener su vínculo con la familia” Los dos muchachos fueron aceptados en el seminario de Traunstein, donde Joseph recibió el apodo de “Haki”: “No me fue nada fácil acostumbrarme a la mentalidad del grupo y acostumbrarme al rimo de vida en el seminario Pero al final también esto ayudó a definir mi propia postura” La Iglesia siempre atraía a Ratzinger, le ayudaba a crecer y desarrollarse “Ya como estudiante –cuenta su excompañero, el poeta Georg Lohmeier-- recordaba a san Bernardo, concentrado y callado Era un modelo de erudición y disposición” Durante la guerra, Joseph quedó incorporado a la artillería antiaérea con carácter de ayudante, pero se librará del frente “En mayo de 1945 consideré que ya era hora de huir de ese infierno”, contó (…) Pero todavía durante un año su alma estuvo llena de tristeza: “Sepultar los cadáveres, fue lo que por entonces aprendí” En 1952, apenas terminados sus estudios superiores en Munich y Freising, apareció como catedrático ante sus hasta hace poco compañeros (…) Las siguientes etapas en el camino de Ratzinger fueron Bonn, Münsrer, Tubinga y Regensburg Representó una inclinación reformista Sus exposiciones obtuvieron suficiente calificación para ser publicadas Las preparaba no sólo con diligencia, sino que apuntaba todo con exactitud en el cuaderno En el concilio, Ratzinger fue consejero del cardenal Joseph Frings de Colonia, partidario de la corriente progresista, donde participan también los teólogos de la joven generación: Hans Küng y Karl Rahner El papa Pablo VI declaró que la curia necesitaba fuerzas jóvenes como Küng y Ratzinger Todavía durante el Concilio, el Papa le pidió que ingresara al servicio eclesiástico y para que esto fuera posible tenía que parecerse un poco más a su papel Küng recuerda: “No sé de qué habló el Papa con Ratzinger, pero desde entonces nuestros caminos se separaron” En respuesta al periódico Concilium, publicado por Küng y Rahner, Ratzinger fundó Communio, revista que en diciembre de 1982 publicó el caso de Küng, a quien por criticar el dogma de la infalibilidad del Papa y el celibato de los curas le fueron quitadas facultades eclesiásticas (…) Ratzinger tuvo que sentir en esa ocasión una satisfacción personal: era una decisión que fluía de una profunda convicción interna Ratzinger tiene dificultades de entablar contactos personales con la gente Todos sus amigos cercanos provienen de los tiempos escolares o bien de los estudios universitarios, y éstos son, por lo general, simples párrocos rurales “Nunca había visto que se abra --dice su colega de estudios universitarios, Franz Nigel-- No se queja Es como Mozart, quien conoció tanto el cielo como el infierno, pero sus problemas privados nunca los externaba en la música” La relación de confianza verdadera es únicamente con sus hermanos, con los que desde hace aproximadamente 50 años pasa todas las vacaciones __ Texto tomado de la revista polaca Forum Traducción de Aleksander Bugajski

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