Chile: El mundo al revés
Valparaíso (apro) - Un proyecto de ley del Ministerio de Hacienda, que busca "dar un fuerte impulso al crecimiento y la inversión", y que fue rechazado por el Senado, colocó en difícil situación al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet Ello debido a que el proyecto, conocido como de "depreciación acelerada", favorecía únicamente al gran empresariado Y, a pesar de esto, fue presentado por el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, como una medida que iría en directo beneficio de las pequeñas y medianas empresas (Pymes)
Sin embargo, de no mediar el sorpresivo rechazo del Senado y la profunda discusión que se abrió a través de la prensa, la iniciativa hubiera pasado desapercibida
El rechazo constituye una excepción para un proyecto presentado por Hacienda en la era post-Pinochet Pero además lleva a la confusión: a pesar de ser favorable a los más ricos, fue rechazado por la derechista Alianza por Chile Y en contraparte, fue respaldado por la Concertación por la Democracia --un bloque de centroizquierda que apoya a Bachelet--
Esta situación provocó un "terremoto político", pues hasta ahora la política chilena había operado bajo la convicción de que la derecha defiende a los ricos, la Democracia Cristiana (DC) a las clases medias y la izquierda a los más desfavorecidos A la luz de lo expuesto estas semanas, estas certezas han quedado en abierto entredicho
Trámite parlamentario
El controvertido proyecto de ley fue presentado el 13 de marzo con carácter de "suma urgencia" y "discusión inmediata", y forma parte del plan "Chile Invierte", que fue presentado por Hacienda como su "proyecto estrella" a fin de impulsar el crecimiento de la actividad económica en un momento de bajo crecimiento e inversión
Dado el contenido del proyecto, nadie dudaba que éste sería aprobado
Más aún, el hecho de que el 22 de marzo la Cámara de Diputados lo ratificara con un solo voto en contra --del diputado de la DC, Roberto León--, no hizo más que consolidar esta certeza
Pero el 12 de abril, en el contexto de la discusión de la propuesta en el Senado (con sede en Valparaíso), salió a la luz el primer síntoma de que algo inesperado ocurriría:
Tres senadores oficialistas: Adolfo Zaldívar (Democracia Cristiana), Carlos Ominami (Partido Socialista) y Nelson Ávila (Partido Radical), increparon duramente al ministro de Hacienda
La razón: el hecho de que no incluyera beneficios reales para las Pymes y sólo beneficiara a los más ricos Zaldívar incluso se acercó al ministro y, en medio de recriminaciones, le exigió reconsiderara su planteamiento Pero éste, soberbio, declinó acceder a las exigencias parlamentarias, a pesar que a éstas se sumaba un amplio espectro de senadores de derecha Cuando la posibilidad del rechazo era evidente, la votación se postergó una semana, a petición del senador socialista Roberto Muñoz
En los días posteriores, Velasco se decantó por una estrategia que no apelaba a respaldarse en la mayoría oficialista en el Senado, sino al clásico esquema de la transición a la democracia en Chile: acudir al gran empresariado, el que debería cumplir su papel de ordenar a sus representantes (la derecha) aprobaran el proyecto
La presidenta Bachelet se sumó a esta estrategia: el viernes 13 desayunó en La Moneda con los máximos representantes empresariales, entre los que se contaba el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alfredo Ovalle
A la cita también acudieron los ministros Velasco, Ricardo Lagos Weber y Alejandro Ferreiro Los líderes patronales se expresaron a favor del proyecto y se comprometieron a "alinear" a la derecha Ovalle incluso declaró tras la cita que él haría "algunos llamados a mis amigos parlamentarios, para convencerlos de las bondades de la iniciativa"
Durante ese fin de semana hubo una fuerte presión empresarial sobre los parlamentarios Gran sorpresa: no hubo acogida
El ministro Velasco realizó durante esos mismos días un maratón de contactos telefónicos que incluyó a los presidentes de los partidos de derecha Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), Carlos y Hernán Larraín, respectivamente
Estos le plantearon que si el proyecto de ley no incluía beneficios concretos a las Pymes, como rebajas tributarias, facilidades en los créditos y mejores canales de acceso a los mercados, no lo apoyarían
Decididos a acabar con la imagen que los vincula automáticamente a los poderosos, y deseosos de ganarse el apoyo de sectores medios y populares, en la perspectiva de ganar las elecciones municipales (octubre, 2008) y generales (diciembre, 2009), la derecha se mantuvo firme en su postura
Fue así como el martes 17 de abril, fecha que ya puede subrayarse en el historial político del Chile reciente, sus 18 senadores rechazaron la iniciativa gubernamental
"En la bancada de senadores ha habido una posición muy clara en cuanto a que si no se atendían las demandas que hemos venido planteando hace mucho tiempo, para resolver la situación de la pequeña y la mediana empresa en el país, no podía contar el gobierno con los votos nuestros", señaló el senador y precandidato presidencial de la filo-pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), Pablo Longueira
Al rechazo en bloque de la derecha, se sumaron los tres senadores oficialistas que previamente se habían manifestado en contra, lo que dio por resultado un 21 a 14 en contra del gobierno
De esta forma se gestó una de las derrotas políticas más grande del gobierno de Bachelet
Lo curioso es que esta derrota política no acaeció por un proyecto que favoreciera a los más desposeídos, como se podría suponer dada la impronta que le dio Bachelet a su campaña electoral, sino por un proyecto que fue gestado en connivencia con las organizaciones patronales
Esta coyuntura puso de relieve algo que durante años ha pasado desapercibido:
"La Concertación por la Democracia --en el gobierno desde 1990-- ha impulsado, desde sus inicios, políticas de claro contenido neoliberal, que han facilitado enormemente la desnacionalización de los recursos naturales y el traspaso de la gran parte de los beneficios del crecimiento al empresariado nacional y transnacional", como señaló a Apro, el economista Orlando Caputo
Durante los noventa, este esquema funcionó sin contratiempos, dada la legitimidad con que actuaba este bloque político, y dada la cercana presencia de la dictadura militar
En aquel lapso, la Concertación pudo aprobar sin dificultad sus proyectos de corte regresivo, a pesar de tener minoría en el Senado, debido a que los empresarios se encargaron de comprometer el apoyo de la derecha política, la que jugaba un papel subordinado a sus intereses
Pero eso cambió el pasado 17 de abril Allí la derecha mostró signos de independencia que apuntaban claramente a la perspectiva de ser no sólo poder, sino también gobierno
A tanto ha llegado el ímpetu autonomista de este sector, que el jueves 26 de abril el presidente de la UDI (Hernán Larraín) declaró "rotas las relaciones" con el presidente de la CPC (Ovalle), debido a que este último expresó, un día antes, su convencimiento de "que el desmarque de la derecha política del empresariado era pasajero y obedecía a razones electorales" Ello evidenció que a Larraín le molestó se les siguiera tratando como un latifundista a un peón
En la Concertación, el debate sobre el mencionado proyecto ha abierto una crisis, debido a que ha puesto en evidencia la ausencia de compromiso de los gobiernos de la Concertación con la distribución de la riqueza y la profundización democrática del país
Por ello, el senador Zaldivar, catalogado clásicamente como uno de los hombres más conservadores de la coalición de gobierno, ha señalado en repetidas ocasiones que, de no mediar una "corrección sustantiva al modelo económico vigente, en poco tiempo más tendremos un estallido social de insospechadas consecuencias"
Chile, campeón en desigualdad
Cabe tener presente que Chile es uno de los ocho países más desiguales del mundo, según reseña el último Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
Esta desigualdad de la distribución del ingreso no ha mejorado en la era post-Pinochet: en 1990, los ingresos del sector más pobre del país correspondían a 14% del producto interno bruto (PIB), y el sector más rico, el 422% En el 2000, estas cifras pasaron a ser 11% y 423%, respectivamente
Pero durante el gobierno de Ricardo Lagos la situación empeoró, debido a que se aplicó un tributo regresivo, como es el impuesto al valor agregado (IVA), que pagan todos los sectores del país, mientras que los tributos a las grandes empresas se mantuvieron en cifras que en muchos casos son iguales a cero, como ha sucedido durante largos años con la gran minería, la industria forestal y pesquera Esto, a pesar de los grandes ingresos de estos sectores
Muestra de esta situación es el hecho de que la gran minería transnacional sacó del país --durante 2006? 25 mil 54 millones de dólares por concepto de utilidades e intereses (según cifras del Banco Central)
Y que la contribución al fisco de Chile, sobre la que no existen datos oficiales, bordeara tan sólo los 3 mil quinientos millones de la divisa, como ha podido colegir este medio a partir de sus propias investigaciones
Pero gran parte de esta contribución es sólo nominal, debido a la deuda o crédito fiscal que tiene el Estado con estas empresas, fruto de las "pérdidas operacionales" de los ejercicios anteriores
Por ello lo obtenido por las transnacionales mineras, en 2006, equivale a 84% del presupuesto total de todos los ministerios del gobierno de Chile, para 2007, que es algo menos de 30 mil millones de dólares
El proyecto
La propuesta de depreciación acelerada permite a las empresas declarar como gastos ?y por tanto descontar del pago de impuestos--, 50% de las inversiones en bienes de capital que se realicen entre este año y el 2008 La medida tendrá un costo estimado para el fisco de 550 millones de dólares, por concepto de menor recaudación impositiva
El hecho de que la medida favorezca esencialmente a los ricos --y en muy menor medida a las Pymes-- es explicado por el economista Julián Alcayaga:
"Un pequeño empresario textil tiene diez máquinas hiladoras De éstas usa sólo cinco, debido al exceso de importaciones y a la situación de cuasi depresión económica que se vive en Chile ¿Le sirve a él comprar otra máquina y depreciarla? La respuesta es ¡no!, puesto que no necesita máquinas, lo que necesita es poder vender", observó
Cabe mencionar que en el 2005, según cifras del Servicio de Impuestos Internos, menos de 50% de las 688 mil 733 micro, pequeñas y medianas empresas existentes en Chile obtuvieron utilidades Debido a esto no podrán descontar impuestos, puesto que al no tener ganancias, no deben pagar tributos, tal como establece la legislación
El ministro Velasco, en la fase previa a la presentación de su propuesta, se reunió en repetidas ocasiones con dirigentes empresariales, como señaló Bruno Phillipi, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) "Se trató de conversaciones permanentes, de todo el tiempo", dijo el dirigente manufacturero el 15 de marzo
Con las Pymes no se reunió nunca y ni siquiera fueron invitadas a la presentación del plan, debido a un "lamentable error protocolar", como expresó Velasco
El Consejo Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme) señaló, mediante declaración pública "que en el plan no existen referencias a nuestras propuestas" El proyecto, destacó Iván Vuskovic, presidente de la mencionada organización, "fue pensado para los grandes empresarios Al microempresario que compra una máquina en 200 mil o 300 mil pesos (400 a 600 dólares), una depreciación acelerada no le arregla su problema", manifestó
Es importante mencionar que las medidas presentadas por el gobierno para incentivar la inversión de las grandes empresas y conseguir aumentar el crecimiento, se dan en un contexto muy complicado para la economía chilena
El producto nacional bruto (PNB) del año pasado fue de menos 33% En los últimos tres años este indicador sólo ha crecido 13%, como detallaron a Apro los economistas Orlando Caputo y Graciela Galarce Ellos se basaron cifras del Banco Central para obtener sus estimaciones
El PNB es similar al PIB, descontando el pago de intereses y utilidades a los capitales extranjeros, y sumando estos indicadores a las inversiones chilenas en el exterior
Es importante señalar que en el último informe del Banco Central, se omitió el PNB Y la prensa chilena, con contadas y marginales excepciones, no ha dado a conocer esta situación Sólo ha destacado el monto del PIB de 2006, que fue de 4%
Finalmente el proyecto de depreciación acelerada pasó a comisión mixta de diputados y senadores, la que deberá resolver en el transcurso de mayo si lo aprueba tal como fue presentado, si lo hace con modificaciones o si lo rechaza (30 de abril de 2007)